
Un vecino, delante del nuevo restaurante Fonda Puig, que cogerá el relevo de Fermí Puig
El restaurante de Fermí Puig reabre con el chef de los Gay de Montellà
Josep Maria Masó, cocinero de la 'familiy office' de la saga del expresidente de Foment, pilota el nuevo establecimiento
Se llamará Fonda Puig, y nace sin Jaume Roures, Màrius Carol ni Jordi Basté en el accionariado
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El icónico restaurante de Fermí Puig reabrirá en el 175 de la calle Balmes de Barcelona, junto a la avenida Diagonal y el Círculo Ecuestre, con el chef socio de la familia Gay de Montellà al mando.
Fonda Puig echará a andar en los próximos meses de la mano de Josep Maria Masó, cocinero de la family office de la familia del expresidente de Foment del Treball, y sin Jaume Roures, Màrius Carol ni Jordi Basté en el accionariado.
Lo han confirmado fuentes cercanas al negocio, que ya está en obras. Se encuentra en plena reforma. Y se espera que arranque este año con el mismo espíritu que el cenador del malogrado Puig, la cocina catalana de autor, pero sin algún detalle, como el privado tematizado con el FC Barcelona que tenía en la parte trasera, y que presumía de tener partes auténticas del histórico campo de Les Corts.
De este modo, se despeja una de las equis de la gastronomía barcelonesa de nivel, ya que Fermí Puig cerró en mayo de 2024 con la jubilación del cocinero, que falleció un año después.
Proyecto de Masó con Bonada
Ahora, casi 12 meses después, el local reabrirá. Lo hará de la mano de Josep Maria Masó, chef de Tangana. Eso sí, el empresario se apoyará en un socio, Salvador Bonada, empresario afincado en la zona de La Cerdaña.
Ambos están relanzando el concepto para rendir homenaje al celebrado cocinero. Y, también, plantando la segunda pica de Masó en Barcelona, después de su establecimiento de la calle Riera de Sant Miquel.
Roures, Carol y Basté "ya no están"
Eso sí, la nueva iniciativa empresarial no incorpora a tres de los accionistas que apoyaban la anterior de Puig. Son el empresario audiovisual Jaume Roures, ahora en Abacus, y los comunicadores Màrius Carol -que fue director de La Vanguardia- y Jordi Basté, director de El Món a RAC1 en la emisora homónima.
Los tres inversores, que apoyaron el proyecto del creador de Drolma y divulgador de cocina catalana en la calle Balmes desde su inicio, han reclamado la concesión de la cruz de Sant Jordi a título póstumo.
Hubo, eso sí, algunas cuitas, como un concurso de acreedores forzado por unas deudas de poca cuantía, como explicó este medio.
Fallecimiento
El punto de referencia foodie había abierto en 2013 y operó hasta el año pasado, cuando el propio Puig anunció en RAC1 que cerraba el negocio por jubilación. Fue un auténtico golpe a la cocina barcelonesa, pero la peor noticia estaba por llegar.
Pasó en julio, cuando se comunicó el fallecimiento de Fermí Puig a los 65 años de edad por complicaciones de un cáncer. Figuras públicas de la política, la economía y la sociedad civil recordaron las notables aportaciones del maestro de los fogones a la gastronomía catalana.
Masó, chef de los Gay de Montellà
Ahora, un amigo del chef devuelve a la vida el local para, también, rememorar la trayectoria de la colosal figura que lo guio durante 11 años. Josep Maria Masó es chef gerente de Tangana, uno de los negocios de cabecera de Estram, el hólding que preside Joaquim Gay de Montellà, expresidente de la gran patronal catalana.
La inversora la dirigen sus hijos, Jorge y Joaquín, y cuenta con un brazo gastronómico que opera bajo la marca de Grupo Trapío, y que presume de tres localizaciones en Barcelona: Trapío, Alrevés y el propio Tangana. Amén de otras cuatro en Girona y masías y viñedos, liderados por la masía vinícola Torre del Veguer, en Sant Pere de Ribes (Barcelona).
La futura Fonda Puig, no obstante, es un proyecto de Masó en solitario que impulsa con el apoyo de Bonada.