Los derechos laborales de las prostitutas quiebran la unidad ante el 8M
El manifiesto oficial elaborado con motivo de la huelga feminista contiene referencias a las trabajadoras sexuales, apoyadas por Colau, que rechazan las asociaciones feministas abolicionistas
27 febrero, 2019 00:00Vuelve a peligrar la unidad feminista de cara al 8M. Si el 2018 fue la inclusión de referencias al procés y al artículo 155, este año son las referencias a los derechos laborales de las prostitutas que contiene el manifiesto oficial las que pueden provocar escisiones.
La elaboración de este documento ha sido especialmente polémico debido al enfrentamiento entre abolicionistas y regulacionistas. Las disputas, aireadas en las redes sociales, se hicieron extensivas a las reuniones celebradas en la Ca la Dona --histórico equipamiento municipal-- para preparar el 8M.
Una mujer en la manifestación feminista del 8M en Barcelona contra la violencia machista / EFE
El pasado 20 de enero, feministas contrarias al reconocimiento de los derechos laborales de las trabajadoras --consideran que legitima a los proxenetas-- no pudieron tomar la palabra ante la presión del lobby de trabajadoras sexuales, que se ha hecho fuerte en determinados ámbitos municipales. El resultado es un documento, al que ha tenido acceso Crónica Global --puede leerse en este enlace--, titulado “Juntas somos más fuertes. Ningún paso atrás”, que será leído con motivo de la huelga feminista convocada para el 8 de marzo.
Contra la violencia y a favor del aborto
En el mismo se defiende la diversidad y se rechaza la violencia machista, así como la opresión por la orientación sexual. También se exige la despenalización total del aborto.
El párrafo que provoca discrepancias reclama “el pleno reconocimiento de los derechos de ciudadanía y de los derechos laborales de las trabajadoras sexuales. Erradiquemos las relaciones de explotación laboral. Denunciamos la violencia institucional, la criminalización y el estigma hacia las trabajadoras sexuales”.
En el texto hay una velada referencia al procés, pues se exige “la libertad de las presas políticas y exiliadas, así como la libertad de todas las mujeres injustamente encarceladas, y el fin de los procesos judiciales abiertos”.
Feministas abolicionistas rechazan la influencia del lobby de trabajadoras sexuales en la manifestación unitaria del 8M / CG
En el trasfondo de esa división se encuentra el apoyo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha expresado al sindicato OTRAS, cuyos estatutos fueron anulados por la Audiencia Nacional al considerar que "un contrato en virtud del cual el trabajador asuma la obligación de mantener relaciones sexuales, que le indique el empresario con las personas que este determine a cambio de una remuneración debe reputarse nulo". Este sindicato provocó una de las primeras crisis del Gobierno de Pedro Sánchez y obligó a dimitir a la directora general de Trabajo, Concepción Pasqual, quien registró los estatutos de esta entidad. Los socialistas, que defienden la abolición de la prostitución, tramitaron la ilegalización de OTRAS, mientras que Colau expresó su apoyo al colectivo.
Subvenciones a Aprosex
En junio de 2018, el Pleno del Ayuntamiento rechazó aprobar una ordenanza contra la prostitución y la explotación sexual tal como proponía el PSC. El líder municipal esta formación, Jaume Collboni, defendió que la "prostitución es esclavitud" en una bronca sesión, a la que acudieron representantes de Aprosex. BComú y CUP criticaron duramente la propuesta socialista.
Asociaciones feministas denunciaron recientemente la "instrumentalización", por parte del sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS, de la manifestación unitaria del 8M. Arremetieron contra Ada Colau por subvencionar a entidades como Aprosex, Asociación de Profesionales del Sexo cuya finalidad es defender los derechos de las trabajadoras sexuales y normalizar su actividad. En los últimos tres años, el ayuntamiento ha concedido casi 11.000 euros a esta entidad: 4.000 euros en 2016, 5.985 en 2017 y 1.000 euros el año pasado.