Una casa en medio de la muralla: uno de los secretos mejor guardados de Cataluña
La decisión del Consell de Cent hizo posible esta pequeña vivienda que todavía se mantiene en pie
29 abril, 2024 11:50Noticias relacionadas
Los romanos tenían claro que una cosa era la vida intramuros y la otra la que sucedía extramuros. En cambio, nada se decía de aquello que se sucedía en la misma muralla. Pero claro, ¿quién iba a pensar que alguien viviría algún día dentro de esta construcción defensiva?
Las murallas nunca han estado pensadas para eso, pero los miembros del Consell de Cent de Barcelona, vieron una posibilidad para ubicar allí a un personaje tan odiado para la ciudadanía como necesario para ellos. Hablamos del verdugo.
De película, pero real
Aquella figura al que Berlanga dedicó una brillante película tenía una función horrible. Esta era la persona que se encargaba de dar muerte a aquellos delincuentes que, según la ley de la época, merecían ser ajusticiados.
Esta figura, como es lógico, no era muy querida entre la ciudadanía de Barcelona. Pocos querían tener a su lado a una persona tan sanguinaria y fría, y mucho menos ser su vecino. De allí, que el Consell de Cent decidiera echarle una mano.
¿Qué hacer con el verdugo?
Como les era útil para la gobernanza de la ciudad no podían echarlo fuera de los límites de la ciudad, pero tampoco deseaban la incomodidad de su empleado ni de sus vecinos. De esta manera, decidieron ofrecerle un hogar propio.
Sí, la solución fue no dejarlo ni fuera ni dentro, sino entre. Las paredes de la muralla se convirtieron en el curioso y minúsculo hogar del verdugo. Una casa que aún se mantiene en pie.
Dónde está
En la plaza del Rei, que no la plaza Real, entre la Casa Padellàs y la capilla de Santa Àgueda, en los muros de la antigua muralla, una cristalera deja ver la puerta sellada de esta particular vivienda. Y sobre ella dos detalles, un número 43 grabado en el portal y una puerta superior que da a un diminuto balcón.
Uno se debe fijar mucho para darse cuenta de esta de la existencia de esta casa, pero se ha conservado. Ahora, pertenece a la sede actual del Museu d’Història de Catalunya. Pero no todos reparan en ella.
Cómo es
Tampoco muchos lo hacían en la época. Al encontrarse en las murallas no siempre llamaba la atención. Lo que sí hacía era jugar en favor del verdugo.
La casa, a pesar de las pequeñas dimensiones, ayudaba al ejecutor a estar cercano al lugar donde tenía que acometer las órdenes recibidas. Por otro lado, le permitía no tener que interactuar mucho con la ciudadanía.
Un símbolo
En cualquier caso, la casa del verdugo no deja de ser reflejo de dos cosas. Por un lado, que la infravivienda no es una novedad; por el otro, que la historia de Barcelona y Cataluña todavía se mantiene.
La casa del verdugo es un claro ejemplo del paso de la historia, de las oscuras profesiones de la Edad Media y que llegaron a durar años. Un recuerdo de un pasado que excede a la mera curiosidad.