Antoni Martí, presidente del Gobierno de Andorra, y una de las principales oficinas de BPA en el Principado

Antoni Martí, presidente del Gobierno de Andorra, y una de las principales oficinas de BPA en el Principado

Business

El fondo buitre JC Flowers toma el control de la antigua BPA

La AREB aprueba la venta de Vall Banc a los estadounidenses por 29 millones de euros que no se han desembolsado al completo

14 julio, 2016 19:52

El fondo buitre JC Flowers es desde este jueves el propietario oficial de Vall Banc, los restos de Banca Privada d’Andorra (BPA). El consejo de administración de la Agencia Estatal de Resolución de Entidades Bancarias (AREB) del Principado ha dado el visto bueno a la operación acordada el 21 de abril, que implica un pago de hasta 29 millones de euros.

Los estadounidenses no han desembolsado toda la cantidad. Han hecho un primer pago y ejecutará el resto de forma escalonada y siempre según la evolución del negocio.

Los accionistas mayoritarios de BPA, la familia Cierco, denunció el proceso y pidió a los tribunales de Andorra que frenasen la venta. Aseguraba que la colocación añadía un nuevo perjuicio económico a sus intereses, ya que están en pleno litigio por la toma de control de BPA por parte del Ejecutivo. La petición ha caído en saco roto. 

Felicitaciones de AREB

La formalización de la venta implica un relevo en la cúpula de Vall Banc. César Goyache y Fernando Vázquez dejan paso a Michael Christner y Cristoph Lieber, nuevo presidente y consejero delegado de la entidad, respectivamente.

Albert Hinojosa, presidente de AREB, ha manifestado que con la venta “se cumple punto por punto el plan de resolución de BPA que se aprobó en junio de 2015”. Ha sacado pecho de que con el proceso de saneamiento y colocación del banco “se optimiza el uso de los recursos públicos y se garantizan buenas perspectivas de negocio de Vall Banc, sus clientes y sus empleados fruto de la dilatada experiencia de JC Flowers en la gestión de entidades financieras”.

Fondo que no pudo entrar en España

Estas declaraciones han caído como un jarro de agua fría en los sectores más críticos con la operación. Hinojosa ha eludido comentar que la firma estadounidense no cuenta con buena carta de entrada en Europa.

De hecho, la experiencia previa en la gestión de entidades financieras le propició en su día que se le cerraran todas las puertas en España para intentar quedarse con alguno de los bancos que cambiaron de propiedad en el marco de proceso de reestructuración del sector financiero.

Mini 'corralito' vigente

El responsable de la AREB tampoco se ha referido a los clientes que se han quedado en medio del traspaso de activos, con las cuentas bloqueadas y acusados de blanqueadores de capitales debido a la pérdida de documentación. El mini corralito en el Principado sigue, especialmente con los productos fuera de balance que aún están en BPA. No se pueden traspasar a Vall Banc porque ninguna entidad quiere ejercer de banco emisor por las lagunas que presenta la operación.

Con todo, la venta ha recibido las autorizaciones preceptivas del Institut Nacional Andorrà de Finances (Inaf) y del Gobierno de Andorra, encabezado por Antoni Martí. Debían dar el visto bueno por la inversión extranjera que representa. El proceso de venta está pendiente de una resolución de los tribunales andorranos.