Primeras planas

Mas hasta en la sopa y jubilados por la independencia

María Jesús Cañizares describe en el ABC el ambiente de la manifa ante el TSJC con abundante de presencia de la sectorial de la ANC "Jubilados por la independencia". Artículo de Aznar en El Mundo

16 octubre, 2015 08:29
ABC:Artur Mas, nervioso ante la Justicia de la que se burla en la calle

El Mundo: Mas usa su declaración para redoblar el pulso al Estado

El País: Mas, dispuesto a incumplir la ley si es inhabilitado por el 9-N

La Razón: Mas desobedecerá al tribunal si es inhabilitado

Ara: Resposta cívica

El Periódico: Mas: "Yo soy el responsable"

El Punt Avui: Més que Mas

La Vanguardia: Mas se declara ante el juez responsable político del 9-N

Cinco Días: Repsol se rearma

El Economista: Repsol desinvertirá por 6.200 millones y mantiene el dividendo

Expansión: Repsol explora una integración con Gas Natural

Mas, ese hombre, es el protagonista absoluto de las portadas de la prensa generalista. Ayer depuso ante el TSJC y la onda expansiva es la imagen de las primeras de los diarios. Ahí está, a las puertas del tribunal, una vez aliviado del trance interrogatorio. Guante blanco con el "president" mientras afuera la masa bramaba. Mas president, Catalunya independent. Enorme espectáculo en el paseo Lluís Companys, en el 75 aniversario del fusilamiento de Companys y con un pavo real cuyas plumas eran los tíos de la vara en número de cuatrocientos.

Los nacionalistas lo bordan a la hora de montar shows. Més que Mas dice el Avui mientras La Vanguardia y El Periódico subrayan que Mas se declara único responsable. El editorial del diario de Godó califica de "gallardía" la actitud presidencial. Sí, muy gallardo, pero bien que le echó la culpa de la ejecución del 9-N a los "voluntarios". Es decir, tirar la piedra y esconder la mano. Dice que se le ocurrió a él solito, pero que lo montaron cuarenta mil ciudadanos libres de pecado.

En El País y en La Razón coinciden en el titular sobre la hipótesis de que Mas no acate una hipotética sentencia que lo inhabilite. Así lo dejó caer, que en función del momento y si Cataluña ya es independiente, que le quiten lo bailado y salga el sol por Antequera. Un "milhomes". La noticia pura y dura viene servida en El País por Miquel Noguer y Jesús García: "El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, apuntó ayer que puede desoír a la justicia en caso de que sea inhabilitado por el 9-N. “Dependerá del momento político en el que estemos y de la situación jurídica del país”, sostuvo al ser preguntado sobre si acataría la resolución del Tribunal Superior de Justicia, ante el que declaró como imputado por un delito de desobediencia grave. Mas acudió al Palacio de Justicia acompañado por 400 alcaldes, que aparecen en la imagen esgrimiendo sus varas de mando, y los consejeros de su Gobierno. Allí le esperaban centenares de personas que quisieron apoyarle. Las llamadas a la desobediencia se han ido haciendo más frecuentes en la política catalana a medida que el proceso independentista ha avanzado y se ha agudizado el choque legal y político entre el Estado y la Generalitat. Sin embargo, hasta ayer, Artur Mas había dejado este discurso a los sectores más radicales del independentismo, básicamente Esquerra Republicana y la CUP. Tras declarar como imputado, ni más ni menos que por un presunto delito de desobediencia grave que lleva aparejadas penas de inhabilitación, Mas dejó caer la posibilidad de optar por vías que hasta ahora solo habían defendido sus socios".

Continúan: "Al ser preguntado por si acatará o no una eventual inhabilitación, Mas fue suficientemente explícito. “Esto dependerá del momento en el que estemos, de la situación jurídica del país”, dijo. Con ello se refería a la conocida voluntad de los independentistas de “desconectar” Cataluña del marco legal español en un periodo máximo de 18 meses. De hacerlo así, según ellos, las leyes —y sentencias— de la justicia española ya no serían de aplicación en Cataluña, lo que salvaría a Mas de una eventual inhabilitación. Mas no fue el único que habló de una eventual desobediencia. Horas antes, el coordinador general de Convergència Democràtica, Josep Rull, aprovechó el alto grado simbólico de la jornada de ayer —la declaración de Mas coincidía con el 75º aniversario del fusilamiento del presidente Lluís Companys— para asegurar que no cederán ante el Estado. Rull dijo ante el foso donde fue ejecutado Companys que Cataluña tiene “el derecho y el deber de ignorar” una posible inhabilitación del presidente catalán".

