Los vecinos del local que ardió en Sant Adrià, sin realojo nueve días después
El incendio en un espacio okupado afectó un bloque de 60 residentes, algunos de los cuales se han quedado sin un techo seguro; el ayuntamiento asegura que ultima una posible solución
16 agosto, 2022 17:14Los vecinos del local okupado que ardió en Sant Adrià de Besòs siguen pendientes de realojo nueve días después del incendio. Tal y como avanzó Metrópoli Abierta, los residentes del bloque, que alojaba a 60 personas, denuncian que siguen sin techo y que no pueden asumir los costes de un alquiler temporal mientras se rehabilita el edificio.
Fuentes municipales señalan que el ayuntamiento ultima una solución para realojar a los vecinos del número 7 de la calle Sant Joaquim. Hoy se ha celebrado una reunión con representantes vecinales y con el administrador para tratar de resolver el problema de los realojos.
Los seguros no llegan a todo
En algunos casos, las aseguradoras ofrecen hoteles y albergues, pero este apoyo ha concluido y conducen a los afectados a un destino incierto. En otros casos, las pólizas ofrecen ayudas al alquiler con cuantías cercanas a los 950 euros.
Sin embargo, no es fácil arrendar un piso para uno o dos meses, lo que complica la búsqueda de un techo temporal, especialmente cuando se desconoce cuándo exactamente podrán volver los vecinos a su domicilio. Las citadas fuentes han asegurado que se ha hecho una propuesta de alojamiento, aunque no han dado detalles de ellas hasta que los representantes de los vecinos hayan comentado con el resto de afectados si les parece adecuada esta opción.
Alertaron de la amenaza okupa
Los afectados están preocupados por la incertidumbre ante el fin de las opciones de realojo iniciales, puesto que algunos han tenido ya que abandonar los hoteles donde estaban y otros subsisten gracias a la ayuda de amigos y familiares. Además, han denunciado que todavía no han podido acceder a sus domicilios a recoger lo básico a la espera de lo que diga el informe de los bomberos.
Los bomberos concluyeron que no hay daños estructurales pero que hay que apuntalar, por ejemplo, el primer piso por el deterioro del forjado. Los vecinos afectados se han quejado, además, de que desde hace cinco año venían advirtiendo del peligro que suponía ese local okupado, hasta que finalmente se produjo el incendio a principios de agosto que ha obligado a su desalojo.