Los bajos vacíos como solución a la vivienda centran una tesis becada por la APCE
El estudio, realizado en Mataró, Terrassa y Vilanova, analiza la viabilidad de reconvertir estos locales desocupados, que dan mala imagen a las ciudades y provocan problemas de convivencia
1 diciembre, 2022 20:44La Asociación de Promotores y Constructores de Cataluña (APCE) ha presentado los resultados del Trabajo de Fin de Máster (TFM) El compromiso urbano de la planta baja. La reactivación y transformación de los bajos en desuso en las ciudades intermedias catalanas”. Ha sido elaborado por Marc Modolell, alumno que fue becado por la APCE en el marco de la colaboración con la ETSAB-UPC, y tiene como objetivo principal realizar un análisis y una propuesta de soluciones de la situación actual de paro de los locales de planta baja en inmuebles urbanos consolidados.
En el acto ha participado Xavier Vilajoana, presidente de la APCE, Félix Solaguren-Beascoa, director de la ETSAB de la UPC, y el autor de la tesina, Marc Modolell, entre otros ponentes, con la clausura de la acto a cargo de Agustí Serra, director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Arquitectura de la Generalitat.
Mala imagen
La problemática de los bajos vacíos en los núcleos urbanos está perjudicando la imagen de las ciudades e influyendo negativamente en la convivencia ciudadana, y pone de manifiesto la necesidad de reconvertir todos estos espacios desocupados para darles una salida viable a largo plazo, como por ejemplo vivienda. En este sentido, esta problemática confluye con la falta de oferta de vivienda existente en las principales ciudades de Cataluña y se convertiría en una medida más que podría contribuir a mejorar el acceso a la vivienda para muchas personas.
La tesina estudia tres ciudades catalanas representativas del contexto global en esta materia: Mataró, Terrassa y Vilanova y la Geltrú, y así disponer de una muestra diversa y heterogénea comparable en resultados del análisis con otros tejidos asimilables.
La diversificación de la planta baja
El autor ha explicado que “la normativa ha protegido el uso comercial de los locales de planta baja para tener los servicios cerca de la ciudadanía, pero en un momento de crisis debería ir enfocada en la diversificación de la planta baja, flexibilizando la normativa y abriendo la puerta a nuevas formas de vivir como son los espacios de cotrabajo, los aparcamientos compartidos por bicicletas y el uso residencial”.
Desde la APCE, Vilajoana, ha reiterado la necesidad de disponer de un urbanismo ágil, flexible y que se adapte lo más rápidamente posible a los cambios en las necesidades de los ciudadanos y las ciudades. Vilajoana también ha destacado que este TFM, aunque sólo centra la atención en tres ciudades, puede empezar a "suavizar este déficit de vivienda, centrando la atención en los locales en desuso de las plantas bajas".
Para el director de la ETSAB, Félix Solaguren-Beascoa, “Si queremos vida, necesitamos la vida en estos espacios. Por eso, debemos mirar por la horizontal y por la planta baja, y huir de los conflictos sobre su uso”. Solaguren también ha añadido que la colaboración entre el sector profesional y el académico es imprescindible, por eso pide que las administraciones apuesten por las universidades como centros generadores de conocimiento y de investigación.