El gobierno municipal de Barcelona, que comanda la alcaldesa Ada Colau, ha precintado el nuevo Bailén 22. El café-teatro Parisien BCN, sito en este número, que ocupa el mismo local del que fuera el conocidísimo burdel y sala de espectáculos que operó allí hasta 2010, ha sido precintado por el ayuntamiento de la Ciudad Condal. Unos 50 trabajadores se han quedado en la calle.
El local de Bailén 22, un café-teatro que hasta 2010 fue un club erótico / Google Maps
Lo ha denunciado la patronal de ocio nocturno, Fecalon. En conversación con este medio, la organización empresarial de operadores de ocio nocturno ha criticado que el distrito del Eixample clausurara el local "porque la gente bailaba en un local que era uno, eminentemente cultural y dos, de mucho éxito entre el público latino". Según la plataforma empresarial, "el cierre se ha producido hoy viernes tras tres avisos en un mes, dejando a 50 empleados sin trabajo". Ello es injusto, bajo el punto de vista de la entidad, "pues no se trataba de una discoteca, sino de un local de espectáculos que se ceñía perfectamente a su licencia". Se suma el precinto municipal a la intención anunciada el lunes por la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, de expulsar a las discotecas Shoko, Pachá, Carpe Diem y Opium del Frente Marítimo de la ciudad.
"Actividad diferente a licencia"
No opina lo mismo el gobierno municipal de Barcelona en Comú (BComú). Contactado por este medio, un portavoz del Ejecutivo local ha señalado que "se ha precintado el establecimiento por albergar una actividad diferente a la que tenían autorizada a la licencia. Esto es, hacían de discoteca en lugar de café-teatro. Constan quejas constantes de los vecinos por ruido hasta altas horas de la madrugada". Según la misma fuente, el Parisien BCN "tiene más expedientes abiertos" por excederse del permiso de actividad anteriores al que han provocado su cierre.
Uno de los espectáculos del café-teatro Parisien BCN, antiguo Bailén 22 / CG
Cualquiera que sea el motivo de la bajada forzosa de persiana, lo cierto es que esta llega en un momento delicado para el equipo de Colau. El anuncio de Pin de que pretende cerrar las cuatro icónicas discotecas del Frente Marítimo ha provocado una tormenta política. Además, se ha demostrado que el plan de clausura --acompañado de la supuesta apertura de una subsede del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-- carece de base alguna, pues si bien el Ayuntamiento mantiene conversaciones con el Gobierno, éstas aún no han llegado a su conclusión. Lo que es más, otros actores del sector privado, como el Hotel Arts, maniobran para colar su proyecto en los locales de las locales de ocio nocturno si el ayuntamiento expulsa a las boîtes de noche del litoral.
Tormentoso local de sexo
Cabe recordar que Bailén 22 está grabado a fuego en la memoria colectiva de los barceloneses mayores de edad. No en vano, el local albergaba un pantagruélico local de espectáculos eróticos (y sexo en privado) que operó desde el año 2000 a 2010. Durante esa década se convirtió en referencia del ocio para adultos, pese a que encajó numerosas denuncias de vecinos, que montaron una campaña para lograr su cierre. Éste se produjo inicialmente en 2007, cuando el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Urbana asaltaron el local y detuvieron a su gerente por proxenetismo. También interceptaron a una veintena de prostitutas, a las que detectaron irregularidades de extranjería. Finalmente, la antigua gerencia se desprendió del espacio en 2009. Éste reabrió al año siguiente como Cabaret Berlín, una sala picante dirigida al público gay.
El Bailén 22 cuando se transformó en Cabaret Berlin, dedicado al público gay / CG
El Berlín volvió a ser precintado en 2014, tras denuncias vecinales relativas al uso como discoteca del local comercial, que también tiene activo otro permiso de restaurante. Tras ello, reabrió como Cabaret Mawal, de musica raï y dedicado al público árabe. Adoptó varios nombres hasta que en agosto de 2018 abrió la persiana como Parisen BCN, una sala con música y espectáculos de baile centrada en la clientela latina. "Era el local más de moda de esta comunidad", se quejan fuentes del sector del ocio nocturno.
Cualquiera que fueren sus valoraciones, los nuevos gestores del Parisien BCN han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org [ver aquí] contra la persecución "extrema y salvaje" del Ayuntamiento de Barcelona. Denuncian haber sido acusados de "racismo y discriminación", ante lo que piden apoyo de los vecinos de la ciudad.