Voluntarios de un comedor social, donde atienden a personas en riesgo de exclusión social y pobreza / EUROPA PRESS

Voluntarios de un comedor social, donde atienden a personas en riesgo de exclusión social y pobreza / EUROPA PRESS

Vida

Un 25,9% de la población en Cataluña vive en riesgo de exclusión social

Un 12,1% de los catalanes con trabajo remunerado no supera el umbral de pobreza, según el informe INSOCAT 15, que analiza los indicadores sociales en Cataluña

30 noviembre, 2022 19:56

Las tasas de pobreza y exclusión social parecen haberse enquistado en Cataluña donde, uno de cada tres ciudadanos no puede acceder a necesidades tan básicas como la vivienda, los suministros o la alimentación. La tasa de población en riesgo de exclusión social es actualmente del 25,9%, un porcentaje que desde 2008 permanece por encima del 20%.

Así lo revela el informe INSOCAT 15, que analiza los indicadores sociales en Cataluña, presentado este miércoles por la Federación de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS). Xavier Orteu, miembro del Consejo asesor del INSOCAT 15 ha afirmado que “la situación actual no permite garantizar los derechos básicos a las personas”.

El trabajo ya no es una garantía

Otra cuestión preocupante, ha insistido Orteu, es que ni siquiera tener empleo garantiza unos ingresos mínimos para tener una vida digna. De hecho, un 12% de catalanes en activo vive en situación de pobreza. “El trabajo ya no es el integrador social que era tradicionalmente”, ha dicho.

El estudio concluye que la pobreza en el trabajo, derivada, en parte por la elevada temporalidad y las condiciones precarias, no solo tiene efectos en las condiciones materiales y económicas de las personas. "Hay un desequilibrio sistémico entre los indicadores sociales y los datos económicos. Ni las transferencias sociales ni el mercado laboral consiguen revertir las situacioens de cronificación de la pobreza", ha dicho Quim Brugué, coautor del informe e investigador de la Universitat de Girona. 

Secuelas psicológicas de la precariedad laboral

Se detalla en el informe, además, el impacto que tiene en la salud mental de las personas un trabajo absorbente, mal pagado o con condiciones inestables. Esto conlleva a que no se garanticen los derechos de los trabajadores y, por tanto, es un elemento que explicaría que el 9% de la población catalana mayor de 15 años sufra depresión.

En este sentido, el estudio demuestra que entre 2015 y 2021, el número de personas con ansiedad o depresión ha aumentado en 6,8 puntos, situándose ahora, en un contexto todavía marcado por la pandemia, en un 19%. “Se ha detectado que hay diferencias entre géneros y clases sociales: Una de cada tres mujeres de 15 años o más sufre malestar emocional. Por tanto, concluye el informe, “caminamos del estado del bienestar al estado del malestar”.

Un problema colectivo

Las entidades de acción social consideran que todo esto no es un problema individual, sino colectivo que se solucionaría a través de políticas sociales, y no aspiraciones retóricas.

“La exploración de instrumentos transformadores como la Renta Básica Universal representa una vía esperanzadora que debe marcar el horizonte e impregnar las políticas e instrumentos actuales, introduciendo elementos clave como la compatibilidad entre las prestaciones sociales y las rentas del trabajo.