Un chico, leyendo un libro bajo la luz de una lámpara / JESÚS HELLÍN (EP)

Un chico, leyendo un libro bajo la luz de una lámpara / JESÚS HELLÍN (EP)

Business

La “recurrente” subida de la luz, ¿coyuntura invernal o abuso?

El temporal de nieve ha encarecido como nunca el consumo eléctrico, cuyo coste pasa de mínimos históricos durante el confinamiento a estar por las nubes

13 enero, 2021 00:00

“Es invierno, y de forma recurrente sube la luz, porque se dan muchos condicionantes”. Lo señala el experto en energía Antonio Turiel, que lleva tiempo asegurando que las energías renovables no serán suficientes para cambiar de forma sustancial el mix energético. Y con un temporal de nieve, todavía menos, “porque ni la fotovoltaica ni la eólica pueden aportar a ese mix”, añade. ¿Pero qué es lo que ocurre con la energía eléctrica, con esos precios elevados que la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño ve solo como algo coyuntural?

El precio de la luz se ha disparado en el comienzo del año, y ha alcanzado los 18,39 céntimos por kilovatio hora (KWh) con la tarifa regulada o PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). Hace un año, ese precio era de 13,32 céntimos. Son los datos que ofrece Facua-Consumidores en Acción para explicar que el aumento es notable. La fluctuación del último ejercicio ha propiciado que el coste de la energía marcase un hito durante el confinamiento, pero en este caso por una rebaja histórica en el coste debido a que la demanda cayó en picado al paralizarse todas las actividades productivas, las que más potencia consumen.

 

 

Durante enero el precio de la luz ha alcanzado los 18,39 céntimos por kilovatio hora (KWh) / CG

Precio medio del kWh para el consumidor en España en céntimos de euro / FACUA

Precio medio del kWh para el consumidor en España en céntimos de euro / FACUA

Esto ha cambiado en la segunda mitad del ejercicio y de forma especial en el tercer trimestre, hasta llegar a la escalada actual. Pero para entender a qué es debido y poder contestar con argumentos la cuestión se debe comprender los entresijos de una metodología europea para fijar el precio de la energía que, en teoría, debería buscar el equilibrio entre la oferta y la demanda. Afirmar que esto se cumple es difícil ya que, tal y como denuncian los expertos consultados, el sistema peca de ser opaco

¿Por qué ahora la subida?

A pesar de la crítica a la “complejidad del sistema”, sí se tienen en cuenta los argumentos de la ministra Calviño y de Red Eléctrica que, en su cuenta de Twitter, constata lo que, a su juicio, ha ocurrido: “El precio lo marca un sistema informático que casa las ofertas a nivel europeo, y en el que influyen la situación extraordinaria de alta demanda por la ola de frío, la moderada producción de renovables y los precios internacionales del gas”. Y, principalmente, se defiende ese mayor coste del gas, vía Argelia. Lo apunta Turiel y también lo admite el economista Jorge Fabra Utray, de Economistas Frente a la Crisis.

Pero ese sistema informático, un algoritmo, también lleva los precios a la baja, como ocurrió durante el pasado ejercicio, en 2020. El precio medio fue el más bajo en más de 15 años, y así lo destaca Antonio Turiel. Con una menor aportación al mix energético de las renovables, el mercado recurre a energías más caras, como las centrales térmicas de carbón o de ciclo combinado, que tienen el gas como principal fuente de alimentación, y que se ha encarecido por la fuerte demanda en toda Europa. De hecho, el fenómeno que se ha producido en España es el mismo que en otros países del entorno europeo o de Japón, con fuertes subidas, como destaca Turiel.

¿Cómo se fija el precio?

Fijar el precio de la energía es lo más complejo. Se realiza a través de un proceso complicado de casación en el que todas las empresas que generan la electricidad y las comercializadoras dan a conocer sus ofertas para cada hora del día siguiente. Y la oferta y la demanda determinan el precio. Una de las cuestiones, como explican los expertos, es que el precio viene marcado de forma determinante por la última entrada del Kwh. Si éste es muy caro, el coste de toda la oferta será cara, sin hacer una media de toda la energía que ha ido entrando antes.

A lo largo de 2020, con una menor demanda y con aportaciones elevadas de energía por parte de las renovables, se logró una reducción notable de los precios. Esas energías verdes no habían participado de forma tan elevada en el mix energético desde 2007, según los registros de Red Eléctrica, al representar el 44% del total.

La demanda eléctrica se desploma en noviembre / EP

La demanda eléctrica se desploma en noviembre / EP

¿Qué contiene el recibo?

Una cuestión no menor en el alza de los precios ahora es que los derechos de emisión de CO2 han subido y las empresas eléctricas lo incorporan en sus ofertas, aunque haya fuentes de energía que no necesitan esas compras de derechos, como apunta Jorge Fabra. Todo ello supone un sobrecoste añadido.

Las eléctricas, en todo caso, se defienden al señalar que en la factura de los consumidores se incorporan más cosas. Y es que el consumo sólo supone entre un 35% y un 40% del coste que se marca en el recibo. Cuando baja la energía, el coste no baja a la misma velocidad en el recibo de la luz, y ocurre lo mismo cuando se llena el depósito de combustible del coche.

¿Y qué hay en ese recibo? Están los llamados costes fijos de los peajes, para pagar la distribución, e impuestos como el IVA y el de la electricidad.

Mercado regulado y libre

En todo caso, no todos los ciudadanos pagan lo mismo. Todo lo que se apunta hace referencia a la tarifa regulada, la que se conoce como PVPC. El coste de la electricidad viene dado por todas esas características señaladas. Pero los ciudadanos que han contratado una comercializadora en el mercado libre pagarán por lo fijado y acordado con esas empresas. Y puede ser que sea más bajo.

Para Jorge Fabra, la cuestión del invierno, de la mayor demanda y del aumento del precio del gas hay que tenerla en cuenta. Pero, a su juicio, el problema real es “la regulación del mercado de la electricidad establecida en la Ley 54/1997 del sector eléctrico”, con un sistema muy complejo que impide saber “los costes reales”.

¿Cómo influyen los costes de emisión?

Uno de los hechos que critica Fabra es el coste de los derechos de emisión para las centrales de gas. Éstas recuperan ese coste variable a través del precio que ellas mismas fijan en las ofertas que hacen al mercado.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas / EP

El consejero delegado de Endesa, José Bogas / EP

Pero, según Fabra, y como ha difundido Economistas frente a la Crisis, “el precio de esos derechos de emisión, comprados por las centrales de gas, los cobran, vía precio de mercado, todas las centrales, también las no emisoras: nucleares e hidroeléctricas que no han tenido que comprar ningún derecho para emitir porque, sencillamente, no emiten gases contaminantes. Esto quiere decir que cuanto más suban los derechos de emisión más pagan los consumidores por la energía de las centrales nucleares, hidroeléctricas y renovables al mercado, curiosamente propiedad --salvo porcentajes irrelevantes-- de las tres grandes empresas eléctricas y de gas: Endesa, Iberdrola y Naturgy".

Lo que señala Jorge Fabra, en todo caso, es que la regulación existente es la de los Gobiernos del PP y que no se entiende que ahora sea el PP quien pida la comparecencia de los ministros del Gobierno responsables: Transición Ecológica y Consumo.