Ricardo Urgell, fundador de Pachá / CG

Ricardo Urgell, fundador de Pachá / CG

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La vuelta de Ricardo Urgell: "Vender Pachá fue el peor error de mi vida"

El fundador de las discotecas de las dos cerezas se rebela contra el fondo buitre que compró su compañía por 350 millones en 2017

2 febrero, 2020 00:00

Vuelve Ricardo Urgell, si es que algún día se fue. El empresario, socialite y fundador de Pachá (Barcelona, 1937) ha superado el luto de vender la marca de discotecas de las dos cerezas y se prepara para rebelarse contra Trilantic Capital, el fondo buitre que ha hundido la compañía. Habla con Crónica Global a caballo de su querido Sitges y la isla de Ibiza, donde su ruptura con el marca es tal --conserva un pequeño porcentaje de acciones- que "ya ni va a los consejos de administración".

A Urgell, arquitecto de la noche española, nadie le engaña. Ha tenido dos años para seguir de cerca la gestión del fondo buitre al frente de Pachá desde que la vendió en 2017 por la friolera de 350 millones de euros. ¿Cómo la ve ahora? "Me hace sentir mal cada día cuando piso la calle, las gentes con las que me encuentro me dicen: Ricardo, Pachá ya no es lo que era. Y eso me sienta como un tiro, es como si a un padre le hablas mal de un hijo o una hija", se queja amargamente.

'McDonalización' de la marca

Al hombre que lo fue todo en la noche nacional e incluso mundial le molestan cosas. Examina, analiza y no ve resultados. "Me siento mal cuando me dicen que han reformado la discoteca y ahora carece de magia pasando a ser una discoteca [de Ibiza] del montón. Me siento mal cuando me hablan del Flower Power, una fiesta que era icónica de Pacha Ibiza y de las mas rentables. Me siento mal cuando me entero de que después de casi tres años la expansión que prometían se reduce a dos tiendas nuevas, una en Formentera y otra en el aeropuerto de Ibiza, que por cierto ya existía y mejor situada".

Tiene más cargas de profundidad contra los hombre de traje que conducen ahora Pachá. "Me siento mal cuando me entero de que se están vendiendo activos de la compañía como el hotel Pacha, de lo que me enteré por la prensa. Por los medios también me enteré de que intentaban hacer un ERE".

Imagen del reformado Pachá Ibiza, situado en la isla balear / CG

Imagen del reformado Pachá Ibiza, situado en la isla balear / CG

Si bien colocó la enseña a Trilantic, y éstos al gurú de la noche Nick McCabe al timón desde 2017, el fundador no se ha descolgado. Trató de fiscalizar la gestión de los ex de Lehman Brothers y de McCabe para salvaguardar el prestigio de la marca fuera de España. "Una vez realizada la venta tomaron el timón solitos, pusieron la sexta, y tomaban decisiones sin tener el detalle de simplemente consultarme, iba cada día a las oficinas y ya no entraban en mi despacho para nada". Se hartó. "Viendo que conmigo no contaban cogí algunas de mis cosas y me marché con una tristeza difícil de explicar", resume.

La vuelta de Ricardo Urgell

A sus 82 años, Urgell prepara su regreso. Poco se sabe de su contraofensiva, él no suelta prenda. Pero hay movimientos en el mundo del ocio nocturno. Y él, con su colosal agenda, está en el centro de la movida. ¿Recomprará? "Paso palabra", suelta antes de guiñar un ojo. Lo que sí se conoce abiertamente es su dolor. El arquitecto de la noche se arrepiente de haber colocado Pachá a un fondo de capital riesgo.

"¿Sabes que me ocurrió inmediatamente después de producirse la venta? Pues que me di cuenta de que no me había desprendido de la empresa, sino que me había vendido la vida", reconoce. Admite que tuvo pesadillas y ansiedad. "Me decían que dejara pasar el tiempo, que era como un luto, y que había que pasarlo, pero transcurrían los meses y no mejoraba, todo lo contrario, además los acontecimientos y el rumbo que tomó la compañía tampoco ayudaban demasiado".

Ricardo Urgell (de pie), fundador de Pachá, con 'Willy' Serra, gerente de Promo Life y asesor del primero / CG

Ricardo Urgell (de pie), fundador de Pachá, con 'Willy' Serra, gerente de Promo Life y asesor del primero / CG

"Yo creo que cuando los fondos compran una empresa hacen una gran labor en materia de organización, financiera y de control que es la parte que han estudiado y en la que se desenvuelven perfectamente. Pero hay negocios, no todos, que tienen temas que no se pueden decidir por mas excels ni algoritmos que manejes. En mi opinión, cuando compraron creyeron que este negocio era facilísimo, llegando a pensar, por ejemplo, que si todos los que entraban por la puerta pagaban en la entrada, si reducían las invitaciones y controlaban a los empleados facturarían muchísimo mas. Así de fácil. Lo que no tuvieron en cuenta es que cada decisión que tomas suele tener una contrapartida, a veces negativa", sentencia.

"Ya ni voy a los consejos"

Ante esta situación, Ricardo Urgell está molesto y no lo esconde. "¿Que si les di consejos antes de entrar? Muchos, pero el principal fue que deberían invertir un año viendo cómo era el negocio, cómo es Ibiza, cómo se comportaban las competencias y demás. Pero desoyeron mi sugerencia y entraron a hacer lo que ellos consideraban que debían hacer".

Lo orillaron tanto que ya ni se presenta a los consejos de administración, pese a ser accionista. "Se convocan un par de veces al año, pero la verdad es que ir a un consejo que dura seis horas, con sus formalidades, sin tener oportunidad de aportar nada y, además, para que sea más difícil de entender se habla sólo en inglés desde que la compañía cambió de propietario", lamenta. "Me parece absurdo que se hable solo en inglés en una empresa de origen español.

Aspecto de la reformada Pachá Ibiza, que gestiona el fondo Trilantic Capital / CG

Aspecto de la reformada Pachá Ibiza, que gestiona el fondo Trilantic Capital / CG

El emprendedor, que rechaza jubilarse, reivindica su legado frente al fondo de inversión con sede en Nueva York (Estados Unidos). "La clave del éxito fue, primero, trabajar, segundo trabajar y cuando tenía un rato libre, trabajar más. Si es cierto que trabajar en algo que te apasiona, hacerlo con humildad y sobre todo con mucha ilusión te llena de satisfacción, y esa satisfacción me llevaba a seguir y seguir creando cosas", rememora.

¿Tuvo suerte? "La suerte no existe, hay que buscarla, pero quizás sí haya tenido un poquito de suerte, la suerte de estar en el sitio justo en el momento apropiado, o la de haberme tropezado con las personas idóneas en cada momento", asegura el hombre que abrió su primera discoteca en España en 1966. Fue en Sitges (Barcelona), en un local que permanece cerrado.

¿Reabrirá? "Cuando se produjo la venta, el Pachá de Sitges estaba incluido, si es cierto que antes de firmar intenté que lo sacaran de la venta, Lo intenté con todas mis fuerzas, pero no hubo manera de conseguirlo. La realidad es que ahora ya se puede abrir y dependerá de la propiedad actual el futuro que se le quiera dar".