Repsol y Santander, las empresas que mejor vieron el frenazo económico

La desaceleración económica que vive Europa es un hecho. Basta con observar los principales indicadores nacionales, europeos y mundiales. Mientras Alemania coquetea con la recesión, los datos del paro en España se hunden hasta registros nunca vistos desde la crisis. A su vez, las previsiones de crecimiento del PIB cada vez se recortan más.

Recordemos que el Gobierno revisó este martes sus previsiones para 2020 y admitió un ligero enfriamiento de la economía. El Ejecutivo de Pedro Sánchez rebajó al 1,6% el crecimiento del PIB en nuestro país. Esta modificación se alinea, por tanto, con el pronóstico anunciado hace unas semanas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Las grandes firmas

En este contexto, las mayoría de las grandes instituciones que analizan el crecimiento de la economía española fallaron en sus cábalas y no supieron ver la desaceleración. En el estudio Diana Esade 2019 se recoge que la previsión media de los analistas era del 2,3% cuando, finalmente, se quedó en un 2%.

De dicho informe se indica que Repsol y Banco Santander fueron las dos instituciones que más se acercaron a los datos reales de crecimiento. Ambas vaticinaron un avance del 2%, seguidos de Funcas y el Fondo Monetario Internacional, que tuvieron una desviación de 0,2%.

Tasa de paro

Por otra parte, en la tasa de paro sí que se acercaron más a la realidad los analistas españoles, ya que la diferencia entre la media de éstas y el dato oficial de la EPA es de menos de 0,1 puntos.

Las instituciones que más se acercaron fueron el Gobierno, la Comisión Europea, la OCDE, la Cámara de Comercio de España, el Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE) y Equipo Económico han acertado plenamente la tasa de desempleo que se reflejaba en la última edición de la EPA para 2019 (13,8%).

Creación de empleo

Por otra parte, la Diana Esade ha examinado la previsión en cuanto a la creación de empleo por cada punto que pudiera crecer la economía de dichos analistas. Es decir, la elasticidad.

Durante el año pasado, el ratio de la elasticidad real fue de 1, mientras que el esperado era de 0,8. La institución que más se acercó fue la CEOE que clavó el resultado.