Ni Santa Susana ni San Nicolás: esta es la iglesia más antigua de Girona que data del siglo IV
Uno de los monumentos más bonitos de una de las mejores ciudades del territorio catalán
21 julio, 2024 17:00Noticias relacionadas
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Girona no solo es Temps de Flors y su preciada Muralla; es mucho más que eso. También, hay muchos monumentos históricos que cuentan la rica historia de la ciudad. Es por eso que, además, nos gusta explicar su vida a través de sus calles empedradas que invitan a perderse en el tiempo.
Sus pueblecitos del litoral Mediterráneo marcan la diferencia y nos llevan a destinos turísticos idílicos con playas de arena blanca y agua turquesa. ¡La Costa Brava es preciosa!
La iglesia más antigua de Girona
Muchas bellezas arquitectónicas hay en Girona, pero esta vez queremos destacar la iglesia más antigua de esta ciudad. ¿Te haces una idea de cuál puede ser?
Es la Basílica de Sant Feliu, del siglo IV, dedicada a Sant Feliu y Sant Narcís, los patrones de la ciudad. Era un centro de peregrinación y culto, que fue construida en varias etapas, razón por la cual combinó varios estilos. Los pilares de la nave central son románicos; la nave y el campanario, góticos; y la fachada y la escalinata, barrocos.
En su interior hay ocho sarcófagos romanos y paleocristianos que se encontraron en una necrópolis próxima a la iglesia. Destacan el Cristo yacente, escultura gótica de Aloi de Montbrai, del siglo XIV -considerada una de les joyas de Cataluña- así como la capilla dedicada a Sant Narcís.
¿Iglesia o castillo medieval?
Dicen que la Basílica tiene más bien aspecto de castillo medieval que de templo de culto. El hecho es que, a consecuencia de su emplazamiento, sufrió numerosos ataques que hicieron peligrar la integridad del edificio. Es por ello que en la arquitectura se empezó a integrar elementos defensivos en la estructura del templo, para poder ser ocupada por tropas y defenderse de posibles ataques e invasiones.
Ejemplo de ello son las almenas (cada uno de los prismas que coronan los muros de las antiguas fortalezas para resguardarse en ellas los defensores) en la pared sur y este, y el matacán (una galería que forma un voladizo continuo a lo largo de la coronación de una fortificación) que se conserva en la puerta de la pared norte.
El templo adoptó el estilo gótico, aunque mantiene elementos románicos, en su interior, y barrocos en la fachada principal.