Rull, otro valentón que toma un fallo con la mano derecha para limpiarse el canal rectal y luego se suena la nariz con la misma sentencia. Derecho a decidir, derecho a ignorar, derecho a hacer lo que se le pase por el forro del arco del triunfo. ¡Viva el derecho y viva yo!

El artículo más duro es el de Hermann Tertsch en ABC: "El día de ayer fue un día de vergüenza y escándalo por la agresión a la Justicia y a la ley por parte del separatismo catalán. Pero no más que otros. Y extraordinario solo en el despliegue operístico –o quizás tan solo zarzuelero– de las protestas. Porque las graves agresiones al Estado se suceden desde hace tiempo. Si el día de ayer fue realmente distinto por algo es porque se les acaba a todos el tan manido recurso de mirar hacia otra parte e intentar convencerse de que nada va a pasar. Está ya muy claro el delito de quienes ya han anunciado que van a romper España si se les permite. Ahora deben preocuparse todos. Incluidos quienes también delinquirán si no lo impiden. La escenificación del desafío se ha consumado. Ahora el Estado no tiene más opción que imponerse. Y poner fin a esta situación. La inhabilitación de Artur Mas debería producirse de forma urgente. Y muchas otras si resulta necesario. Aquellos que quieran seguirle en el órdago deben comprobar de forma contundente que ayer acabó el tiempo en el que atentar contra la ley generaba ventajas y prebendas. Por España y por toda Europa tras el día de ayer solo hay un mensaje para el separatismo: que por las malas nadie puede ni podrá con el Estado de Derecho y la democracia. Serán derrotados y pagarán penalmente su atentado contra el bien común que nos dimos más de 40 millones de españoles y no nos van a arrebatar dos millones de fanáticos más o menos subvencionados. Si una minoría quiere partir en dos España, violentamente y en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles, va a necesitar mucho más que los coros de esos pancistas y mantenidos comisionistas que escuchamos ayer".

El punto ácido, divertido y ambiental es obra, en el mismo periódico, de María Jesús Cañizares, que titula su pieza así: "El tío de la vara y la señora patriota". Y escribe: "El desfile de Mas, perfectamente cronometrado, hizo las delicias de los «Jubilados por la Independencia» La épica es contagiosa. Que coincidiera el rodaje del anuncio de una conocida marca de zapatillas deportivas –«Just do it»– con el paseíllo judicial de Artur Mas solo podía ser interpretado como una señal del divino cielo secesionista. «Ni un paso atrás, president» es el «Just do it» (hazlo y ya está) de los simpatizantes independentistas que ayer arroparon al líder convergente a su llegada al Palacio de Justicia, en su mayoría pensionistas".

Sigue: "Algunos decidieron hace tiempo «sindicarse» y exhiben con orgullo su condición de Jubilados por la Independencia, sectorial de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Voluntarios de esta entidad, que dio apoyo a la candidatura de Artur Mas, fueron los encargados de poner orden entre el público.

A las 9 de la mañana, las inmediaciones de la sede judicial, convenientemente valladas y vigiladas por los Mossos d’Esquadra para evitar incidentes, ya habían sido tomadas por manifestantes, bandera estelada en mano, que se daban codazos por situarse en primera fila. Una señora cotizaba muy alto su espacio y sólo lo cedía a las cámaras de TV3, previa identificación".

Un carnaval, una mascarada, una juerga mañanera, una "rave" en el Arco del Triunfo, victimismo non stop y ese saludo a la romana con los cuatro dedos. Cuentan, y no paran, que en los pasillos del Palau de la Generalitat se ha impuesto el saludo brazo en alto. Heil, company. "Tots son Mas", responde el interpelado mientras choca los talones, o los firma. Son cuatro dedos, que es otra manera de decir que ha subido la tarifa. Del tres al cuatro. Todo sube, la vida, la inflación. Cañizares recuerda otro episodio fundamental: "No deja de ser curioso que el teatrillo independentista se representara a mitad de camino entre el Parlamento catalán, donde Mas fue acosado en 2011 por colectivos antisistema (su llegada en helicóptero sí que fue histórica) y un Palacio de Justicia acorralado por dirigentes políticos, ediles reconvertidos en el «tío de la vara»/José Mota y espontáneos subidos a las farolas para fotografiar a su ídolo". Sí, sí, en helicóptero entró Mas al Parlament.

