Una de las minas que explota Iberpotash se encuentra en Súria, en el Bages / ICL IBERIA

Una de las minas que explota Iberpotash se encuentra en Súria, en el Bages / ICL IBERIA

Business

Accidentes mortales, causas judiciales y agresión ambiental: la polémica historia de Iberpotash

La multinacional vuelve a ser escenario de un accidente laboral en el que han fallecido tres personas en su mina de potasa de Súria, en el Bages

9 marzo, 2023 12:19

Un nuevo accidente laboral mancha el historial de Iberpotash, la multinacional israelí que explota varias reservas mineras de sal en Cataluña, una de ellas en Súria, donde tres personas han fallecido este jueves tras quedar atrapadas en la mina de potasa al verse sorprendidos por un desprendimiento a primera hora de la mañana.

ICL Iberia, la filial de la empresa minera en España, se ha visto envuelta en diversas polémicas en los últimos años, no sólo relacionadas con la seguridad laboral, sino también de carácter medioambiental que llevaron al grupo a cerrar su centro en Sallent por orden judicial.

Accidentes laborales

En 2013, otros dos trabajadores murieron en el mismo lugar tras un desprendimiento de un bloque de piedra. Los operarios se encontraban, junto a otros compañeros, a unos 800 metros de profundidad haciendo tareas de reparación y mantenimiento de una máquina. 

Además, en 2020 falleció un trabajador con un mes de diferencia en la mina de Vilafruns, en Balsareny, que pertenece a la misma empresa. De hecho, en aquel momento, ICL Iberia llegó a ser la empresa con mayor siniestralidad de toda Cataluña.

Polémica medioambiental

En marzo de 2016, la multinacional inició el cierre progresivo de su centro en Sallent después de ser asediada por denuncias puestas por grupos ecologistas por el almacenamiento de los residuos salinos que la empresa abocaba en el Cogulló, una montaña de sal que contamina las aguas del Llobregat a juicio de las organizaciones ecologistas y que alberga varios millones de toneladas de sal.

Un gesto que, a parecer de las entidades ecologistas, es insuficiente. Los depósitos salinos tienen un volumen de 40 millones de toneladas. Si se realiza un traslado de entre 30.000 y 40.000 toneladas, la montaña de sal "seguirá viva durante generaciones", aseguran a este medio.

Trasladó su actividad a Súria

La batalla judicial emprendida por los vecinos y organizaciones ambientalistas dieron fruto y tanto el TJSC como el Tribunal Supremo reconocieron que existían causas objetivas para cesar la actividad. La multinacional lo aceptó, y empezó a reforzar la mina de Súria para concentrar y continuar su actividad de extracción de potasa.

Pero una cadena de errores y problemas en la construcción propició que llegara la fecha del cierre de Sallent sin que su planta vecina estuviera preparada para ello. Con el consiguiente impacto laboral que suponía. Por eso se recurrió por la vía de la urgencia a los tribunales y se solicitó una prorroga que fue recurrida por los vecinos. 

Se escudan en un proyecto renovable

Ahora, Iberpotash se aferra a un proyecto fotovoltaico para posponer la restauración de la escombrera de Sallent y Súria. Esa es la denuncia tanto de los agentes sociales como de algunos municipios que recelan de la operación anunciada hace un año por la compañía en el inmenso vertedero de potasa de El Cogulló.

De fondo, sobrevuela la desconfianza del territorio sobre la voluntad real de la multinacional de revalorizar los alrededores de la mina. Se teme que los siete parque solares, con una extensión de 12,5 hectáreas, retrasen aún más el cumplimiento del mandato judicial.