Pujan Koirala, el repartidor de Glovo que murió atropellado por un camión en Barcelona el pasado sábado / CG

Pujan Koirala, el repartidor de Glovo que murió atropellado por un camión en Barcelona el pasado sábado / CG

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La familia de Pujan Koirala: "Se fue vivo a Europa y nos lo devolverán muerto"

Los allegados del repartidor de Glovo que fue arrollado por un camión de la basura en Barcelona lloran su muerte: "Estamos destrozados. No entendemos nada"

30 mayo, 2019 00:00

Habla la familia de Pujan Koirala, el repartidor o rider de Glovo de 22 años que murió arrollado por un camión de la basura en Barcelona el pasado sábado por la noche. La familia Koirala se expresa desde Katmandú (Nepal). Rechaza hablar directamente con este medio, pero sí transmite su dolor por vía de dos intermediarios: Luis Belvís, cónsul general de Nepal en Barcelona, y Chinta Mani Sapkota, presidente de la Non-Resident Nepali Association en España.

"Estamos destrozados. No entendemos nada", transmiten. La familia de Pujan, que falleció al instante tras ser embestido por un camión de BCNeta mientras trabajaba con la cuenta realquilada de otro amigo nepalí --que, a diferencia de él, sí tiene papeles--, está hundida. "Se fue a Europa a buscarse la vida y nos lo devolverán muerto", lamentan. Cuentan que el repartidor se instaló en Berlín (Alemania) hace unos meses, pero que allí no tuvo suerte. Hace cinco llegó a Barcelona, donde esperaba tener más oportunidades. Mientras trataba de regularizar su situación legal, buscó apoyo en la comunidad nepalí. Un compatriota le cedió la cuenta de Glovo y empezó a trabajar. Ilegalmente, como otros tantos riders de Glovo que buscan ganar dinero al amparo de la plataforma porque lo necesitan.

"El único hijo varón"

Pujan perdió la vida en un fatal accidente en la confluencia de la calle Balmes y Gran Vía de Barcelona el sábado por la noche. Fuentes cercanas al siniestro apuntan a que hay que esperar al informe de la Guardia Urbana para extraer conclusiones. Por lo pronto, no obstante, se cree que Pujan circulaba a toda velocidad, mirando el móvil para seguir el correcto recorrido y se pasó un semáforo en rojo. Fue entonces cuando el camión de basura lo arrolló. Su muerte fue inminente. "Es un caso dramático, pues aún no hemos podido acceder al cuerpo. Ello es fundamental para saber si se despide al joven aquí o se repatrian los restos", ha indicado Belvís.

Pujan Koirala, con amigos en una fiesta tradicional en Nepal / CG

Pujan Koirala, con amigos en una fiesta tradicional en Nepal / CG

Pujan Koirala (1d), con amigos en una fiesta tradicional en Nepal / CG

En este escenario, la familia es clara. "Quieren el cuerpo. Aunque esté destrozado. Lo quieren despedir, pues tanto el hermano pequeño de Pujan como su padre murieron cuando él era menor. Quedan solo su madre y una hija soltera, que viven en Katmandú, y otra hija casada, cuyo marido se encarga de las gestiones para repatriar al joven", explica Sapkota. Agregan una frase literal de la familia del repartidor o rider. "Estamos muy apenados, pues Pujan se fue a Europa a buscarse la vida. Se preocupaba por la familia. Enviaba parte del poco dinero que ganaba cada mes. Y nos lo devolverán muerto, en una caja", lamentan.

"Disposición a entenderse" con Glovo

La familia enfría también la posiblidad de emprender acciones legales contra Glovo. "En este momento la posición es de entendimiento. Se reconoce que Glovo está mostrando predisposición para resolver el caso y resarcir a los allegados. Por ello, la prioridad no es iniciar acciones legales. La línea de trabajo principal es la de repatriar el cuerpo y poderlo despedir como es debido, También se sopesa realizar algún acto de duelo conjunto con la comunidad nepalí de Barcelona", ha explicado el cónsul general.

Sin entrar en el accidente mortal, del que la Guardia Urbana de Barcelona investiga las causas, los más cercanos a Pujan Koirala admiten que el joven de 22 años "no tenía papeles" y que trabajaba con la cuenta de Glovo de un compañero nepalí que sí los tiene. En este punto, precisamente, es cuando se desmarcan del pulso que mantienen los repartidores o riders con la empresa. "Vemos muy bien que se mejoren las condiciones de reparto, como piden los trabajadores. Pero no hay que mezclar a Pujan con esto. El joven debe reposar en paz", apostillan.