El nombre de niña más dulce del catalán: tiene conexiones con el Quijote y no se usa en el resto de España
Esta particular denominación sólo se estila en las regiones de habla catalana del país desde los últimos años
28 julio, 2024 09:00Los nombres catalanes son de los más curiosos. Existen nombres con tan sólo dos letras como Ot o Fe. Los de tres son de lo más comunes y usados: Nil, Pol, Pau, Leo, Jan. Algunos son otros más extravagantes como Ota, pero también tienen su público.
Si uno indaga en ese rincón de las estadísticas, descubre grandes tesoros. Y si esa exploración se junta con la onomástica y la etimología de las palabras, se pueden dar descubrimientos más que curiosos.
Un nombre muy catalán
Esto es precisamente lo que sucede con el nombre que da título a este artículo. Un nombre breve, de niña, poco común y, en cambio, muy dulce. Ya verán que no hay mucha dificultad en dar con él.
El nombre también existe en castellano, obviamente con alguna modificación. Sobre todo, porque esta denominación lleva una letra muy catalana, la cedilla. Y claro, esta no se usa en el español. Al menos, no el contemporáneo.
El equivalente castellano
La conexión catalán-castellano es un clásico. Primero, por la proximidad y convivencia de ambas lenguas en Cataluña, pero sobre todo por su origen común en el latín, como la mayoría de las lenguas indoeuropeas.
Del latín clásico dulcis, sale un calificativo que también se convirtió en nombre. Se trata de Dulce, claro que en catalán adquiere otra forma y sonoridad, Dolça.
Qué significa y de donde viene
No hace falta mencionar porque decimos, pues, que es, seguramente, el nombre de niña más dulce del catalán. Además de su significado, su pronunciación con la boca pequeña y el seseo ayuda mucho.
La palabra en cuestión, ya en latín, hacía referencia a la ternura e incluso directamente a la dulzura de alguien. Llegado el cristianismo, también hay vírgenes que llevan este calificativo y nombre, como la Dolça Verge o la Dolça Maria. De hecho, el santoral le da un espacio el día 12 de septiembre, tras la Diada.
Historia y ficción
Dolça aparece también en la historia de Cataluña. Dolça de Pronveça fue la tercera esposa de Ramon Berenguer III, conde de Barcelona, y éste, a su vez, puso el derivado Dúlcia a una de sus hijas. Eso sin contar que Dolça de So fue condesa del Pallars en el siglo XII.
Pero no todo se queda en Cataluña. Tal y como anunciaba el titular, este nombre tiene conexión con el famoso Quijote de Cervantes. Porque sí, Dolça o Dulce, también devino Dulcinea, nombre del gran amor del hidalgo de ilustre figura.
Cuántos hay
A pesar de hecho, no hay muchas Dolça en Cataluña. El Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) tiene registrada tan sólo a 90 personas que se llaman así. En el resto de España no hay muchas más. El Instituto Nacional de Estadística (INE) computa 121 mujeres con este nombre, aunque además de en Cataluña sólo hay algunas más en la Comunidad Valenciana y Baleares. Eso sí, son relativamente jóvenes, la edad media de las Dolça españolas es de 24,6 años.
Otro tema son las Dulce, que son 159 en Cataluña y más de 700 en toda España, además hay casi todos los territorios. Claro que sólo hay 25 mujeres que se llaman Dulcinea en Cataluña y 221 en el resto del país. Y sí, son más mayores, 45,8 años de media las Dulce, 59,4 años las Dulcinea. Dolça son menos, pero parecen convencer a las nuevas generaciones.