Grupo de Imserso en uno de los balnearios de España / EFE

Grupo de Imserso en uno de los balnearios de España / EFE

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Balnearios secos

El Imserso tiene registradas 168.000 solicitudes, pero hay miedo en los usuarios e incertidumbre en el sector tras la crisis sanitaria

29 junio, 2020 00:00

Lo que no logró ahogar ninguna guerra en dos siglos, lo hará el Covid-19 con uno de los sectores más longevos y exquisitos: los balnearios. No está claro cuántos abrirán sus puertas en julio para particulares, ni para el programa del Imserso por el que llegan miles de mayores buscando las aguas termales y la tranquilidad de estos centros sanitarios y de recogimiento.

El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no descarta pero tampoco confirma si abrirá en breve el histórico programa de termalismo, que cumple 28 años y mueve 202 millones de euros anuales. Según el Gobierno, sostiene tradicionalmente más de 15.000 empleos entre directos e inducidos.

Economía y riesgo

En años anteriores, las solicitudes en los 105 balnearios de 13 comunidades autónomas rondaron las 230.000. La presente convocatoria de 208.500 plazas, para cubrir de enero a diciembre, quedó congelada en 167.899 solicitudes tras el aterrizaje del coronavirus. Muchas de ellas se hicieron antes de febrero y algunos figuran entre los más de 20.000 decesos, según las cifras oficiales.

Los empresarios se debaten entre la necesidad económica y el riesgo de exponer al virus a la población más vulnerable. “Volver a abrir en las actuales circunstancias sería un gran riesgo, porque volver a cerrar por un brote sería un auténtico desastre”, simplifica un empresario aragonés.

Miedo y largas

De acuerdo con los registros del Ministerio, la mayoría de los beneficiarios del programa tiene una edad media superior a 70 años. Son el grupo de mayor riesgo y más temeroso ante el virus.

Con la pandemia controlada, el grupo del Hervidero de Cofrentes (Valencia) ha preguntado a los clientes con reservas para julio y agosto. Ninguno ha contestado que tenía las maletas preparadas. Un 10% pidió que le llamaran dentro de un mes, el 35% dijo que irían en el último trimestre si iban bien las cosas, y el resto da largas y lo deja para el año que viene.

Abriendo puertas

Los usuarios del programa han aprendido que el servicio que reciben es un tercio más barato que si fueran particulares. Pagan un máximo de 471,8 euros. Sin la financiación oficial muchos no podría costeárselo. Conclusión: el programa aporta más del 75% de los clientes a muchos balnearios, según cálculos del propio sector, que reconoce una enorme dependencia de él.

Numerosos instalaciones termales están abriendo sus puertas para clientes particulares. Buscan alternativas al Imserso con ofertas a menores de 60 años como acompañantes. El Grupo Caldaria en Orense piensa hacerlo en julio. También los famosos de Panticosa (Huesca), Puente Viesgo (Cantabria), Baños de Montemayor (Cáceres), Ledesma (Salamanca), de la Concepción (Albacete) o de la Virgen en Jaraba y Pallarés en Alhama de Aragón (Zaragoza)..

Indicaciones imprecisas

Todos piden la colaboración de las administraciones y se quejan de que no disponen de indicaciones claras sobre cómo funcionar, como la directiva publicada por el  gobierno de Portugal. Hasta ahora todo son recomendaciones. Esperan normas más precisas en el BOE y los boletines oficiales de las comunidades.

 “Tratar de aplicar la normativa de los hoteles no tiene sentido, porque los servicios comunes son nuestra esencia y en principio deberían permanecer cerrados. El aforo del 30% supondría otra limitación imposible", advierten empresarios extremeños. Explican que reducir un tercio el número de clientes y luego desinfectar todo antes de dar paso a grupos pequeños de persona, añade imposibilidad y resulta ruinoso.

Dudas científicas

El informe del CSIC Cómo se transmite el virus en instalaciones dedicadas al baño define las condiciones necesarias de utilización de las aguas, pero carece de un estudio con muestras y análisis de los resultados. Recomiendan el baño en aguas cloradas, porque el cloro inactiva el virus, pero no deja claro que esto ocurra en aguas no cloradas o sulfurosas.

“No puede endosarnos la responsabilidad total de cómo se evita la transmisión del virus”, explican en la Asociación Nacional de Balnearios. Una parte significativa del sector asegura que solo abrirá si conoce las condiciones en las que el Imserso reabrirá el programa. Y,  de paso, se resuelve la continuidad de los ERTEs.

Futuro negro

La Asociación Valenciana de Balnearios ve negro el futuro. Su presidente, Xavier Marí, asegura que lo único claro es la incertidumbre. Se necesitará tiempo para adaptarse ellos y los clientes que no podrán actuar de la misma forma que lo hacían antes de la pandemia.

En esta y otras comunidades, el termalismo se asienta en zonas despobladas y poco comunicadas. Fue una oportunidad para activarlas económicamente pero, tras la crisis, las consecuencias serán difíciles de paliar.