Entrada al banco Credit Suisse, el grupo cuyas previsiones financieras han pasado las tijeras por la evolución de la banca española / EFE

Entrada al banco Credit Suisse, el grupo cuyas previsiones financieras han pasado las tijeras por la evolución de la banca española / EFE

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El día que Credit Suisse rescató al primer hólding industrial español: Villar Mir

La entidad que acaba de ser salvada de la quiebra al ser adquirida por UBS dio el último balón de oxígeno al grupo familiar con un préstamo de 350 millones que vendió ante la imposibilidad de cobrarlo

26 marzo, 2023 00:00

Credit Suisse ha sido uno de los principales focos de las turbulencias que atraviesa en la actualidad el sector financiero debido a la coincidencia temporal de su estado al borde de la quiebra con el colapso de tres entidades de mediano tamaño en EEUU. Necesitado de un rescate forzoso a cargo del también helvético UBS, hace apenas un lustro era Credit Suisse el capacitado para hacer tareas de esta índole. En concreto, fue el último asidero crediticio para el que llegó a ser el mayor conglomerado industrial de España: el Grupo Villar Mir

Fue en 2018 cuando el ahora rescatado Credit Suisse salió en auxilio del hólding que gestiona el patrimonio empresarial levantado por Juan Miguel Villar Mir, que ya atravesaba momentos muy delicados, especialmente por el desplome de las acciones de su principal activo: la participación de control en OHL.

Tras varios procesos de refinanciación y con las entidades de la eurozona fuertemente presionadas por el regulador para sanear sus balances y sus carteras de deuda y evitar operaciones con riesgo, el hólding del veterano empresario tuvo que buscar ayuda fuera de la zona euro y la halló en un préstamo sindicado entre varias entidades, con Credit Suisse como principal valedor y banco agente. 

A mediados de 2018, con el agua al cuello que suponía un endeudamiento superior a los 1.100 millones de euros, de los que más de 400 vencían a corto plazo, Grupo Villar Mir encontró su particular tabla de salvación en la entidad suiza, que coordinó un préstamo de 350 millones de euros que llevó algo de aire a las maltrechas finanzas del grupo liderado por el veterano empresario.

Desinversiones forzosas

Uno de los problemas radicaba en la corta vigencia del crédito, apenas dos años, que obligaba al grupo industrial a acelerar el plan de desinversiones que ya había implantado para poder aligerar la deuda.

Durante los primeros trimestres, Grupo Villar Mir consiguió amortizar buena parte del crédito, a costa de deshacerse a precios de saldo de activos como parte de las acciones que mantenía en OHL, precisamente el grupo fundado por Juan Miguel Villar Mjr en la segunda mitad de la década de los 80, o su porcentaje en el desarrollo Complejo Canalejas, por entonces aún en construcción. 

Flexibilidad y prórroga

Después de vender en el mercado un 12% del capital de OHL y el 50% de Canalejas al propio grupo de construcción y concesiones, el saldo del préstamo se quedó en 115 millones de euros al cierre del ejercicio 2019. Una cifra que el sindicado que lideró Credit Suisse ya no llegó a percibir.

Pese a incumplir algunos de los compromisos (conocidos en el ámbito financiero como ‘covenants’) ligados a la concesión y mantenimiento del préstamo, Credit Suisse no sólo no exigió la amortización anticipada sino que incluso aceptó extender el vencimiento durante seis meses más, hasta finales de 2020. 

Juan Miguel Villar Mir, fundador de OHL y presidente del grupo industrial que lleva sus apellidos

Juan Miguel Villar Mir, fundador de OHL y presidente del grupo industrial que lleva sus apellidos

Ya por entonces, la situación de la entidad helvética dejaba que desear, entre otros factores porque la de Villar Mir no era precisamente la única operación de riesgo que había asumido sin medir las consecuencias. Los efectos de la pandemia fueron letales en ambos casos.

Ante la imposibilidad de amortizar el préstamo y la urgencia de liquidez, Credit Suisse terminó por vender el sindicado al fondo Tyrus, una opción que satisfacía más sus intereses a corto plazo que la ejecución de la prenda que garantizaba el crédito, que era parte de la participación de Grupo Villar Mir en Ferroglobe, cuyas acciones también habían caído en picado en la Bolsa de Nueva York, en la que aun cotiza.

El final en OHL

Tyrus es, en realidad, un viejo conocido de los Villar Mir; su aparición ha coincidido con el inicio de los problemas para OHL y, por ende, para el hólding familiar. A mediados de la pasada década, el vehículo radicado en Luxemburgo entró en escena para apoyar al entonces socio mayoritario del grupo constructor en el contexto de una ampliación de capital por valor de unos 1.000 millones de euros que la cotizada tuvo que llevar a cabo para evitar males mayores.

Por entonces, el apoyo de Tyrus evitó la dilución de Villar Mir pero no dejó de ser un remedio de pan para hoy y hambre para mañana. Ha sido precisamente una última operación de capitalización de deuda con el fondo la que ha cerrado la historia de Grupo Villar Mir como accionista de OHL.

Adquisión por una peseta

Lejos queda aquel ejercicio de 1987, cuando Juan Miguel Villar Mir adquirió una por entonces quebrada Obrascón por el precio simbólico de una peseta y el compromiso de asumir la deuda. El renacimiento de la empresa y la posterior fusión con Huarte y Laín dio lugar a una empresa que llegó a ser la de mayores beneficios de su sector en España, con una participación de Grupo Villar Mir por encima del 50%.

Rebautizada actualmente como OHLA, la compañía discurre ahora bajo el control de los hermanos Amodio, empresarios mexicanos que pelean por hacer reverdecer los viejos laureles del grupo.