La pasada Semana Santa puso en evidencia dos cosas: las ganas de desconectar de los catalanes y la increíble escalada de precios de los alojamientos turísticos. Los hoteles marcaron precios de récord para un mes de marzo y aun así la gente acudió en masa a cualquier lugar que le permitiera alejarse de la vida cotidiana y hacer vida de pueblo.
Pero como no todo el mundo puede permitirse pagar hoteles, spas o pisos turísticos en la costa, una alternativa por la que cada vez apuesta más gente es el camping. Sí, aquello que muchos relacionan como una tienda de campaña ha cambiado mucho. Ahora, estos lugares de supuesta acampada son casi segundas residencias.
Así puedes disfrutar de los campings
Lejos ha quedado la imagen de unos campistas que van a clavar una tienda o que despliegan esas Quechuas que doblado fácil. Los campings de los que hablamos son aquellos en los que uno va con su caravana o autocaravana, coloca su avancé y tiene su propia cocina. Eso, cuando no se opta por la opción bungalow, siempre más cara, aunque cómoda.
Los campings además ya vienen con todo: piscina, áreas de recreo, zona de spa, discotecas, bares, restaurantes, lavandería… Todo está preparado para que pequeños y grandes puedan disfrutar. Aunque claro, como pasa con los hoteles, los hay de diferentes categorías.
Esta es la lista de campings
Para los que no estén familiarizados con el mundo camping, alertar que va la clasificación va a la inversa que los hoteles. Si uno ve que en la entrada hay un uno, es que estamos delante de un camping de primera categoría, luego los hay de segunda y de tercera. Un ranking que varía en función de las instalaciones y características de cada uno.
Si uno no tiene claro donde ir, la Federación Española de Campings (FEEC) lleva cuatro años premiando a los mejores en una gala especial. La del pasado noviembre de 2023 tuvo tres campings catalanes entre los nueve galardonados en su ranking.
¿Cuáles son los mejores campings de Cataluña?
El Camping Sènia Rupit, situado a las afueras de uno de los pueblos más bonitos de España, se alzó como el mejor en la categoría de camping de interior. Tampoco faltó un clásico en estas listas como el Tamarit Beach Resort, que se ganó como mejor camping de playa del país. Y, por último, el camping con el alojamiento más original se lo llevó el Camping Garrofer.
La categoría de este último hace que nos centremos con él. Una vez planteado lo que es un camping y sacados los prejuicios sobre ellos, uno sí puede sorprenderse ante uno que tiene un “alojamiento más original”. ¿Qué tiene este lugar?
Por qué es más que un camping
Para empezar, su ubicación. Se encuentra a las afueras de Sitges, a escasos metros de la playa y a media hora en tren de Barcelona. Eso sí, muchos podrían criticar que estuviera en esta categoría. El Garrofer ya no es un camping, sino eso que desde hace unos años se cataloga como glamping. Este concepto ya dice mucho. No es un camping como tal, sino uno al que se le adjudica un punto glamuroso.
Este toque se lo ofrecen sus alojamientos premiados. La empresa responsable de la gestión, HolaCamp, ahora en problemas, tuvo claro que la solución para este lugar que tiene más de 60 años de historia era renovarse o morir. Y ha optado por lo primero.
Aquí sí hay tiendas de campaña, pero no son las tradicionales. Las hay con la forma tradicional, en forma de iglú, como pequeñas jaimas… Todas ellas de unas dimensiones que resultan incluso superiores a las de algunos pisos que se alquilan por más de 600 euros al mes en Barcelona.
Camas y suelos de madera, toallas, baño incorporado, armarios… No les falta de nada. Además, los hay de todo tipo, incluso algunos de estos alojamientos son pequeñas cabañas. Unos lujos que muchos hoteles no pueden ofrecer.
Comodidad y sostenibilidad: formas de elegir el mejor camping
De entre todos destaca el "Domo", una tienda glamping con forma geodésica diseñada para dos viajeros, fusionando camping y glamour bajo el manto estrellado. Asimismo, el "Orión", un lodge para familias inspirado en los safaris africanos, capturó la atención de los presentes.
