Planta de Mercedes Benz en Vitoria / EFE

Planta de Mercedes Benz en Vitoria / EFE

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La planta de Mercedes en Vitoria dejará de producir 3.600 furgonetas por la caída del diésel

Parte de los vehículos que aún están pendientes de entrega van destinados a la Ertzaintza

17 septiembre, 2018 11:26

La fábrica de Mercedes de Vitoria dejará de producir en octubre 3.600 furgonetas debido a la caída de la demanda de vehículos diésel. La fábrica del grupo Daimler en Vitoria no se verá afectada por los aplazamientos en la homologación de los motores con el nuevo test, más efectivo, WLTP. En cambio, la factoría sí se verá afectada por el descenso de la demanda de vehículos con motor diésel. La dirección del grupo comunicó el viernes a los componentes del comité de empresa que Mercedes-Benz ha logrado ya la nueva homologación de los motores con los que van equipadas las furgonetas que se producen en la planta.

La luz verde de la autoridad de transporte motorizado de Alemania (KBA) permitirá a Mercedes Vitoria vender las unidades paralizadas en stock a la espera de pasar el test WLTP. Según un comunicado del sindicato UGT a la plantilla, una parte de estos vehículos que se encontraban retenidos van destinados a la Ertzaintza.

Dudas de los consumidores

Las dudas que los consumidores están teniendo debido a la mala imagen que se está transmitiendo del diésel provoca que la dirección de Mercedes Victoria haya anunciado que reducirá la producción en octubre en 3.600 vehículos. Estas unidades se reparten en 2.380 furgonetas Vito y 1.221 monovolúmenes Clase V.

UGT ha advertido de que este descenso de la producción en la factoría de Mercedes de Vitoria puede suponer la cancelación de varias jornadas de trabajo con diferentes escenarios en octubre.

Malas perspectivas

La dirección de Mercedes Victoria ha comunicado al comité que las perspectivas para noviembre en la planta tampoco son buenas. Probablemente, el recorte de la producción hasta final de año sea más importante.

El anuncio de la reducción de trabajo se ha generado después de que otras plantas hayan tomado ya las medidas ante la entrada en vigor del nuevo protocolo WLTP en septiembre. Las más afectadas han sido las fábricas de Seat Martorell y la Vokswagen de Navarra. Los presidentes de las cinco grandes patronales del sector del automóvil han avisado de los efectos negativos para la industria de la demonización del diésel.