De fortaleza medieval a ser uno de los pueblos más bonitos de Cataluña: esta es su historia
Este espectacular municipio debe su nombre a su particular ubicación entre dos ríos
3 octubre, 2024 09:14Noticias relacionadas
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Cataluña tiene varios municipios en el listado de los pueblos más bonitos de España, pero hay uno que destaca por encima del resto. Siempre aparece en este tipo de listados y razones no le faltan. Sus calles empedradas, su increíble puente, su ubicación entre dos ríos y su trazado medieval sorprenden a aquellos que lo visitan por primera vez.
A pesar de ello, muy pocos saben que esa fortaleza que se eleva entre dos ríos fue la que dio origen a todo eso que ahora ven constituido como pueblo. Una historia que fascina casi tanto como Besalú en sí.
Dónde está
Sí, esta fortificación empezó a creer durante largos siglos. Tras el castillo vino la iglesia, luego la plaza mayor y las estrechas calles, con sus casas de piedra que ahora han devenido viviendas con locales comerciales.
La fortaleza devenida pueblo es ya una de las joyas más deslumbrantes de Cataluña, ubicada en la provincia de Girona, concretamente donde se unen el río Capellades con el Fluvià. Precisamente, su denominación latina, Bisuldunum, alude a una fortaleza entre dos ríos.
El puente de bienvenida
Un pequeño tesoro medieval que deslumbra cual perla con su autenticidad, Besalú alberga una rica historia, encarnada tanto en el intrigante Puente Viejo, reconstruido en diversas ocasiones, como en su casco urbano. Aunque antes de todo esto, una increíble torre sorprende al visitante antes de entrar.
Situada sobre el icónico Puente Viejo que cruza el Fluvià, esta torre sirve de apoyo a esta infraestructura por la que es obligatorio pasar si uno quiere ver el pueblo. En medio, se eleva un torreón de defensa no sólo servía para controlar la entrada a la fortaleza, sino también para alertar de la presencia y llegada de los enemigos.
Por su parte, el Puente Viejo simboliza la esencia de este pueblo catalán. Bueno, y de Juego de Tronos, ya que esta población fue elegida como uno de los escenarios para los reinos que atravesaban en la sexta temporada los protagonistas de esta séptima serie.
Edificado en el siglo XI, ha sido sometido a múltiples restauraciones a lo largo de los años. Una estructura asombrosa de diseño angular, con siete arcos de desigual tamaño. En total, mide 105 metros de largo y, con su torre, 30 metros de altura.
Pasado judío
Justo al pasar el puente, en dirección izquierda, se desvela uno de los sitios imperdibles en Besalú: los vestigios de la sinagoga ancestral, documentada en 1264.
Los judíos habitaron esta parte de Besalú durante medio milenio, dejando lugares interesantes que puedes explorar con una visita guiada.
Los atractivos de Besalú
El casco histórico de Besalú asombra con su grandeza, destacando la Plaza Mayor y sus estrechas calles. Recorrerlas y perderse en ellas se convierte en una recomendación obligatoria.
El municipio ha sabido transformar su historia y ha hecho de ella su principal atractivo turístico, de modo que, al cruzar el puente, se hallan pequeños comercios de souvenirs y el punto de información para que los visitantes tengan más fácil conocer el pasado del lugar. Así, poco a poco, entre calles adoquinadas uno siente que viaja en el tiempo.
Una vez concluida vuestra visita al casco antiguo de Besalú, os invitamos a dirigiros hacia la Plaza Mayor o Plaza de la Libertad, el epicentro del municipio que alberga una selección de comercios, establecimientos de restauración y la casa consistorial.
Cabe destacar que este espacio de arcos ha sido escenario de la grabación de ciertas secuencias para la popular serie Westworld.
La plaza más grande del pueblo
Muy próximos a la plaza Mayor, nos topamos con la plaza de Sant Pere, que se erige como la más amplia dentro del municipio. Su prominente atractivo es el monasterio de Sant Pere, cuyos cimientos fueron establecidos en el año 977 por el Conde de Besalú. Este edificio religioso, erigido en la última etapa del siglo XII, revela su esplendor actual.
La oportunidad de explorar su interior requerirá de una consulta en la oficina de información turística de Besalú. Un lugar que otorga un recorrido a la historia, patente en la solidez arquitectónica del Monasterio Sant Pere Besalú.
No obstante, dentro de esta misma plaza, se alza Circusland, un edificio que destaca por su vivacidad y constituye una notoria desviación estilística respecto al entorno local. A pesar de ello, el Museo Circusland ostenta su propia grandeza, siendo un referente en cuanto al circo en el continente europeo.
Una iglesia dentro de un monasterio
Erigido en el siglo X, el Monasterio de Sant Pere se ubica en la Plaza Prat de Sant Pere. Su arquitectura puede ser admirada desde su interior, con sus cuatro columnas culminadas decoradas. En esa misma plaza se alza la Casa Llaudes o Casa Cornellà, ejemplo sobresaliente de arquitectura civil románica en Cataluña.
La Iglesia de Sant Vicenç, albergada dentro de este monasterio, es una de las más antiguas de la zona y una verdadera joya del románico catalán, es un imperdible que merece ser visitado. Edificada en el siglo XII, alberga la tumba gótica de Pere de Rovira y una capilla gótica lateral dedicada a la Vera Cruz.
Unos baños con historia
Pero no todo es religión y guerra. Entre sus calles se esconde la miqvé de Besalú, conocidos como los baños rituales, descubiertos en 1964 en una excavación. Nadie imaginaba encontrar bajo las piedras un edificio de este tipo, el primero en España y el tercero más relevante de Europa.
Incluye una sala románica subterránea con ventana aspillera, bóveda de cañón y piscina que se llenaba naturalmente con el agua del río. La miqvé se ubica donde solía estar la plaza de los judíos.
Cómo llegar
Para llegar a Besalú desde Barcelona en coche, se debe tomar la autopista AP-7 en dirección norte hacia Girona/Francia. Después de aproximadamente 100 kilómetros, se toma la salida 6 hacia la carretera C-66 en dirección a Banyoles/Olot. Se continúa por la C-66, pasando por Banyoles, hasta llegar a la carretera N-260, que lleva directamente a Besalú. El trayecto tiene una duración aproximada de una hora y media, dependiendo del tráfico.
Una vez en Besalú, se recomienda aparcar en los estacionamientos habilitados a las afueras del casco antiguo, ya que gran parte del núcleo medieval está restringido al tráfico. Desde allí, es posible acceder fácilmente a pie al centro histórico, donde se puede explorar el famoso puente medieval y el conjunto patrimonial que caracteriza a este pintoresco pueblo de la Garrotxa.