El cámping de Coma-ruga retirará a la fuerza las casas de las familias expulsadas y les cobrará por ello
La nueva propiedad del recinto turístico sito en Tarragona ha comunicado a los campistas que desmontará y trasladará sus bungalows si no lo hacen ellos
12 abril, 2024 15:57Noticias relacionadas
La nueva propiedad del cámping Sant Salvador de Coma-ruga, en la provincia de Tarragona, ha comunicado al centenar de familias expulsadas que retirará sus casas y les cobrará por ello. Una operación que costaría hasta 8.000 euros a los campistas en caso de hacerlo por su cuenta, calculan.
A partir del próximo lunes 15 de abril, HolaCamp procederá a desmontar y trasladar las viviendas turísticas de las familias, algunas de las cuales han pasado sus vacaciones en el recinto durante 40 años. Fue este medio quien avanzó la decisión de la nueva propiedad de no renovarles el contrato.
¿Quién es HolaCamp? La nueva empresa, que cuenta con el apoyo de un fondo buitre, quiere captar cinco lugares de acampada en Cataluña para transformarlos en glamping.
Una operación que cuesta hasta 8.000 euros
La plataforma de familias afectadas, que el pasado 30 de marzo se manifestó a las puertas del cámping, lamenta que la propiedad haya rechazado de forma reiterada su petición de negociar un plazo razonable para trasladar sus pertenencias. Asimismo, critican a HolaCamp que su respuesta haya sido "la amenaza de desmontaje forzado, además de una carga económica a las familias expulsadas".
La retirada y el traslado de las casas móviles tiene un coste de entre 5.000 y 8.000 euros, según calculan los afectados, que deberían contratar empresas especializadas y buscar una nueva ubicación para las viviendas turísticas. Una tarea nada fácil, ya que incluso algunos de los afectados viven en el extranjero.
Algunas casas, compradas hace menos de dos años
En su momento, la compra de las viviendas turísticas ya les comportó una inversión de entre 20.000 y 30.000 euros, a los que deberán sumar los costes del desmontaje y traslado.
Parte de las familias las compraron en los últimos dos años y acometieron mejoras en las instalaciones, "siguiendo el consejo de la antigua propiedad", lamenta la cooperativa de abogados Col·lectiu Ronda, que ejerce su representación y que destaca que "de haber sabido que en unos meses iba a cambiar la propiedad", no habrían adquirido las casas móviles.
Piden más tiempo y una compensación económica por el traslado
Los campistas recibieron el pasado mes de febrero la comunicación de que deben abandonar el recinto en un plazo máximo de un mes. No se esperaban esta decisión unilateral y tampoco sabían que había cambiado de dueño. El antiguo propietario había vendido la mayoría de las participaciones a una empresa, HolaCamp, que se dedica a gestionar cámping de bungalows en diferentes localidades de Cataluña y Aragón.
Los afectados tenían un contrato de aparcamiento para dejar su casa móvil todo el invierno, pero no habían firmado aún el nuevo, que se amplía de forma anual. En el momento de hacerlo, recibieron la carta certificada que les informó de que la nueva propiedad no les renovaría el contrato. Ahora, piden tiempo para poder retirar sus cosas con calma y que se les compense económicamente por el traslado.