El presidente de la Generalitat, Quim Torra (d), junto al consejero de Territorio, Damià Calvet (i), que ha prometido comparecer en el Parlament para dar explicaciones sobre la T-Mobilitat / EFE

El presidente de la Generalitat, Quim Torra (d), junto al consejero de Territorio, Damià Calvet (i), que ha prometido comparecer en el Parlament para dar explicaciones sobre la T-Mobilitat / EFE

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Calvet comparecerá en el Parlament ante los retrasos ‘sine die’ de la T-Mobilitat

El PSC quiere saber cuánto costará la nueva prórroga en la puesta en marcha de un sistema de pago que ya ha implicado el desembolso de 82 millones de euros

29 noviembre, 2018 00:00

El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, deberá dar explicaciones en el Parlament sobre los retrasos en la gestión de la T-Mobilitat, uno de los proyectos estrella para modernizar el transporte público en Cataluña, y que está encallado desde 2015. El convergente ha anunciado en la comisión de Territorio celebrada este miércoles ante las preguntas de la oposición que piensa hacer una “comparecencia más amplia” en la Cámara catalana sobre la iniciativa.

La promesa que puso sobre la mesa en la sesión también supone dar una patada adelante ante la demanda de información que le ha solicitado el PSC. El diputado Jordi Terrades le ha inquirido sobre el capítulo económico, el más sensible de todo el andamiaje contractual sobre el que se apoya la iniciativa.

Cinco años de desarrollo

La T-Mobilitat se puso en marcha en 2013 con la promesa de cambiar las tarjetas de acceso de cartón por unas electrónicas --incluso se conjeturó ya en ese momento con una aplicación móvil NFC--. Territorio convocó un concurso público que se adjudicó a una unión temporal de empresas (UTE) formada por Caixabank, Indra, Fujitsu y Moventia. La Generalitat desembolsó 58 millones de euros para poder desarrollar la nueva infraestructura de movilidad y marcó 2015 como el año en que debía entrar en vigor.

Nunca se cumplió el calendario. Territorio se escudó en ese momento en que los cambios políticos que tuvieron lugar tras las municipales de 2015, básicamente el aterrizaje de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, fueron seguidos de requerimientos de mayor información del proyecto. Como la Administración local también participa en la iniciativa y se debía atender sus demandas, firmó con las concesionarias una prórroga contractual que implicó que la Generalitat pagara otros 24 millones de euros.

Desvío del 41%

Tal y como ha denunciado Terrades, esta primera prórroga ya supone “un desvío del 41% del contrato”. En ella se posponían hasta 2018 las primeras pruebas piloto de la T-Mobilitat y se atendía a la petición económica de las empresas responsables. Alegaron que el retraso les hacía perder los ingresos estimados en los pliegos de condiciones administrativas de la concesión por la explotación del servicio.

En el MWC de 2017 se anunció que la T-Mobilitat entraría en vigor a finales de año, no se cumplió / TMB

En el MWC de 2017 se anunció que la T-Mobilitat entraría en vigor a finales de año, no se cumplió / TMB

En el MWC de 2017 se anunció que la T-Mobilitat entraría en vigor a finales de año, no se cumplió / TMB

Pero tampoco se cumplieron las obligaciones. Calvet reconoció a principios de noviembre lo que era un secreto a voces, una nueva prórroga del calendario hasta 2021. Lo que se resiste a reconocer el consejero de Territorio, y así se lo demandan los socialistas, es el coste final de esta decisión para el erario.

Coste y motivos

El PSC también exige al Govern que esclarezca los motivos que han llevado a esta situación, ya que no se pueden escudar de nuevo en más requerimientos de información de las Administraciones. De hecho, si fuera culpa de las empresas que se encargan de desarrollar la T-Mobilitat se podría incluso llegar a la resolución del contrato.

El Ejecutivo catalán en ningún momento ha apuntado hacia esta dirección. Ni siquiera ante las demandas sindicales de información sobre qué falla en el desarrollo de la nueva infraestructura de transporte público.

Sistema tarifario

Los requerimientos para que Calvet o algún otro dirigente de la Generalitat explique qué errores en la gestión han existido en esta iniciativa son constantes. Se apunta incluso a una falta de claridad en los criterios que deben imperar para calcular los costes de los viajes, el gran cambio que implicará la T-Mobilitat.

El sistema electrónico no es una simple translación del actual, repartido en coronas metropolitanas basadas en la distancia con Barcelona que define el precio de los billetes. La propuesta que se licitó incluía definir un nuevo mapa tarifario en el que se tendría en cuenta en el perfil del usuario los kilómetros que debía recorrer. En función de su reiteración en el uso del servicio y otras directrices como ser estudiante, jubilado o miembro de familia numerosa se calcularía el coste del trayecto.

Comparecencia en 2019

Aunque se desconoce si este es el motivo de fondo, ya que la consejería de Territorio no ha dado ningún detalle al respecto. Ni siquiera ha informado si se ha firmado una nueva prórroga con las concesionarias o es una asignatura pendiente.

Todas estas incógnitas no se resolverán en el corto plazo. Por el calendario político de Cataluña, la comparecencia de Calvet en el Parlament para hablar de la T-Mobilitat no tendrá lugar hasta después de Navidad. La falta de transparencia se mantiene hasta 2019.