La opa turca acaba con las opciones de una fusión BBVA-Banco Sabadell
La apuesta de la entidad que preside Carlos Torres por su filial Garanti cierra las puertas de una operación que no se había descartado del todo después de la ruptura de negociaciones del 2020
16 noviembre, 2021 00:00El anuncio por parte de BBVA del futuro lanzamiento de una opa para comprar la parte del capital del turco Garanti que no está en su poder, algo más del 50%, deja definitivamente aparcada la posibilidad de una eventual fusión con Banco Sabadell. La operación que estaba viva incluso después del pasado verano, pese al fracaso de las conversaciones formales que las entidades abordaron hace un año.
Era la integración que la mayoría del sector financiero veía como más probable e incluso más sencilla tras el acuerdo que alcanzaron en septiembre de 2020 Caixabank y Bankia para unir sus destinos. El cantado inicio de la negociación entre ambos consejos dio la razón a analistas y expertos y ratificaba la “lógica” de la maniobra. Pero, al menos a medio plazo, no será posible.
Puertas abiertas
En la actualidad no existía ni siquiera un acercamiento entre BBVA y el Sabadell para volver a abordar una fusión. Sin embargo, la operación no había desaparecido del todo del radar de ambos. La ruptura de las conversaciones a finales de noviembre de 2020 tuvo un elemento principalmente económico, una falta de acuerdo en cuanto al precio y las valoraciones. Sin embargo, en los racionales del proyecto las posturas estaban mucho más próximas.
Desde entonces, ambas entidades han insistido en que se trataba de una historia pasada y terminada; sin embargo, las puertas no quedaron del todo cerradas. En los últimos meses han sido frecuentes los rumores de mercado sobre conversaciones informales con vistas a poder retomar la idea.
Los parabienes del BCE
Más allá, el buen comportamiento de ambos en bolsa, con diferencia los dos títulos más revalorizados del sector en los últimos 12 meses, fue asociado en ocasiones a la existencia de contactos informales para explorar las posibilidades de retomar la unión.
Ya incluso antes de que finalizara 2020, con el intento fallido aun muy reciente, numerosos analistas y bancos de inversión apostaron por un segundo capítulo. Y, además, la operación contaba con los parabienes del Banco Central Europeo (BCE), aunque en el caso del Banco Sabadell, el regulador le veía como un candidato ideal para una de esas fusiones transfronterizas por las que aboga y que cada día parece más complicado que se den.
Una apuesta de más de una década
Sin embargo, las posibilidades que aún quedaban para que la tercera gran fusión financiera española se llevara a cabo (tras las de Caixabak-Bankia y Unicaja Banco-Liberbank) han quedado enterradas con la operación que abordará BBVA en Turquía, para la que ha comprometido algo más de 2.200 millones de euros.
La entidad que preside Carlos Torres adquirió un 25% del capital del primer banco turco hace más de diez años, aun bajo la presidencia de Francisco González, en una maniobra que sorprendió al mercado por lo que suponía de apuesta casi transgresora por un mercado emergente como el del país otomano, con grandes potenciales pero también evidentes riesgos.
Oportunidades
La adquisición de sucesivos paquetes de títulos dejaron al banco con sede en Bilbao al borde del 50% del capital de Garanti, cuyo traspaso le obligaría a lanzar una opa por el 100%. En este punto, BBVA decía sentirse cómodo con su papel como primer accionista de Garanti que, además, le permitía ya consolidar la totalidad de la entidad en sus resultados, sin necesidad de avanzar más.
La venta del negocio de BBVA en EEUU, anunciada hace un año y cerrada poco antes de este verano, cambió el escenario y abrió un abanico de posibilidades al banco a la hora de encontrar destino a un exceso de capital generado que superaba los 600 puntos básicos.
Valor para el accionista
Fue entonces cuando todas las miradas se dirigieron a Banco Sabadell, incluidas las del consejo que lideran Torres y el consejero delegado, el turco Onur Genç. Su nombramiento como mano derecha del presidente en 2018 fue interpretado ya en su día como un claro refuerzo de la apuesta del BBVA por Turquía, al margen de movimientos corporativos y compras de acciones.
En sus intervenciones públicas durante las conversaciones de fusión con la entidad que preside Josep Oliu, Genç insistió mucho en la necesidad de aplicar criterios de prudencia en la operación y dar el paso definitivo únicamente en el caso de tener la completa seguridad de que aportara valor para el accionista.
Partidarios y detractores
Por entonces, se habló de una división interna en el consejo del BBVA entre partidarios de ejecutar la fusión y detractores, encabezados precisamente por el ejecutivo otomano; un extremo que fue negado por la entidad.
Sea como fuere, la operación se fue al traste y quedó guardada en un cajón al que ahora se ha añadido una cerradura de máxima seguridad.