Barnaclínic: desalojado y al servicio de la lucha pública contra el Covid-19
El Hospital Clínic Barcelona vacía su parte privada tras 30 años de funcionamiento y la coloca en la trinchera contra la pandemia
24 marzo, 2020 00:00El Clínic da ejemplo. El hospital que capitanea en Cataluña el combate contra el la pandemia del SARS-CoV-2, el virus que causa la infección Covid-19, ha intervenido, desalojado y puesto su parte privada al servicio de la batalla contra la enfermedad. Barnaclínic ha sido vaciado en su totalidad tras 30 años de funcionamiento, y es ahora una división más en el titánico esfuerzo que hacen este complejo sanitario y el resto de la sanidad española contra la también llamada neumonía de Wuhan (China).
Preguntada por la cuestión, una portavoz de la institución sanitaria de alta complejidad indicó a este medio la semana pasada que "si hicieran falta las instalaciones, estarán a disposición del sistema público". La misma fuente recalcó que el proceso, finalmente, se había completado ayer. "Las 14 camas están ocupadas por pacientes con Covid-19 y evidentemente para la sanidad pública", agregó. En efecto, el hospital de tercer nivel tocó a rebato la pasada semana y empezó a vaciar su ala privada, situada en la quinta planta del histórico edificio de la calle Villarroel de la Ciudad Condal. El trabajo de vaciado acabó el lunes. "Ya está desalojado y operativo", han confirmado médicos del consorcio que encabeza la lucha contra el Covid-19 en la autonomía catalana.
La parte privada del Clínic está lista para la lucha contra el Covid-19 / CG
Dormitorio e intendencia
Con esta decisión, el complejo sanitario que comanda Josep Maria Campistol ha hecho tres cosas a la vez. "Ha creado un compartimento estanco diferenciado del resto del hospital. Lo utilizan,de momento, para el descanso de los médicos, que están realizando jornadas maratonianas. También se emplea como unidad de apoyo para otras tareas de intendencia", han explicado las mismas fuentes. En segundo lugar, la ciudad sanitaria ha tranquilizado a su plantilla, cuya representación sindical pidió en reuniones internas de las últimas semanas intervenir Barnaclínic con arreglo al decreto 463/2020 de estado de alarma.
En tercer lugar, el Clinic ha silenciado a sus críticos, que en las redes sociales y otras plataformas propicias para las noticias falsas o fake news difundían ayer el bulo de que el dispositivo debía ponerse al servicio de lo público. "Es que ya lo está. Cuando hay que criticar se critica, solo faltaría, pero la gestión de la gerencia del Clínic con Barnaclínic en esta crisis es acertada. La semana pasada quedaban tres pacientes. Desde ayer ya está al 100% al servicio del resto del hospital", han indicado jefes de área que han preferido no revelar su nombre.
Punta de lanza con 200 positivos
Fuentes del sector sanitario han recordado que el uso de Barnaclínic era también lógico por cuanto el hospital, que hace las veces de punta de lanza y laboratorio de referencia en la lucha contra la pandemia en Cataluña, se encuentra en una situación de "estrés". Al ritmo actual y con unos 200 sanitarios noqueados por el virus, se prevé que el centro sanitario con más laureles de la región y uno de los mejores de España llegue a su límite a lo largo del fin de semana. "Es muy posible que nos plantemos el próximo lunes, 30 de marzo, con un hospital dedicado solo a Covid-19", han indicado fuentes conocedoras. Ello es así porque el hospital ya está derivando a pacientes de urgencias no relacionados con el coronavirus al circuito privado. Ni de esta manera está consiguiendo liberar espacio para lidiar con el alud de casos de infecciosos tras exponerse al patógeno.
En el plano económico, la decisión de nacionalizar --al menos temporalmente-- Barnaclínic, una sociedad mercantil segregada del Hospital Clínic Barcelona que tiene cuentas propias, pone fin a 30 años de debate sobre el encaje de este dispositivo de salud en la sanidad catalana. La unidad, que facturó 15 millones de euros y ganó cerca de 330.000 euros en 2018, último ejercicio con las cuentas disponibles en el Registro Mercantil, funciona a la vez como espacio de retención de talento médico del consorcio y mascarón de proa para sanear las maltrechas cuentas de la ciudad sanitaria, que sufrieron, como el resto de la sanidad concertada, el hachazo que propinó la antigua CiU al presupuesto del Departamento catalán de Salud y su aseguradora pública, el Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut).