España nutre un censo de yates de oligarcas rusos sospechosos
Marina Mercante actualiza una lista de grandes embarcaciones de empresarios que podrían encajar sanciones por la guerra en Ucrania
18 marzo, 2022 00:00En marcha un censo de yates rusos sospechosos en España. La Dirección General de Marina Mercante está actualizando una lista de embarcaciones cuyos dueños podrían estar sancionados por la guerra en Ucrania, como ha ocurrido con las naves de gran eslora Crescent --de dueño desconocido, aunque se le vincula a Igor Sechin y hasta con Vladimir Putin--; Valerie (Sergey Chemezov) y el Lady Anastasia, de Alexander Mijeev.
Han informado de ello diversas fuentes del sector náutico, que precisan a este medio que el censo lo está elaborando Marina Mercante, pues es la competente en autorizar --o denegar-- los tráficos que arriban o zarpan de los puertos de interés general. Si hubiera algun barco cuyo dueño estuviera sancionado por la agresión en Ucrania, trasladaría la información a las capitanías marítimas, que ejecutarían la orden de embargo temporal, como ha ocurrido con el Crescent, incautado en Tarragona, el Valerie, en Barcelona, y el Lady Anastasia, en Calvià.
¿De quién son los yates?
Esa labor la desempeña Marina Mercante en coordinación con la Agencia Tributaria, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y hasta los organismos de lucha conta el terrorismo. A preguntas de este medio, el ente ha admitido que existe el registro específico de yates rusos, elaborado "para evaluar el posible impacto que tendría una posible sanción en el transporte maritimo". Sea como fuere, se trata de un trabajo que discurre en paralelo a la vía penal, como avanzó La Vanguardia, y que ha abierto la fiscalía tras recibir información de Anticorrupción sobre diversos magnates rusos.
Los esfuerzos de los distintos resortes del Estado con los oligarcas rusos tienen un objetivo: determinar de quién son algunos de los yates atracados en puertos españoles. Y si estas naves son de individuos sancionados por la Unión Europea por la guerra en Ucrania. Si alguno de ellos cumple los requisitos, será incautado temporalmente, como avanzó que ocurriría el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Apoyo de los puertos
Se trata de un trabajo colosal, pues los buques de gran eslora llevan bandera de jurisdicciones fiscales favorables, jamás bandera rusa. Asimismo, su propiedad está intermediada por empresas pantalla con sede, también, en territorios con baja fiscalidad. Y a menudo por medio de testaferros o personas no vinculadas al oligarca. Ante ello, desde la Autoridad Portuaria de Barcelona recordaron hace unos días que existe el término de beneficiario último, que sería la persona que se esconde tras el entramado de sociedades e individuos.
Esto, el beneficiario último, es lo que está tratando de determinar la Marina Mercante con su nuevo censo de buques de oligarcas rusos. Lo hace con la colaboración de Puertos del Estado. Un portavoz de este ente ha recordado a Crónica Global que su labor es la de organización del muelle, de las concesiones administrativas y, si es preciso, activar a la policía portuaria. Pero el control de tráficos, también el de los yates, corresponde a la Dirección General.
Las concesionarias colaboran
En este cometido de identificación y decomiso, las marinas catalanas están "colaborando" con las autoridades, "como hacen siempre que reciben requerimientos en este sentido". Es lo que explican desde Port Tarraco de Tarragona, uno de los puertos deportivos en los que se ha inmovilizado un yate de gran eslora. Se trata del Crescent, que se ha vinculado con el empresario de armamento militar Igor Sechin y hasta con el propio presidente ruso, Vladímir Putin.
Una versión similar cuentan desde Marina Port Vell de Barcelona, otro de los operadores salpicados por el embargo de yates de magnates rusos. Fue en este puerto en el que se puso el foco en el amarre del Dilbar, la embarcación de recreo de Alisher Usmánov, accionista de referencia de Metalloinvest, como avanzó este medio. En cualquier caso, las marinas recuerdan que "carecen de más competencias" para actuar contra sus propios clientes. Ello, recuerdan, es competencia del Estado.
Tres sancionados
Y el Estado se ha activado. El Reino de España se ha añadido a otros países, como Francia e Italia, donde grandes empresarios rusos han encajado el decomiso de sus yates y otros bienes como consecuencia de la actualización de la lista de sanciones del Consejo de la Unión Europea por la agresión bélica a Ucrania. Los tres países han actuado con arreglo a la nueva pieza de normativa comunitaria, que se puede consultar en este enlace.
Pero es que podría haber más. No en vano, Estados Unidos también ha aprobado sanciones contra altos directivos rusos y, de hecho, ayer anunció que pronto las ampliaría. También lo ha hecho Reino Unido. Uno de los individuos castigados en este país, Roman Abramovich, tenía precisamente uno de sus buques en Barcelona. Se trataba del My Solaris. La nave partió la semana pasada tras recibir el intento de ataque por parte de un activista lituano antiguerra, informó Crónica Global. Ante ello, Marina Barcelona 92, varadero donde estaba aparcado el buque, ha reforzado la seguridad.