Pacientes en una sala de espera de un ambulatorio / EP

Pacientes en una sala de espera de un ambulatorio / EP

Vida

Profesionales de ambulatorios denuncian el "grave error" de cerrar el 75% de los consultorios

La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria recuerda que los CAP detectan una gran parte de los pacientes leves de Covid-19

7 abril, 2020 10:27

El Govern ha cerrado 46 centros de atención primaria (CAP), el 15% de los que hay en el territorio, desde el inicio de la crisis del coronavirus SARS-CoV-2. Esto afecta ha provocado el cierre de 462 consultorios, el 75% del total de toda Cataluña. Un hecho que ha causado malestar entre los profesionales.

Mientras la Generalitat niega la construcción de algunos hospitales de campaña por parte del Ejército para atender a pacientes contagiados por el Covid-19 con sintomatología leve y los hospitales se encuentran al borde del colapso, la Consejería de Salud defiende los citados cierres.

Visitas obligatorias

Alegan que los cierres de los citados equipamientos de proximidad sanitaria "no quiere decir que estos no presten asistencia en su población de referencia". Defienden que pese a no permitir el acceso al público los profesionales, “continúan haciendo tareas asistenciales,” como visitas por teléfono o econsulta .

Los médicos recuerdan que deben hacer seguimientos de crónicos, ecografías a embarazadas o vacunaciones de niños hasta los 15 meses. Tal y como confesaba el presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría, Pepe Serrano, es obligatorio acudir a los ambulatorios a poner las primeras vacunas a los bebés, para evitar que enfermedades inmoprevenibles vuelvan a aparecer.

Circuitos y desplazamientos

Salud defiende que los cierres de centros han supuesto la creación de "nuevos circuitos" para atender las necesidades asistenciales actuales. Se han concentrado puntos de atención primaria y se ha dado prioridad a la atención más urgente, con el objetivo de "proteger pacientes y profesionales y mantener atenciones que no pueden esperar".

El problema radica en que, por mucho que se dé atención, el cierre de CAPs implica que las consultas esenciales y obligatorias mencionadas se realicen en otros centros y causa un mayor desplazamiento de los pacientes. Hay especialidades además que no realizan atención domiciliaria, sino sólo telefónica o por videollamada.

Mala decisión

El presidente de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), Antoni Sisó, también ha criticado la decisión: "no ha sido buena idea". Recuerda que la atención primaria detecta una gran parte de los pacientes leves de Covid-19, muchos de los cuales no empeoran y evitan llegar a los hospitales.

Los profesionales sanitarios de los ambulatorios de la Cataluña central, especialmente de la zona de Osona (Barcelona), comparten la crítica a los cierres. Consideran que es una medida inadecuada para la contención del coronavirus SARS-CoV-2.

"Grave error"

El enfermeras también muestran su desacuerdo. La Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC) consideran que es "es un grave error cerrar centros de atención primaria”. Esto implica “mover a sus profesionales a un hospital de campaña u hospital hotel”, subrayan que se desplaza la especialidad y el conocimiento a otro ámbito, un hecho “que, seguro, no ayudará a las personas más vulnerables a mantener ni recuperar el estado de salud".

El sector de la enfermería defiende que ofrecen su “apoyo a los hospitales de campaña, pero sin cerrar los centros de salud", añaden. Recuerdan que los dos ámbitos de atención "son complementarios, pero que de ninguna manera uno puede sustituir al otro".

Residencias y mayores

Sisó asevera que además del desplazamiento de profesionales, los médicos y enfermeras de los ambulatorios ahora cerrados también deben ocuparse ahora de las residencias de personas mayores más próximas a estos centros. Las visitas domiciliarias y a residencias de personas mayores siguen siendo las mismas, reconocen desde el departamento de Salud.

El problema, acusan los sindicatos, es que muchos de los profesionales aún no cuentan con los equipos de protección individual (EPIs) necesarios para realizar dicha atención con el riesgo que implica para los asistentes y los pacientes. Los profesionales "de primera línea" exigen a la Generalitat que les escuche con el objetivo de crear conjuntamente las estrategias para hacer frente a esta epidemia.