Castillo de Tossa

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Viajes

El destino de playa que eligen los catalanes porque se puede llegar en tren desde cualquier sitio

Los viajeros pueden disfrutar gratis de increíbles playas cristalinas: el viaje sale gratis

18 mayo, 2024 12:00

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La Costa Brava parece un territorio no apto para aquellos que viajan en transporte público. Eso lo ha hecho tan exclusivo como imposible a la hora de aparcar. Pero es mentira.

Para empezar, los trenes de media distancia tienen parada en Portbou. El problema es que viajar hasta allí lleva cerca de tres horas. Pero haciendo un poco de trampas, los vecinos de Barcelona y otros puntos de la provincia pueden acceder a uno de sus lugares favoritos: Tossa de Mar.

Vistas des del Castillo de Tossa de Mar

Vistas des del Castillo de Tossa de Mar Wikipedia

Cómo llegar

Se puede llegar en vehículo privado. Son 90 minutos. Se trata de coger la AP-7, salir a la altura de Maçanet de la Selva y continuar por la C-35 hasta el desvío que aparece hacia el destino. El problema es que las retenciones para llevar son kilométricas a la que llega el verano y que aparcar es casi imposible. 

Para evitar todo eso, la opción más económica para a llegar a este punto de la Costa Brava que enamoró al Hollywood clásico es el tren. Sólo hay que coger la R1 de Rodalies y bajar en Blanes. Y de allí se coge un bus coordinado con RenfeEsto hace que los pasajeros no tengan que esperar mucho rato para poder llegar a destino. Pero es que además hace posible llegar allí gratis.

Cómo viajar gratis

Desde que el Gobierno pusiera en marcha la medida anticrisis por la cual los abonos de Rodalies salían gratis, llegar hasta Tossa puede salir por cero euros. Desde el pasado 1 de enero de 2024 hasta el 30 de agosto a través de la página web de Renfe o de forma presencial en las taquillas o máquinas de venta automática.

Para poder conseguir la gratuidad en los billetes, es necesario registrarse en la app de Renfe con el DNI del pasajero. Se genera un código QR para que los usuarios lo descarguen en sus teléfonos y los validen en las máquinas de las estaciones.

Tossa de Mar de noche

Tossa de Mar de noche Vacaciones España

Por qué Tossa

Pero más allá de las facilidades para llegar a Tossa, lo importante no es solo el viaje, el destino, en este caso, tiene un gran peso. Es muy difícil quedarse con tan sólo una cosa de este municipio: sus playas, sus calles, su castillo y su gente enamoran desde hace siglos.

Es imposible resumir todo en un artículo y más cuando se conoce que hay asentamientos del paleolítico, que los romanos situaron el puerto de Turissa de las que se pueden ver algunos vestigios.

Qué ver

La Villa Ametllers, es un antiguo balneario del siglo I a.C. de los que se conservan los cimientos y los mosaicos de sus suelos. Más altas son las murallas que se conservan de la época medieval y del famoso castillo del siglo XII que preside una de las bahías más atractivas de la Costa Brava.

Arrancar por esta parte de Tossa es de obligación. No queda mucho de él, algunas murallas y la torre de defensa, pero vale la pena subir desde la playa para verlo. De acceso para todos los públicos, a este enclave que, en su día, sirvió para defenderse de los piratas, se llega por una rampa que nace desde la playa principal.

Tossa de Mar

Tossa de Mar WIKIPEDIA

Las mejores playas

La playa Grande es, como ya se dijo, de postal. 370 metros de largo y 80 de ancho con un paseo marítimo al fondo repleto de tiendas y restaurantes para todos los gustos. Claro que Cala Pola le empieza a hacer sombra. Aunque esté a cinco kilómetros, llegar hasta allí por el camí de ronda es enamorarse del litoral catalán.

Luego, uno puede continuar hacia el norte y dar con la Cala Giverola o incluso dar unos pasitos más para dar con el espacio naturista de la cala Futadera o sur hasta la cala del Senyor Ramón, una estrecha lengua de arena en medio de unos elevados acantilados que fascinan. Si se quiere pasear menos, al sur, hacia las calas Llevado o Es Codolar, ideal para el snorkel.

Cala Pola

Cala Pola

Qué hacer

Y más allá de ruinas, castillos y playas, las calles de Tossa valen mucho la pena. Para los amantes del shopping y los restaurantes está la calle dels Socors, donde está la iglesia de la virgen homónima. Para los que les gusta el turismo urbano, la vila vella esconde la iglesia de Sant Vicent, el museo municipal o el faro de Tossa.

Y luego, queda descubrir la estatua dedicada a una diva de Hollywood, Ava Gardner, la actriz que se enamoró de esta localidad durante el rodaje de Pandora y el holandés errante. Algunos de sus vecinos recuerdan las fiestas que se montaba y la llegada entonces de Frank Sinatra, Mario Cabré y otros. Claro que un ciudadano ilustre que sigue yendo es Andrés Velencoso, para algunos, el monumento real de Tossa.