La segregación y la precariedad de los profesores: los expertos desmontan a la Generalitat sobre el fracaso del sistema educativo

Cataluña ha vivido su propio PISA shock tras conocer los resultados obtenidos en este informe el pasado diciembre. A la Generalitat le costó encajar los malos datos y verse a la cola de España y la OCDE en educación y empezó a buscar culpables: la pandemia y la inmigración fueron los primeros señalados, y llegaron a costarle el cargo a Carles Vega, presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Cataluña.

Dejando de lado que la pandemia afectó a todo el mundo, los expertos aseguran que no se trata de la inmigración en sí, sino de la segregación de los centros educativos. Observando los resultados de los 51 institutos catalanes que, seleccionados al azar, participaron en PISA, se observan grandes diferencias entre centros según los grupos sociales -y su capital económico y cultural- que conforman la mayoría del alumnado. Así lo han expresado este martes Lucas Gortazar, consultor de educación del Banco Mundial, y Xavier Bonal, catedrático de Sociología de la UAB.

Exclusión social y peores resultados

Ambos expertos han coincidido en una sesión organizada por el Círculo de Economía que tiene lugar en los primeros compases del proceso de preinscripción escolar.  Han defendido que sólo es posible "mejorar la calidad de la educación si los más desfavorecidos mejoran su rendimiento". Así, Bonal ha confiado en la necesidad de practicar una política educativa que consista en "llevar a los mejores profesores a los peores colegios en cuanto a composición social". Docentes que puedan educar y motivar unas comunidades que representan una buena parte del tejido social catalán y que están mostrando dificultades por adherirse a los planes educativos.

Los expertos en educación Lucas Gortazar y Xavier Bonal, en una conferencia en el Cercle d'Economia Cercle d'Economia

Pese a que la Conselleria de Educació asegura haber reducido la segregación escolar hasta en un 20% en los últimos cinco años, Cataluña tiene la mayor tasa de alumnado migrante de España, uno de los grupos sociales que sufren los índices más elevados de riesgo de pobreza y exclusión social. La integración educativa "no sólo es un tema de PISA, es el reto de la próxima década", ha sentenciado Gortazar.

Precariedad de los profesores

"La carrera de los docentes en Cataluña es muy plana", ha defendido Bonal, al expresar que, pese a que las "condiciones al inicio no son malas", apenas mejoran con los años. Propone un sistema en que los profesores puedan acceder a "incentivos y estrategias de promoción" para mantener la motivación, lo que, sostiene, podría ayudar a mejorar la calidad educativa.

En este mismo sentido, los expertos han criticado la falta de inversión para que el profesorado pueda invertir tiempo y energía en el entorno del aula, es decir, en espacios de socialización y aprendizaje fuera del currículum educativo, como podrían ser tutorías individualizadas o el desdoble de grupos. A la escasez de recursos económicos, Bonal ha añadido el cansancio del profesorado, que apenas conserva motivación y energía para atender este tipo de necesidades fuera de la programación del curso.

Desapego del entorno escolar

Preguntados por cuestiones de bienestar en el entorno educativo, también evaluado en PISA, los alumnos catalanes solían mostrar un sentimiento de pertinencia al colegio por encima de la media. Sin embargo, en los resultados publicados en diciembre, los pupilos de Cataluña han mostrado niveles "especialmente bajos" de adhesión a la escuela como entorno social y educativo, especialmente entre las comunidades migrantes.

Según el análisis de Xavier Bonal, director del Grupo de investigación sobre Globalización, Educación y Políticas Sociales de la UAB, la falta de recursos que arrastra la educación catalana desde los recortes de la crisis de 2008 ha menguado la moral del profesorado, que "no confía en el aprendizaje de sus alumnos y ellos lo perciben" y expresan esta desafección.

Aprendizaje por competencias

Ambos expertos en educación coinciden en que el modelo de aprendizaje por competencias, lo que evalúa PISA, no es el mayoritario en Cataluña. Sin embargo, no han podido argumentar que sea ese el fallo que ha hecho bajar los resultados del alumnado.

Como ya está sucediendo en territorios como Escocia o Francia, "algunos creen que hay que volver al modelo de toda la vida", ha explicado Gortazar sobre algunas teorías que argumentan que "las competencias devalúan el valor del aprendizaje, al dar sensación de que todo es más fácil". Ha sostenido que las críticas al formato de aprendizaje no atañen para el caso catalán y defienden que las causas de su fracaso rebosan el propio contenido del currículum.