Caixabank suda tinta para convertirse en la primera entidad del mercado ibérico
La compañía española sitúa a Pablo Forero como ejecutivo de referencia en el portugués BPI tras el éxito de la OPA
9 febrero, 2017 00:00Caixabank se ha convertido este miércoles en la primera entidad bancaria del mercado ibérico. No ha sido sencillo alcanzar este título, ansiado por el expresidente del banco Isidro Fainé. Ha tenido que esperar hasta ayer para cerrar con éxito la toma de control de la quinta entidad de Portugal, BPI; desembolsar 644,5 millones para comprar el 39% del capital que no controlaba hasta el 84,5%, y definir la nueva cúpula de la entidad lusa casi en tiempo de prolongación.
Ha situado al frente de BPI a Pablo Forero, que se convertirá en vicepresidente del consejo de administración y presidente y consejero delegado de la comisión ejecutiva. Tomará posesión de estos cargos el próximo 26 de abril, tras la ratificación de la junta de accionistas convocada para ese día.
Críticas de algunos sectores
Incluso este nombramiento ha suscitado polémica por la nacionalidad del ejecutivo. No es portugués, y eso no ha gustado a algunos sectores que critican que BPI se convierta en una filial de un banco español. Forero ha tenido que explicar en la presentación del cierre de la operación en Lisboa que ha empezado a dar clases de portugués y que espera ser solvente con la lengua en breve.
Ha sido el hasta ahora consejero delegado, Fernando Ulrich, el que ha salido a defender a Forero. “BPI forma parte ahora del grupo Caixabank, esto está clarísimo”, ha recordado de entrada. Se abre una nueva etapa en la entidad lusa y eso implica que el liderazgo lo deba asumir el nuevo máximo accionista. “Yo no cumplía este requisito [no forma parte del grupo Caixabank, mientras que Forero lleva ocho años en el banco], no podía ser el protagonista”.
Ulrich se quedará a partir de abril como presidente del consejo de administración. Su jefe, Arturo Santos Silva, asumirá el cargo de presidente honorífico de la entidad lusa.
Reducción de hasta 900 empleos
Caixabank mantendrá la marca, la sede social de la entidad en Portugal y la cotización, tal y como ha prometido el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en Lisboa. Aunque si los resultados bursátiles no acompañan replantearía la situación a medio plazo. Iniciará ahora un proceso de ajuste de costes que se prolongará tres años.
El banquero ha recordado que en el folleto de la OPA marcó el objetivo de recudir unos 900 empleos. Cualquier decisión sobre despidos colectivos “se tomará de mutuo acuerdo” con la plantilla, ha puntualizado.
Emisión de deuda subordinada
De forma paralela, debe detallar la emisión de deuda subordinada que se ejecutará para mejorar la capitalización de la entidad. “Caixabank está preparado para suscribirla plenamente si lo considera el consejo”, ha manifestado Gortázar.
Deberá alcanzar como mínimo los 225 millones. Santos Silva ha admitido que sería conveniente que superara esa cifra. “Es un tema que se debatirá en los próximos días con el accionista de referencia”.
Es decir, con el banco catalán. Le sigue Allianz, una de las principales aseguradoras de Europa, que mantiene su 8,43% del banco luso al no participar en la OPA.
Participación en Angola
Entre los deberes pendientes de ejecutar también está decidir el futuro del 48% de capital que BPI tiene en el banco angoleño BFA. “Recibimos una indicación no vinculante del Banco Central Europeo (BCE) que nos sugiere que la reduzcamos sin poner un plazo ni una participación objetivo”, ha declarado Gortázar en Lisboa.
“No hay ninguna decisión tomada ni mantenemos un diálogo al respecto”, ha sentenciado tras recordar que se trata de una “indicación no vinculante”.