La “demagogia fiscal” de Ayuso con los impuestos propios
Los expertos fiscales señalan que para Madrid los ingresos por los tributos propios apenas representan nada y que Ayuso solo busca su proyección personal
3 septiembre, 2021 00:00Una comisión de expertos ultima sus trabajos para poner en pie un nuevo modelo de financiación autonómica. La ha impulsado el Ministerio de Hacienda. Y a pocas semanas de ofrecer un primer informe, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acaba de lanzar un poderoso mensaje: elimina los dos únicos impuestos propios de la comunidad. “Es demagogia fiscal, con un mensaje político, para proyectarse personalmente”. Lo señala el economista José Carlos Díez, al recordar que esos dos tributos solo recaudaban 3,5 millones de euros, el 0,02% del total de los ingresos de la comunidad.
El debate sobre la financiación de las comunidades autónomas cobra con esa decisión un nuevo giro. Fuentes conocedoras de los trabajos de la comisión del Gobierno señalan que el mensaje de Ayuso tendrá una respuesta negativa, con la idea de que cuando se negocien los nuevos fondos para las autonomías, Madrid no podrá aparecer como la gran perjudicada o la que reivindica con mayor énfasis nuevas partidas. Se trata, además, señalan, de una de “deslealtad” con el resto de comunidades y se “desdeña” el autogobierno.
Madrid "se lo puede permitir"
Díez recuerda una cuestión y es que Ayuso puede prescindir de los recursos que aportan los tributos propios, --o de los que pudiera crear-- porque el Gobierno de Mariano Rajoy subió el IVA tres puntos en 2012. La Comunidad de Madrid, con bases imponibles más altas, se benefició en gran medida de ese alza, al compartir el 50% del impuesto con el Gobierno central. Lo mismo sucede con el IRPF. Con estas dos tasas, compartidas entre administración central y autonómica, Madrid dispone de suficientes ingresos.
Sin embargo, el mensaje tiene un mayor calado político que económico. Lo señala Ernest Reig, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de València, que ha dirigido, junto con Francisco Pérez García, catedrático emérito de la UV, en el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), un amplio estudio sobre los efectos económicos de las políticas aplicadas en la comunidad de Madrid: capitalidad, economía de conocimiento y competencia fiscal. “Madrid se lo puede permitir, pero no otros territorios, que, aunque pudieran subir sus impuestos propios o crearlos, necesitan de transferencias de otras autonomías por su menor desarrollo económico”.
Ayuso y Casado, en la misma senda
El mensaje, por tanto, es que la autonomía política “no le interesa a Ayuso”, que juega a otra liga, a la de la política nacional para poder liderar en su momento el PP. De hecho, ya aspira en estos momentos al liderazgo del PP de Madrid. La cuestión es que Ayuso en el terreno fiscal no está sola, porque también Pablo Casado, el presidente del PP, ha pedido la supresión de los impuestos propios de las comunidades autónomas. Lo ha hecho esta misma semana desde Barcelona, y hace unos meses desde la sede del Círculo de Economía. Los expertos, sin embargo, señalan que sin autonomía financiera no existe la autonomía política. ¿Quiere el PP eliminar el Estado autonómico, o que las comunidades se transformen, simplemente, en mediadoras de los recursos del conjunto del Estado?
Reig no se pronuncia sobre ello, pero considera que las preocupaciones de Madrid y del resto de autonomías “parecen cada vez más distantes”. La posición de los expertos valencianos es, en estos momentos, determinante, porque el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha planteado una batalla directa con Madrid al reclamar un nuevo modelo de financiación que sea “más justo” y que elimine o disminuya las “ventajas del efecto capitalidad”.
Cada vez menos impuestos
Ayuso se ha limitado a difundir su mensaje político, insiste José Carlos Díez. Ha eliminado el impuesto sobre las máquinas tragaperras en locales de hostelería autorizados, que había quedado obsoleto tras la creación del impuesto estatal sobre el juego. Y ha hecho desaparecer el impuesto sobre el depósito de residuos, destinado a la protección del medio ambiente, que quedará superado por el impuesto estal que va a poner en marcha el Gobierno central. Por el primer tributo ingresaba 1,2 millones de euros, y por el segundo, en 2020, recibió 2,2 millones de euros. Y elimina también el impuesto sobre Actividades Económicas, que, de hecho, ya no operaba desde 2009.
En el horizonte inmediato, Ayuso pretende rebajar medio punto el IRPF en su tramo autonómico y aplicarlo ya en 2022. Con todo ello, Madrid será la única comunidad sin tributos propios. Cataluña cuenta con el mayor número, un total de 15, aunque no obtiene grandes recursos por ellos, ya que suponen el 2,7% de sus ingresos fiscales totales. Andalucía dispone de ocho y Extremadura cinco.
Vientos en contra de la bajada de impuestos
¿Se ahondará la diferencia entre Madrid y el resto de autonomías? Ernest Reig recuerda el estudio realizado por el IVIE, con una idea central: “El crecimiento de Madrid, por muchos factores, está dejando atrás al resto de autonomías, con prácticas como la competencia fiscal, aunque también por su capacidad de atracción por su oferta educativa y profesional”. Se trata de un mundo al margen del resto, que, tras el Covid, podría resultar una palanca de crecimiento enorme, en función de las nuevas inversiones que pueda atraer.
Sin embargo, los trabajos de la comisión impulsada por el Gobierno van en otra dirección. Y también los organismos internacionales. Los expertos en Hacienda Pública insisten en que los vientos “no son favorables al recorte de impuestos, al revés, y lo que se pide es una mayor corresponsabilidad por parte de todas las administraciones”.