Un vecino, cruzando una calle anegada de Castelldefels ayer

Un vecino, cruzando una calle anegada de Castelldefels ayer Europa Press

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Cataluña pasa la primera reválida de una emergencia climática

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Cataluña pasó ayer su primera reválida de una emergencia climática al sortear un episodio de lluvias por depresión aislada en niveles altos (DANA) que dejó aguaceros muy intensos en Barcelona, Tarragona y comarcas como el Baix Llobregat o el Garraf. No hubo que lamentar daños personales (sí materiales), pero el exceso de prevención molestó a algunos usuarios de las infraestructuras de transporte. 

Por lo pronto, la región seguirá en prealerta por tormentas de intensidad fuerte, aunque si se dan estos episodios, se producirán de manera aislada. Permanece en alerta la zona del Ebro, por la mañana, y la de Girona, por la tarde. Lo explicó ayer por la noche el presidente de la Generalitat, Salvador Illa (PSC), que se autoemplazó a "trabajar mejor" para afrontar "nuevos efectos del cambio climático". 

Por lo pronto, ayer, el territorio aguantó sin lamentar víctimas mortales. Aunque algunas infraestructuras, como la autovía C-32, el Aeropuerto de El Prat, con 145 operaciones afectadas -de más de 900- o la red de trenes de Rodalies se llevaron la peor parte. 

Prevención

Buena parte de la respuesta institucional y ciudadana se explica por la preparación de días previos. Protección Civil había avisado de que no dejaría lugar a la improvisación para evitar daños humanos o materiales como los ocurridos en la zona de la Horta Sud de la Comunidad Valenciana. 

Dicho y hecho, el domingo ya llegaron alertas ES-Alert a centenares de miles de móviles de ciudadanos de las comarcas del sur, en Tarragona, en las que se alertaba de la intensidad pluviométrica. En paralelo, centros educativos y otras instituciones suspendían la actividad de cara al lunes, y se levantaban controles restrictivos de movilidad en nueve comarcas del sur de la región. 

Más avisos

Si el domingo la alerta inalámbrica avisó en la zona de Tarragona y Garraf, ayer ese mismo pitido y mensaje distribuido por antenas de radio alcanzó a otras siete comarcas: Barcelonès, Baix Llobregat, Garraf, Maresme, Vallès Oriental, Vallès Occidental y la Selva, desde las ocho de la mañana y de forma consecutiva. 

Y es que el Delta del Llobregat se descubrió como epicentro del primer gran fenómeno de raíz climática que sufre la autonomía catalana por la DANA, y el primero en el que utilizaron las alertas móviles tras una primera prueba realizada en septiembre de 2023.  

Como explicó Crónica Global, la zona del aeropuerto barcelonés recogió 150 litros por metro cuadrado; y otros 141 litros en Viladecans y 110 en Tarragona, por poner tres ejemplos. 

Cortes de trenes y carreteras

En paralelo, y al albur de cuatro tormentas seguidas provocadas por la DANA, transporte y centros educativos sufrieron las consecuencias del latigazo climático. La red de Rodalies de Renfe se interrumpió por completo durante siete horas -a excepción de la RL3 entre Lleida y Cervera-, así como los Media Distancia y, de forma muy breve, el AVE

También dejó de prestar servicio el tranvía (Tram) de Barcelona, y el servicio de taxis quedó parcialmente inactivo por orden de las grandes radioemisoras. Eso sí, toda la operativa de estos transportes se retomó paulatinamente por la tarde. 

Igual que pasó con las carreteras. Las más golpeadas fueron la AP-7 y C-32, que quedaron anegadas en dos tramos, pero pudieron ser despejadas y reabrir. Dejaron instantáneas, eso sí, de inquietante aviso para futuras DANA.

Quejas

Protección Civil monitorizó los cuatro chaparrones casi al segundo, y provocó que el tejido público y privado tomaran decisiones sobre la galerna casi al instante.

Algunas de estas medidas, como el cerrojazo de Rodalies, no gustaron a todo el mundo. Hubo lamentos por la "falta de información" o por la descoordinación con los centros de trabajo: algunos empleados alertaron de que les habían enviado a casa y, luego, no podían coger el tren para volver. 

Pasó también con los centros educativos. Hubo alcaldes, como el de Riudarenes (Girona), que se quejaron de que la primera alerta de Protección Civil, sin referencia a las escuelas, sugería ir a buscar a los niños al colegio, pero que una segunda advertencia pedía no hacerlo. En las redes sociales, algunas familias alertaron de que el centro les había llamado, primero, para desmentirlo, después. 

El Prat, sensible

Pero si algún punto notó la fiereza de las lluvias y tensó los recursos públicos y privados, este fue el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, cuyas pistas y terminales quedaron anegadas. Según datos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, hasta 153 operaciones de las 945 programadas se tuvieron que cancelar. 

Ello provocó un torrente de críticas de los pasajeros en las redes sociales, que afearon la insuficiente información a la hora de priorizar los despegues en cola, o la falta de asistencia de las aerolíneas a la hora de reclamar un reembolso

Apenas se nota en los pantanos

El flagelo de la DANA, pues, obligó a las administraciones a buscar puntos de equilibrio para salvaguardar a personas y bienes y, al mismo tiempo, proteger la actividad económica.

Al final del día, el president Salvador Illa se mostró "satisfecho" de la respuesta de la Generalitat y sus empleados a la gota fría, siendo los que se arrogan las competencias en Protección Civil.

El jefe del Ejecutivo catalán prometió también líneas de ayudas, actualización de planes de contingencia y la revisión de los planes inmobiliarios en zonas potencialmente inundables. 

A esa lista de tareas se le añadirán otras dos: afinar -aún más- la prevención ante los episodios de inundaciones exprés como el de ayer, que según los expertos se generalizarán; y, al mismo tiempo, continuar combatiendo la sequía en Cataluña.

No en vano, los pantanos de las cuencas internas catalanas estaban ayer a apenas el 31,84% de su capacidad, tan sólo dos puntos más que el jueves pasado.