Una profesora de Primaria

Una profesora de Primaria EFE

Vida

Elegir colegio con los pies en la tierra

El próximo 20 de marzo finaliza en Cataluña el periodo de preinscripción para educación infantil, primaria y secundaria

10 marzo, 2024 00:00

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Estos días se abre el periodo de preinscripción para educación infantil (de 3 a 6 años) y educación primaria en Cataluña, y finaliza el 20 de marzo. Esta decisión tan trascendental para el futuro de los hijos suele acarrear cierto estrés a los padres, que se topan en las puertas abiertas con gran variedad de posibilidades educativas, algo que hace que sus dudas aumenten y sus prioridades cambien.

El primer paso para hacer una buena elección de colegio, o al menos la más adecuada según las circunstancias de cada uno, es, para la psicóloga Carmen Romero, “tener claras nuestras prioridades: que se adapte a mi filosofía de vida, que sea cómodo para toda la familia, que compartamos valores y principios, que permita a la familia llevar una vida armónica…”.

Ideario y proyecto educativo del centro

Nieves Horcajo, cofundadora del proyecto Coles y Guardes, cree que el secreto de una buena elección es pensar en el niño/a “y escoger el colegio que mejor se adapte a él y a su forma de ser, porque él será el que pase allí los próximos años de su vida”. Sin olvidarse, claro, de valorar lo fundamental: el ideario y el proyecto educativo del centro. Para Horcajo, colegio y familia tienen que ir de la mano a la hora de enseñar y educar. “Si los dos van en la misma dirección, todo será más fácil”.

La distancia entre casa y centro escolar puede ser también un punto importante. “Además de por la comodidad a la hora de llegar y lo que ello implica (dormir más y evitar atascos), vivir cerca del cole hace que se coincida con los amigos en el parque o en el barrio más fácilmente, conviviendo en más sitios además de en el centro educativo”, señalan desde Coles y Guardes.

La dificultad para conciliar hace que para muchos padres sea imprescindible que el colegio cuente con servicios fuera del horario lectivo. “Muchas familias necesitan que el centro ofrezca servicio de acogida antes de comenzar las clases o actividades extraescolares al finalizar el periodo lectivo”, explica Horcajo.

Un niño estudia y hace los deberes en casa con la ayuda de su madre

Un niño estudia y hace los deberes en casa con la ayuda de su madre EDUARDO PARRA - EUROPA PRESS

Profesores y equipo directivo cercano

La actitud del equipo directivo y del profesorado suele ser también un criterio determinante para decantarse por una u otra opción. “Un colegio con un profesorado estable, implicado y que trabaja a gusto y un equipo directivo cercano, activo y preocupado por sus alumnos cuenta con muchos puntos a favor”, añade la misma profesional. Para Nieves Horcajo, es muy importante tener buena relación con los profesores y el equipo directivo, porque si alguna vez surge algún problema es básico que el colegio colabore, apoye y explique a los alumnos y a los padres todo lo que sea necesario.

Además de profesores y equipo directivo, Mercedes Gil, directora del colegio Montessori British, de Murcia, aconseja observar también al resto de personal que trabaja en el colegio, a los estudiantes y a las familias de estos: “cómo se comportan, si están felices y bien atendidos”.

Tipo de sistema educativo e idiomas

El sistema educativo o los idiomas suelen estar muy arriba en la lista de aspectos a tener en cuenta. Como directora de un colegio no convencional, Gil considera ideal “un sistema híbrido de estudio, con una opción virtual que permite viajar, pero también disfrutar de sedes físicas, incluso residencia, cuando es necesario”. 

El sistema que sigue el colegio que dirige Mercedes Gil es la acreditación británica Pearson Edexcel, plenamente homologable internacionalmente y que permite de forma flexible obtener la ESO a cualquier edad y ritmo, haciendo únicamente 5 exámenes (GCSE). “En las áreas de Arte y Diseño, y también en Deporte, funciona muy bien, ya que los estudiantes pueden reflejar su trabajo real, sin depender de frías notas, y acceder a Universidades y empresas de todo el mundo”, afirma.

Excelencia del centro escolar

Uno de los aspectos que también se suele mirar es la excelencia del centro escolar, catalogada mediante el sello de calidad EFQM. Este sello valora, entre otras cosas, la colaboración con todo el ecosistema, padres, alumnos, inversores, reguladores, partners y sociedad.

“Se consigue demostrar mediante resultados la generación de un valor sostenible para todos y la consecución de unos resultados operativos que cumplen objetivos, que tienen tendencias crecientes y que a nivel comparativo demuestran que el colegio es líder”, apunta Alejandro San Nicolás, de Tu Consultor, empresa que otorga este sello de calidad.

Algo que parece accesorio, pero a lo que cada vez más padres prestan atención es todo lo que tiene que ver con la alimentación. “Ahora se valora más que los menús estén formados por alimentos saludables, variados y de temporada”, sostiene Nieves Horcajo. Por eso, indica, muchos colegios están apostando estos últimos cursos por este aspecto y están renovando cocinas, cambiando de empresas de servicio de comidas y contando con buenos cocineros y cocineras.

Una mesa de comedor escolar

Una mesa de comedor escolar EUROPA PRESS

Coherencia en la elección

Un punto trascendental para acertar con la elección de centro, la psicóloga Carmen Romero recomienda “ser coherentes con nuestra vida, forma de vivir, hábitos y no pretender llevar a nuestros hijos a una escuela donde no se va a sentir acompañado por familias que sean de un estilo parecido”.

Relata Romero que en consulta se encuentra muchas veces con padres que tienen un ideal, una fantasía de escuela, esperando que sea la escuela la que cambie la vida de sus hijos. Por ello, a veces van a buscar escuelas extremadamente caras o incómodas de poder acceder porque están lejos de donde ellos viven o de su trabajo, y eso acaba afectando muchísimo en el día a día del niño. “Es importante que tanto la familia como el niño estén cómodos en ese centro y hay veces que tenemos que sacrificar alguna de nuestras prioridades para que la dinámica de llevar a nuestros hijos a la escuela fluya de una forma positiva”, concluye.