Glovo reparte en Barcelona desde un súper ilegal
La empresa de Oscar Pierre y Sacha Michaud compite con Amazon Prime desde unos bajos sin licencia de actividad en la Ciudad Condal
12 junio, 2019 00:00Glovo reparte en Barcelona desde un súper ilegal. La empresa de Oscar Pierre y Sacha Michaud compite con Amazon Prime desde unos bajos sin licencia de actividad en la Ciudad Condal. Lo denunciaron fuentes internas de la compañía, han abonado la tesis expertos consultados por este medio y lo ha confirmado el Ayuntamiento de Barcelona.
Un portavoz municipal ha señalado que en los números 120bis y 122 bajos de la calle Girona de Barcelona constan comunicados para una papelería y librería y una oficina. Es en esta dirección donde se ubica el almacén de reparto de SuperGlovo en Barcelona. El ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) ha recalcado que, pese a no existir un permiso notificado, no existe ningún expediente de disciplina abierto por actividad ilegal o sin permiso. Por su parte, la empresa no ha querido comentar la situación de su local de reparto. Sí lo ha hecho el ingeniero industrial y experto en aperturas de nuevos establecimientos, licencias de actividad, reordenación y adecuación según normativas Atanasi Jornet. "En un local de reparto puedes tener solo dos tipos de licencia. O venta al por mayor o venta al por menor", ha subrayado el profesional.
"No puedes repartir desde una oficina"
Según Jornet, especialista en locales de pública concurrencia, un almacén de reparto al por menor requiere "una licencia de tipo autoservicio, superservicio o supermercado, equivalentes a los epígrafes 12.12; 12.13; 13/2,5 y 13/2,6 de la Ordenanza municipal de actividades e intervención integral de la administración integral de Barcelona (OMAIIA) --consultar aquí--". Este tipo de permiso significaría que Glovo vende pequeñas cantidades a un enviado. "Sería una fórmula similar al de los antiguos recaderos. Para ajustarse a normativa, no obstante, los repartidores o riders deberían comprar siempre en establecimientos abiertos al público", ha aclarado Jornet.
Otra fórmula para legalizar el almacén de SuperGlovo en Barcelona sería que este establecimiento fuera de venta al por mayor. "En este caso, un repartidor o rider no puede comprar en él. Un almacén de venta al mayor puede sólo llegar a acuerdos entre empresas. Por eso, cuando uno acude a los grandes almacenes situados en Badalona (Barcelona) que abastecen a los bazares chinos de la Ciudad Condal, uno no puede comprar un bolígrafo o un CD. Porque el comprador puede ser un inspector. Y, en tal caso, tendrías un problema, pues el local puede trabajar solo de CIF a CIF o entre una sociedad mercantil y una institución: una escuela o una fundación por ejemplo", ha agregado el ingeniero.
"Un problema de salud pública"
Hay otra derivada. "Si Glovo está utilizando un comunicado de oficina o papelería para operar un supermercado, y es un local que tiene alimentos, sean estos fríos o en conserva, tenemos un problema de salud pública. Cualquier almacén en el que se guarde comida es susceptible de inspección. Si la empresa está operando su súper desde unos bajos sin permiso, nadie sabe que están allí. Ello implica que el control es cero. ¿Quién responderá si un producto está en mal estado? ¿De quién será la responsabilidad? ¿Del supermercado al que han adquirido el producto? ¿De ellos?¿ Del repartidor?", se ha preguntado el profesional.
Sin que este medio pueda cotejar la información por el silencio de Glovo, otra fuente que sí ha hablado son empleados de la empresa que fundaron Oscar Pierre y Sacha Michaud. "Siempre nos pareció muy extraño que la empresa trabaje de esta forma. Un almacén sin cartel ni rótulo que muestre su actividad en pleno centro de Barcelona", han indicado desde el anonimato. Ha denunciado también la plantilla deficientes condiciones laborales de los empleados que preparan los pedidos. No obstante y consultadas por este medio, fuentes de UGT señalado que, a tenor de las imágenes, no parece haber vulneración de riesgos laborales. Ha matizado el sindicato que ellos están "radicalmente en contra del modelo laboral de Glovo, pero que, a la luz de las imágenes aportadas, no parece haber quiebra de la normativa laboral" en el almacén de SuperGlovo. También la compañía lo ha rechazado. Ello contrasta con los procesos judiciales para probar la relación laboral entre los repartidores autónomos y Glovo, que los riders han ganado en el 50% de los casos. La propia UGT ha interpuesto una denuncia ante fiscalía por este asunto.
Estrenado en 2017
Cabe recordar que Glovo lanzó su servicio SuperGlovo en 2017. Aquel año, la plataforma anunció que metía un pie en el sector de los supermercados on line. Enfatizó la enseña que ofrecería llevar pedidos a los clientes por 3,90 euros en menos de una hora o en un momento determinado del día. Comenzó la nueva aventura empresarial en Barcelona, donde la tecnológica de Pierre y Michaud hizo hincapié en que pondría a disposición "siete puntos de recogida en supermercados colaboradores". En ningún momento anunció Glovo que tendría su propio almacén, algo que incumpliría la ordenanza municipal, según las fuentes consultadas.
Pensada para competir con colosos como Amazon, la start up barcelonesa prometió que sería capaz de llevar hasta nueve kilos a casa del cliente. Cifró la plataforma en "entre 1.500 y 2.000" las referencias de productos alimentarios que podría repartir a los usuarios mediante sus e-Glovers. Este portafolio se reparte en 17 categorías, que comprenden aperitivos salados, lácteos, dulces, refrescos o cafés y panadería, entre muchos otros. Estos productos pueden adquirirse las 24 horas del día y llegarán a casa del cliente a lomos de los repartidores en el tiempo prometido por la firma.