El fondo ASG compra más activos en el Port Fòrum tras la fuga de Hard Rock
El inversor tantea la compra de la antigua capitanía, que opera como 'beach club', después de que la marca abandonara el proyecto
25 mayo, 2022 00:00El dueño del hotel del Port Fòrum sale de compras después de las calabazas que dio Hard Rock al proyecto. El operador y el fondo inversor del cinco estrellas han tanteado la compra de más activos en la marina deportiva situada en la frontera norte de Barcelona tras la espantada de la multinacional estadounidense, que se retiró de la intervención turística de mayor envergadura que se está desarrollando en la Ciudad Condal en estos momentos.
Han informado de ello fuentes del sector que precisan que la oferta ha sido, en primer lugar, por la antigua capitanía del Port Fòrum, que ahora ocupa el club de playa Go Beach. El intento no ha prosperado, pues el negocio se encuentra abierto y a pleno rendimiento. Además, se trata de una concesión, un tipo de gestión que normalmente ahuyenta a los fondos de inversión. Pero el tanteo ha existido, aunque ASG, dueña del cinco estrellas, ha preferido no hacer ningún comentario al respecto.
Mal comienzo
La operación frustrada añade historia a un hotel que, de por sí, se enfrenta a un pasado, un presente y un futuro incierto. Para empezar, el alojamiento se ideó en la frontera norte de Barcelona porque el ayuntamiento limitó las aperturas desde 2015, cuando elevó una moratoria de nuevas licencias que se reprodujo en otros dos planes hoteleros --uno anulado por el TSJC-- que frenaba la inaguración de nuevos establecimientos.
La propia Hard Rock maniobró para mudarse a la zona con la proyección de un gran hotel de 500 habitaciones, pero la operación se complicó, tal y como explicó este medio. Después, fue ASG quien entró en la compra, la reanimó y anunció la apertura del resort urbano en 2022. Pero vino la pandemia y el inicio de las obras se retrasó.
Espantada de Hard Rock
Finalmente, los trabajos empezaron, y aún están en marcha. Pero la multinacional estadounidense se retiró del desarrollo, avanzó Crónica Global. Tras ello, Activum buscó otro operador e incluso sondeó la venta del hotel, pero finalmente dio con la hotelera británica Ennismore, que explotará el establecimiento por medio de su marca SLS. Será el segundo negocio del grupo en Barcelona tras la apertura de The Hoxton al pie de la Torre Glòries.
Eso pertenece al pasado. El presente es de movimiento de máquinas y construcción del esqueleto del hotel, que ya cobra forma junto al puerto deportivo. La inauguración, prevista para 2024, tampoco garantiza sin embargo el éxito del proyecto. No en vano, el alojamiento se elevará a pocos centenares de metros de la incineradora de Tersa en Sant Adrià, investigada por un juzgado de Badalona por quemar basura y contaminar más de lo permitido.
ASG crece
El episodio tiene otro ángulo. ASG, o al menos su operador, salen de compras en la capital catalana cuando el vehículo ya se ha hecho con un activo de primer nivel, el Nobu Barcelona, que adquirió sobre la bocina del cambio de año en 2020 por cerca de 80 millones de euros, un precio que el mercado consideró demasiado elevado por la situación pandémica de aquel momento.
Tras ello, el gestor anunció que seguiría buscando oportunidades en la Ciudad Condal. En Madrid, mientras, el aglutinador de fondos vendió el hotel Hard Rock a Arlaes Management por 65 millones de euros.
La capitanía, a pleno rendimiento
Otro extremo afecta a la antigua capitanía del Port Fòrum, el activo que ha querido engullir el hotel que se encuentra en construcción. Es sede de Go Beach, uno espacio de ocio y restauración único en Barcelona por su situación, ya que yace junto a la lámina de agua de la marina deportiva.
Antes del actual negocio, el edificio albergó el antiguo Cafè del Mar Barcelona, que tenía que ser el sunset club más grande de cuantos tiene la famosa marca de atardeceres de Ibiza por todo el mundo. El proyecto se hundió por una gestión mejorable, y terminó en despidos y una guerra entre socios. El espacio ahora funciona con nuevos gestores, pero la marina deportiva sigue a medio gas.