Presentación en el festival de Sitges

Presentación en el festival de Sitges

Curiosidades

El festival de Sitges: cómo se desarrolló y qué significa para Cataluña

El certamen, con más de medio siglo de historia, logra cifras millonarios y un impacto a nivel nacional e internacional

3 octubre, 2023 17:20

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El Festival de Sitges celebra este 2023 su 56ª edición con nombres de la talla de Brad Anderson, J.A. Bayona, Álex de la Iglesia, Takeshi Miike, presentes en el evento y Nicolas Cage, William Dafoe, Hayao Miyazaki o Takeshi Kitano en las pantallas.

Estas caras y figuras conocidas son fruto de una dura labor de un proyecto que nació con la voluntad de dinamizar la ciudad que los cobija fuera de la temporada estival y que, medio siglo después, se ha convertido en el Festival Internacional de Cinema de Catalunya.

Orígenes

La idea partió en los años 60. El Ayuntamiento quiso que el municipio fuera más que un lugar donde pasar las vacaciones e idearon un certamen para atraer turistas fuera de los meses de verano. En 1967, el consistorio, con la ayuda del entonces presidente de la asociación Cine Foto, Antoni Rafales, decidieron organizar una la Primera Semana de Cine, Foto y Audiovisión. Sólo participaron escuelas de cine. Pero consiguieron la complicidad de un hombre clave, Román Gubern, experto y reputado crítica cinematográfico.

Al año siguiente, en el Cine Prado se celebró la que ya fue la primera edición del Festival de Cine Fantástico. No funcionó del todo bien. Prometieron cintas de Buñuel que nunca llegaron y la asistencia fue escasa. No mejoró mucho más en los primeros años, de poco sirvió que en el 1970 se celebrara la tercera edición en el Cine Retiro. Era una sala mejor, pero las películas no tenían subtítulos, se anunciaban un día antes y, además, no siempre llegaban.

Premios

Un año más tarde decidieron entregar premios, constituirse un cine festival internacional y conformar un jurado. A los cinco años de su fundación, en 1972, Luis García Berlanga, presidente del jurado, les dio la visibilidad que necesitaban. A partir de entonces, las grandes figuras del cine se fueron sucediendo: Wes Craven, Joan Brossa, Tony Bill o David Cronenberg empezaron a sucederse.

Que el director de La Mosca ganara un Oscar tras el paso por el certamen y la posibilidad de que llegaran las películas subtituladas, sumado a las nuevas libertades que se vivían en España tras el fin de la dictadura franquista, ayudaron a alzar el vuelo del festival. Desde entonces han pasado por allí figuras de la talla de Quentin Tarantino, Christopher Nolan, David Lynch, Anthony Hopkins, Cameron Diaz, Kim Ki Duk, Guillermo del Toro… Nombrarlos a todos sería no acabar.

Símbolo de éxito

La incorporación del auditorio del Hotel Meliá, la apertura de la autopista C-32 que facilita el acceso a la ciudad, la mayor implicación del Ayuntamiento, la Generalitat y los ciudadanos de Sitges y del resto de Cataluña o actividades como la Zombie Walk no han hecho más que darle alas y potencia al festival.

Esto también se traduce en unos números de escándalo. El último año prepandémico, en 2019, se calcula que el certamen generó más de 91 millones de euros. En 2022, el último año pandémico por las salas pasaron 108.000 espectadores. Y los números no paran de crecer.

Lo que iba a ser un certamen para atraer a turistas fuera de la época estival, se ha convertido en uno de los principales valores de Sitges. Una ciudad que ya no es sólo para el verano, sino que tiene vida durante todo el año. Pocas veces una iniciativa tan temporal ha tenido unos resultados tan perenne.