Salva y Hazael, los dos hermanos vendidos al nacer

Salva y Hazael, los dos hermanos vendidos al nacer

Vida

"He visto mi cara en otra persona": el primer encuentro de dos hermanos vendidos al nacer

Salva localiza a Hazael tras años de búsqueda gracias a un reportaje publicado por 'Crónica Global'

15 febrero, 2023 15:02

Prostitución, centros de menores y presuntos bebés robados. Son muchas las informaciones que fue recibiendo Salvador sobre sus orígenes desde que en 2020 descubrió que sus padres no eran biológicos: "Todo empezó cuando fui al registro a pedir la partida de nacimiento para casarme. Ahí descubrí que era adoptado y que mi madre, María Rosa Santos Asensio, me había vendido al nacer". No fue el único. Santos reconoció en una revista haber entregado a una decena de hijos a diferentes familias de Palma y Barcelona.

Eso es lo que descubrió Salva después de, sin saber por qué, sumergirse en las redes sociales en busca de aquella mujer. "Realmente no quería saber nada de ella, pero sí de los demás niños que vendió", explica antes de contactar por primera vez con uno de sus hermanos, Hazael, a partir de una investigación publicada hace unos meses por Crónica Global.

María Rosa Santos explica en una entrevista que pasó 13 años teniendo bebés para otras familias

María Rosa Santos explica en una entrevista que pasó 13 años teniendo bebés para otras familias

Sin esperanzas

Hacía cuatro meses que Salvador había acudido a este medio para intentar localizar a alguno de sus hermanos biológicos. Sin embargo, nadie se había pronunciado tras la publicación de su historia, una suerte que cambió este pasado lunes, cuando uno de esos "bebés entregados por María Rosa Santos Asensio" se puso en contacto con Crónica Global.

"Me llamo Hazael González, nací el 21 de septiembre de 1993 en la Clínica Rotger de Palma de Mallorca, y soy hermano de Salvador". De repente, alguien al otro lado de la línea decía ser hijo de Rosa Santos y no solo eso, sino que aseguraba conocer el paradero de "varios hijos más". Según Hazael, su madre biológica acabó teniendo 22 partos.

Los dos hermanos se ven por primera vez en una videollamada / CG

Los dos hermanos se ven por primera vez en una videollamada / CG

“Te alquilo mi vientre”

María Rosa Santos había explicado que llevaba 19 años siendo "madre de alquiler". “¿No hay personas que donan un órgano a quien pueda necesitarlo? Pues yo estoy dispuesta a dar un bebé a quienes no puedan tenerlo”, reconoció la mujer a un medio de comunicación. Sin embargo, aseguraba que nunca había recibido ningún tipo de beneficio económico por ello. 

“Que nadie se vaya a pensar que esto es un mercadillo”, insistía una y otra vez. “Desde los 20 años he tenido 13 embarazos. Diez acabaron en partos completamente normales y tres en aborto. He tenido 10 hijos”, advertía la madre biológica a la revista.

Una presunta trama de tráfico de bebés

La persona que puso a Salvador sobre la pista de su madre biológica le advirtió de lo que a esta se habría estado dedicando desde hace años ya que, al parecer, también se encontraba en la misma situación, junto a otro grupo de personas adoptadas.

Habían nacido en diferentes años. Sin embargo, muchos de ellos tenían relación con la clínica San Cosme y San Damián de Barcelona (ya desaparecida), la Fundación Josep Figueras-OFA (Obra Familiar de Adopción) y/o la casa bressol Santa Isabel de las Siervas de la Pasión, de Barcelona. 

Un millón de pesetas

Crónica Global ha conseguido ponerse en contacto con algunas de estas personas que, al igual que Hazael, aseguran que sus padres adoptivos pagaron un millón de pesetas por ellos. Sin embargo, no todos han tenido la suerte de estos dos hermanos, que esta tarde podrán abrazarse por primera vez en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Antes, sin embargo, ya hicieron una videollamada para conocerse y ponerse al día de las investigaciones: "He visto mi cara en otra persona", exclaman.

El resto de entrevistados sigue con la búsqueda y aunque muchos dicen haber perdido la esperanza hace años, el reencuentro de estos dos hermanos les devuelve la ilusión de encontrar sus orígenes, algo que no conseguirán a través de los señores Figueras (ya fallecidos), ni de la Clínica San Cosme y San Damián (que ya no existe), ni de las religiosas, que aseguran haber perdido los archivos con sus datos de adopción.