Los okupas del Banc Expropiat de Gràcia en una de sus manifestaciones tras el desalojo / EP

Los okupas del Banc Expropiat de Gràcia en una de sus manifestaciones tras el desalojo / EP

Vida

Los okupas de Gràcia amenazan con unirse a Arran

“Si aumenta la represión, será necesaria la unidad anticapitalista”, sostienen los antisistema que hasta hace poco iban de la mano de la CUP

12 agosto, 2017 23:00

Los miembros del colectivo antisistema del barrio barcelonés de Gràcia consideran que la sociedad y los medios de comunicación están llevando a cabo una campaña de criminalización contra Arran, la formación independentista formada por las juventudes de la CUP.

Por ese motivo, los okupas del conocido como Banc Expropiat --que tendrían que haber sido desalojados el pasado 26 de julio-- han lanzado un mensaje de “solidaridad incondicional” hacia los cachorros de la CUP a través de sus redes sociales.

Se quedan solos

“Si aumenta la represión, será necesaria la unidad anticapitalista. Entonces veremos quién cree en la unidad de base y quién en el oportunismo político”, sostienen los okupas.

El apoyo de este colectivo a las juventudes independentistas radicales se trata de un caso aislado, ya que sus colegas evitan entrar en polémicas de carácter político. Otros Centros Sociales Okupados Autogesionados (CSOA), como les llaman ellos, emblemáticos en la ciudad de Barcelona como La Kasa de la Muntanya, la Farinera del Clot o Can Vies, entre otros, no se han pronunciado al respecto.

Contra la CUP

De hecho, tal y como informaba este medio, la guerra de los okupas se centra en acabar con el sistema de la manera en la que se entiende actualmente y alejarse del terreno político institucional, salpicado sobre todo por la independencia de Cataluña y la celebración del referéndum el próximo 1 de octubre.

Los propios integrantes de la CUP son los primeros criticados entre las filas okupas. Sostienen que confiaban en ellos cuando la formación independentista saltó a la primera fila de la política catalana por su sello obrero y su lucha desde la calle, pero poco a poco se fueron alejando del objetivo que moviliza a los propios antisistema, puesto que ya pertenecen al sistema.

Critican que los cupaires se hayan obsesionado con conseguir la ruptura de España y hayan olvidado el resto de los objetivos, y creen que se hace más política local desde las casas okupadas que desde las filas de la CUP en los ayuntamientos en los que tienen concejalesy desde el Parlamento catalán.