Bayer afronta problemas judiciales en España en plena tormenta por el control del grupo

El gigante farmacéutico Bayer afronta una de las situaciones más delicadas de su historia reciente, con una encarnizada batalla por el control de la matriz alemana, en la que además se enmarcan problemas judiciales en España, a cuenta de una demanda presentada recientemente por una asociación de mujeres afectadas por los efectos del uso de un anticonceptivo fabricado por la compañía. 

Menos de un mes después de producirse un inesperado relevo en la cúpula directiva, con la renuncia del hasta ahora consejero delegado, Werner Baumann, las aguas no han vuelto precisamente a su cauce en una de las mayores corporaciones de Alemania, que no levanta cabeza en bolsa en los últimos cinco años, tras la adquisición de Monsanto, en lo que fue la mayor operación en los más de 160 años de vida del grupo.

Fondos activistas

En mitad de luchas entre accionistas, con una especial significación para una serie de fondos de inversión activistas que han conseguido forzar el relevo en el puente de mando, Bayer acumula problemas en otras latitudes del mundo, entre las que se encuentra España. 

En los últimos días ha trascendido que la constituida Asociación de Afectadas por Essure ha demandado a Bayer como responsable de este dispositivo anticonceptivo debido a los efectos negativos que ha causado su uso a las pacientes y de los que no eran advertidas.

Efectos secundarios 

Al parecer, entre ellos se encuentran la caída del cabello y de piezas dentales, hemorragias, fuertes dolores de diverso tipo e, incluso, el extravío del dispositivo por el cuerpo. Algunos de estos problemas habrían derivado, además, en consecuencias psicológicas negativas para las víctimas. 

Una situación con la que podría establecerse un paralelismo con la que Bayer ha tenido que afrontar debido a los efectos de otro de sus productos, aunque en este segundo caso a mayor escala. 

Herbicida cancerígeno

La compañía ha tenido que afrontar numerosos procesos judiciales a raíz de los efectos del empleo del herbicida Roundup, uno de los artículos que fabrica Monsanto, y que ha sido relacionado con la aparición de casos de cáncer entre usuarios.

Desde que Bayer ejecutó la compra de Monsanto, una operación que lideró y abanderó Baumann y que supuso un desembolso en torno a 60.000 millones de euros, las acciones del gigante alemán acumulan retrocesos superiores al 40%, que contrastan de forma significativa con el avance del 24% que presenta el principal índice de la Bolsa de Francfort en este periodo.

Números rojos en bolsa

Con la perspectiva de los tres últimos ejercicios, es decir, desde el inicio de la pandemia, Bayer es uno de los pocos valores del indicador DAX que cotiza por debajo del precio que registraba aquellos días; en el mismo periodo, Commerzbank se ha disparado un 225%; Siemens, un 104%; BMW, un 97% y Deutsche Telekom, un 56%, por mencionar algunos ejemplos.

Bajo la presión impuesta por esta errática marcha en los mercados, Baumann se ha visto obligado a renunciar pese a sus reiteradas intenciones de agotar un mandato que vencía en 2024. Para ocupar su puesto, el consejo ha cedido ante los citados fondos, que insistían en la conveniencia de que fuera alguien ajeno a la gestión de Baumann el encargado de tratar de enderezar el rumbo.

Escisión a debate 

El elegido fue Bill Anderson, proveniente de Roche, cuya llegada ha coincidido con el abordaje de los fondos a algunos de los órganos de gobierno de la compañía, como el influyente consejo de sostenibilidad, al que ha accedido Jeffrey Ubben, líder de Inclusive Capital Partners. 

En medio de un debate sobre si el futuro del grupo está en escindir el negocio de los productos de consumo para que no afecte a la trayectoria positiva del negocio farmacéutico, el problema judicial en España asoma en el peor momento dado que, además, no es el único en el plano internacional.

Próxima junta

Sin ir más lejos, una de las grandes apuestas de Bayer, el campus Berkley en EEUU, enfocado en la investigación, sufre en la actualidad un proceso de recorte de costes que ha llevado a prescindir de los empleados de mayor edad.

El horizonte de Bayer se fija ahora en la próxima junta general, que está prevista para el próximo 28 de abril, donde se espera que los accionistas debatan el futuro de la farmacéutica.