Un año sin rastro de Levi Davis, el jugador de rugby desaparecido en el puerto de Barcelona

En el mes de junio las unidades marítima y subacuática de la policía catalana peinaron durante tres semanas la bocana Sur del puerto de Barcelona. Los Mossos d'Esquadra desplegaron a sus buzos y barcos hasta la desembocadura del río Llobregat, “sin que se hallara ningún elemento” que pudiese revelar una pista sobre el paradero del joven de 24 años. Tras cancelar este dispositivo, “no consta que se esté revisando activamente en otra zona concreta”, sostienen voces conocedoras del caso. No obstante, esto no quiere decir que no se le esté buscando, pues la investigación, que recae sobre la Unidad de Desaparecidos del cuerpo autonómico, que ha blindado el caso con gran hermetismo, sigue su curso.  

El avistamiento en el mar

La noche en la que desapareció Levi Davis, Salvamento Marítimo de Barcelona recibió un aviso a las 5.33 en el que se alertaba de que “un alumno de la tripulación y un pasajero” del buque Bellissima, operado por MSC Cruceros, habían avistado a una persona en el agua que pedía auxilio, por lo que lanzaron un aro salvavidas y avisaron a los servicios de emergencias para que la socorrieran.

Desde el Centro de Coordinación de Salvamento movilizaron al helicóptero Helimer 203, la Salvamar MIntaka y la embarcación de Bomberos de Barcelona, a los que se unieron la embarcación Narcís Monturiol de la UMME, la embarcación de Cruz Roja Port Olimpic, y la Salvamar Polaris de la Guardia Civil, que peinaron durante un día entero la bocana Sur del puerto de Barcelona. Asimismo, se dio aviso a todos los buques del fondeadero, que confirmaron que no faltaba nadie a bordo, y se emitió un aviso de emergencia MAYDAY-RELAY, una señal que se activa ante la sospecha de que un buque no puede emitir señal o no puede comunicarse por una posible deriva, por lo que se pide a terceros que haya por la zona a que vayan en su ayuda en caso de avistarlo.

Después de comprobar que en el Bellissima no faltaba ninguna persona a bordo y de que los Mossos confirmaran que no había ninguna denuncia por desaparición relacionada con el ámbito marítimo en la ciudad, se canceló el operativo. El aro salvavidas fue localizado sin la persona a la deriva. 

Su móvil y su pasaporte apuntalan la teoría

En abril de 2023, la familia de Levi Davis confirmó que los Mossos d’Esquadra relacionaban este hecho con la desaparición del joven. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de localizar a dos personas más --un total de cuatro testigos-- que declararon haber visto a alguien en el agua esa madrugada. Además, precisaron que pedía auxilio en inglés, la lengua materna del deportista, y aportaron detalles sobre la ropa, sin que haya trascendido si coincidía con la que vestía el joven británico aquella noche.  

La hipótesis de que cayó al mar también la apuntala el hecho de que su móvil diese señal por última vez durante esa misma madrugada en una antena de telefonía del barrio de Sants, cercana al puerto, antes de apagarse. Además, su pasaporte fue hallado en la zona portuaria un mes después de su desaparición por un ciudadano que lo entregó en dependencias del Puerto de Barcelona. Al ver que se trataba de un documento de identidad británico lo enviaron al consulado de Reino Unido en la capital catalana, que alertó a los Mossos d’Esquadra, que habían abierto una investigación de oficio.

El detective Burrows, apartado

Hasta abril se barajaron otra serie de teorías como causa de la desaparición del joven, algunas de lo más rocambolescas, alimentadas por el investigador privado Gavin Burrows, que se ofreció de forma desinteresada a ayudar a la familia de Levi Davis. De hecho, ofreció 10.000 libras, unos 11.500 euros, a quien aportara información sobre el posible paradero del joven.

El investigador al frente de la agencia de detectives privados Line Of Inquiry, con sede en Londres, hizo correr ríos de tinta al asegurar que la desaparición de Davis podría deberse a una deuda con la mafia somalí por asuntos de drogas o con una red de grooming formada por gente del mundo del espectáculo, especulaciones que acrecentaron el sufrimiento de la familia. Incluso llegó a asegurar que la Policía Nacional había identificado a un sospechoso que habría contactado con Levi Davis a través de un perfil falso de la red social de citas Grindr, y que su detención era inminente, un extremo desmentido a este medio por fuentes del cuerpo policial. Finalmente, la familia optó por prescindir de sus servicios.

"Tenía mucha presión encima"

El paradero de Levi Davis sigue siendo un misterio. Su madre, Julie Davis, explicó a Crónica Global en noviembre de 2022, cuando se trasladó a Barcelona para formalizar la denuncia por la desaparición de su hijo, que estaba “deprimido”. El joven estaba sumido en una profunda tristeza tras sufrir una lesión en la rodilla que le impedía jugar al rugby, un hecho que, a su vez, había hecho mella en su situación económica. En los últimos meses el chico había tenido que recurrir a sus amigos y familiares para que le prestaran dinero. “Prometía que lo devolvería, pero no se materializaba y esto lo frustraba porque no podía cumplir con su palabra. Pero esto fue solo la punta del iceberg, tenía mucha presión encima”, contó su madre. 

A esto se sumaba que Levi Davis se sentía “perseguido”. Su madre relató que, un par de meses antes de la desaparición, le dijo que estaba sufriendo chantaje tras revelar a través de sus redes sociales que era bisexual. En concreto, aseguró que estaba siendo víctima de blackmail y que había recibido varios mensajes subliminales. Sin embargo, su madre consideró que el relato de su hijo, que se estaba a tratamiento, “no tenía una base sólida”.

Los últimos pasos de Levi Davis

En octubre de 2022, Levi Davis había puesto distancia de los problemas que le rodeaban y se había refugiado en la casa de un amigo en Ibiza. El día de su desaparición cogió un ferri a Barcelona, dejando atrás sus objetos personales y su medicación, y le envió un vídeo a su madre.  ‘Mira, mamá, qué bonito es esto’, le dijo a Julie desde la embarcación, mientras le enseñaba el atardecer. 

Consigo se llevó solo 30 libras para hospedarse en algún hostel de la capital catalana, pero no lo hizo. Después de que su ferri atracara en Barcelona, Levi Davis estuvo en el Old Irish Pub de Las Ramblas, donde vio parte de un partido de hockey, grabó un vídeo e hizo una llamada. Salió solo de allí, como captaron las cámaras de seguridad, ya caída la noche.

La última imagen del joven la tomó una cámara del Hard Rock Café de plaza Catalunya, en la que se aprecia al deportista caminando en dirección a la plaza Urquinaona. Ahora, los investigadores saben, por la geolocalización de su móvil, que deshizo el camino y se dirigió al puerto. A partir de ese momento, su rastro se disipa.