A esto se le suman sus instalaciones. Con una filosofía basada en la sostenibilidad y vivir en armonía con el entorno, sus responsables también tratan a ofrecer a las personas que allí se alojan todas las facilidades. Hay un minimercado, varios restaurantes con distintas ofertas gastronómicas, un espacio para food trucks, un skatepark, una zona deportiva con pistas polideportivas, de pádel, voley playa, fitness y petanca… Incluso la típica piscina ofrece diversión sin fin con varios toboganes que hacen las delicias de los más pequeños y los que no lo son tanto.
A eso se le suman las diferentes actividades que organizan a lo largo del año: circo, conciertos, cine, juegos, castellers… ¡incluso festivales de música! Todo para agradar a los diferentes públicos que se acerquen allí para pasar un buen rato en comunión con la naturaleza.
Y es que la sostenibilidad forma parte de su sello. Señalan que todavía les queda mucho por hacer, pero ya disponen de contenedores diferenciados (amarillo, azul, verde, marrón y gris) para la gestión de residuos, limitadores de caudal y duchas con pulsadores para la gestión eficiente del agua y apuestan por el uso de luces LED cálidas, células, balizas solares en cuanto a nivel energético.
Ciudad única: Sitges irrumpe con fuerza
A todo ello, se le suma su emplazamiento. El Garrofer está a las afueras de Sitges, a escasos metros del mar y de la fiesta y diversión que ofrece esta ciudad histórica a la que se puede llegar en transporte público. Una ciudad que enamora por sus calles, su historia y su calidad de vida.
Más de 320 días de sol al año, unas playas increíbles, joyas arquitectónicas, rica gastronomía, museos y hasta pequeños palacios, son solo algunos de los atractivos de Sitges. ¿Se puede pedir más? Háganlo que puede cumplirlo. No en vano, el pintor Santiago Rusiñol cayó rendido ante sus encantos en 1891. Y no son pocos.
Para empezar, está la mítica iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla con la torre de su campanario, originaria del siglo XVII, aunque reconstruida posteriormente. Su arquitectura y su ubicación, en un pequeño acantilado la han convertido en Monumento Histórico-Artístico desde 1962.
Pero hay mucho más. Su cementerio es uno de los más bonitos situados de Cataluña, situado frente al mar, tiene unas vistas increíbles y se encuentra entre dos de sus calas más conocidas: Sant Sebastià y Balmins, una de las primeras playas nudistas del territorio y que es conocida como La caleta. Y es que Sitges siempre ha sido sinónimo de libertad.
Esta es la arquitectura de la ciudad
Por las estrechas calles del casco antiguo donde ahora se encuentra el epicentro comercial de la ciudad, se pasean millones de visitantes y turistas todo el año, pero sobre todo en Carnaval, uno de los más famosos de Cataluña. Eso sin contar con la conocida como Calle del Pecado, donde se concentran algunos de los mejores clubs nocturnos de la ciudad, entre ellos, el que vio nacer a Pachá.
Un recorrido por el centro y el paseo marítimo también permite descubrir joyas arquitectónicas modernistas y de todos los tiempos. El palacio Maricel y su museo, antes un antiguo hospital con vistas al mar, son el ejemplo más claro, pero hay más. En la calle isla de Cuba se erigen casas de estilo colonial y modernista, fruto de la llegada de los indianos que se fueron instalando en el municipio como en la actualidad lo hacen los jugadores del FC Barcelona, aunque ellos construyen sus casas en algunas de las urbanizaciones más exclusivas en torno a la localidad. Es el caso de Jose Mari Bakero, Memphis Depay y Sergiño Dest, entre otros.
Cómo llegar a Sitges
Destacar que Sitges es la ciudad que vio nacer el primer chiringuito de España en la playa de la Ribera. También ha sido referente de las libertades LGTBI, donde las personas de este colectivo se han sentido más libres a la hora de expresar su amor cuando no era tan fácil hacerlo en España. Y, por último, es la sede del Festival Internacional de Cine de Cataluña. Por allí han pasado estrellas internacionales de la talla de Guillermo del Toro o Quentin Tarantino, sólo por mencionar a un par de famosos. Pero también ha sido lugar de residencia de futbolistas del Barça como Leo Messi y de famosos como Antonio Orozco.
Todo ello está accesible en transporte público. Los trenes de Rodalies tiene parada allí. Y si uno prefiere ir en coche ya no hace falta que opte por la mítica carretera del Garraf, con decenas de curvas, la C-32 es el camino más recto para llegar desde Barcelona. Queda a media hora.