¿Por qué los carburantes suben un 16% si el crudo ha vuelto a precios preguerra?

Es conocido al aforismo de “subir como un cohete, caer como una pluma”, referido a la evolución de los precios de las gasolinas en referencia con las fluctuaciones de uno de sus principales componentes. Uno de los principales motivos reside en que más de la mitad de lo que el consumidor paga al llenar el depósito se corresponde con cargas fiscales, a lo que hay que añadir el margen de los distribuidores, que también se han visto en una inédita encrucijada que está llevando incluso al cierre de establecimientos.

Tensión bélica

En las últimas horas, los futuros sobre el barril de crudo tipo Brent, el empleado mayoritariamente en Europa, atravesaron en sentido descendente la barrera de los 100 dólares, algo que no sucedía desde el pasado 24 de febrero, cuando se ejecutaron las primeras maniobras por parte del ejército ruso en territorio ucraniano.

Una acción militar que tuvo un efecto meteórico en los mercados de materias primas. La tensión generada por la inmediata respuesta de la comunidad internacional, con sanciones de tipo económico y comercial a Rusia, y los temores a una respuesta del gobierno de Vladimir Putin con el suministro de crudo como arma arrojadiza, hicieron que los precios del barril llegaran a superar la cota de 128 dólares, sus máximos de los últimos 14 años.

Los inversores apuestan por que la guerra iniciada por Vladímir Putin no será larga / EFE

Aumento de la producción

Cabe recordar que Rusia es el mayor productor de petróleo del mundo entre aquellos que no forman parte de la OPEP y que, por ello, lidera también ese grupo de países que se sienta a la mesa con los representantes del cártel para negociar la estrategia en cuanto a bombeo en función de las circunstancias del mercado.

Aunque la guerra sigue su curso y no han cesado los ataques del ejército ruso, la situación en los mercados de materias primas vuelve poco a poco a la normalidad, en un contexto en el que, al menos, ha habido contactos diplomáticos entre Rusia y Ucrania para tratar de alcanzar un acuerdo de alto en fuego (por ahora, en vano). No obstante, uno de los puntos fundamentales fue el acuerdo de los grandes productores para el incremento de la producción en 60 millones de barriles, al que se sumo la propia Rusia, para evitar que la escalada de precios siguiera distorsionando los mercados.

Un 16% más

En los surtidores de combustible se ha recorrido el camino de ida pero no el de vuelta. Las gasolinas han batido récords históricos prácticamente a diario desde que comenzaron los ataques rusos a objetivos ucranianos, hasta el punto de superar por primera vez la barrera de dos euros por litro en el caso de la de 98 octanos.

A partir del inicio del conflicto bélico, los precios de los carburantes se han incrementado un 16%; durante los últimos días, cuando los contratos de futuros sobre el barril de crudo han experimentado la rebaja citada más arriba, los costes de la gasolina se han estabilizado en zona de máximos, sin apenas variaciones a la baja.

Componente fiscal

El último dato sobre el precio medio de la gasolina de 95 octanos en España es de 1,86 euros por litro, apenas un céntimo por debajo del máximo de todos los tiempos registrado hace escasos días.

El componente fiscal en el litro de gasolina añade se componente de estabilidad por el que el movimiento de los precios de los combustibles no sigue exactamente el ritmo de los mercados de materias primas.

Evitar males mayores

Como prueba, el Gobierno ha anunciado en las últimas fechas una próxima rebaja en los impuestos sobre este tipo de productos ante la extrema situación en la que se encuentran colectivos como los transportistas, que ya han iniciado algunos paros en señal de protesta, o como los agrarios, que se manifestarán próximamente con la exigencia de soluciones.

Aunque aún se desconoce el momento en que aplicará la rebaja y la cuantía, lo cierto es que es la herramienta más poderosa y eficaz para controlar la subida de los carburantes debido precisamente al elevado peso del componente fiscal.

Paralelismo con las aerolíneas

Tampoco conviene olvidar que habitualmente se registra un cierto decalaje temporal a la hora de actualizar las fluctuaciones de los precios del petróleo a los de los combustibles por parte de los distibuidores, dado que los aprovisionamientos se realizan a través de contratos de futuros.

Algo similar sucede con las compañías aéreas y los precios de los billetes, en los que repercuten las variaciones de los carburantes, uno de los componentes fundamentales de sus estructuras de costes; el hecho de que los aprovisionamientos se hagan cada seis meses, en función de las temporadas de verano e invierno en el que dividen sus ejercicios, hace que en ocasiones no coincida exactamente el ajuste en los precios de los pasajes con las fluctuaciones en los mercados de materias primas.