En la parte de lo que es la prensa editada en Cataluña el ardor guerrero es absoluto. Rollo Braveheart. Se exhibe músculo, orgullo, tono revolucionario. Va a arder Troya como le toquen un pelo a Mas. Y ojo los de la CUP que no se pasen de listos. Es lo que escribe el director del Avui, Xevi Xirgo: "Però què s'han cregut? Que no se n'adonen, del que està passant? Que el president de la Generalitat arribi als tribunals envoltat dels que fins fa quatre dies eren la seva oposició i de tots els antiretallades no els fa reflexionar? No els fa pensar? Marededéu quina miopia. I marededéu quina sort que sigui així. Aquesta és la democràcia que practiquen? La que considera que manifestar-se al carrer és una amenaça als tribunals i un fet impropi? Quina sort, insisteixo, que hi hagi aquesta miopia i que a Madrid estiguin més pendents de les eleccions generals que de res més! No fos cas que ara ens vingués una oferta i algú se la cregués, que no ho crec. Vista la reacció del president espanyol (marededéu quin president!), fem via perquè la cosa és cada cop més clara i tenim pressa. I facin el favor, senyors de la CUP, de desencallar-ho d'una vegada. Negociïn velocitat del procés, que ara tenen la paella pel mànec, i facin Mas president però, sobretot, insisteixo, fem-ne via".

Exacto, fem-ne via que el camí fa pujada.

Hay otras noticias. Irene Lozano ficha por el PSOE y Alfonso Alonso se hace cargo del roto de Quiroga en el PP vasco. El quilombo en la formación conservadora es colosal, pero Rajoy dice que "estamos animados y contentos". En El Mundo se abrieron las hostilidades con la entrevista de Jorge Bustos a Cristóbal Montoro el mismo día que Cayetana Álvarez de Toledo escribía su carta pública de renuncia. Después dimitió Arantza Quiroga. Entre medias, García Margallo se peleó con Posada tras mandar al psiquiátrico a Xuclà, que es de CDC. El PP es un tiroteo dentro de un ascensor, una balacera en un callejón sin salida, una orgía de conjuras. Se conoce que va ganando la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria y que Cospedal está de capa caída. Y luego lo de Aznar, que comenzó cuando el expresidente comentó vía comunicados de Faes sus impresiones respecto a la política catalana y su propio partido. Hoy, para que no falte de nada, escribe Aznar una página en El Mundo dirigida a quienes le echaron en cara que el que pactó con los nacionalistas fue él, en un hotel llamado Majestic, paseo de Gracia. Pues escribe Aznar: "El pacto fue una elección de éxito del Partido Popular. De todo el Partido Popular. Conté con un equipo de negociación comprometido y competente, con una conciencia muy clara de las exigencias del momento. Para los lectores suspicaces, aclararé que precisamente una de las personas clave en este acuerdo fue Mariano Rajoy y que nunca lo ha ocultado. En varias ocasiones durante la legislatura anterior, en circunstancias bien distintas desde luego, habló de un posible "Majestic II" y en su autobiografía, publicada en 2011 ('En confianza', Planeta), lo explica bien: "El objetivo de las negociaciones estaba muy claro para nosotros. Se trataba de hacer un pacto para cuatro años con luz y taquígrafos; un pacto que fuera un compromiso público para toda la legislatura, con transparencia y claridad y con un mecanismo de seguimiento y cumplimiento... La imagen de ese acuerdo de apoyo de CiU al Gobierno del PP, en el cual yo tuve una participación muy activa llevando gran parte de la negociación y alcanzando puntos de entendimiento, fue la fotografía de la cena en el hotel Majestic de Barcelona. Por eso se bautizó como 'el pacto del Majestic'... Gracias a ello hicimos posible una de las etapas más brillantes de la reciente historia contemporánea de España"".

Continúa Aznar: "El pacto obtuvo el respaldo mayoritario de los españoles, que se hizo abrumador en el caso de los catalanes, fueran del partido que fueran. Los votantes del Partido Popular de Cataluña manifestaron un apoyo del 76,1% (CIS, estudio 2215 de mayo de 1996). Supuso un notable crecimiento electoral a medio y largo plazo para el Partido Popular de Cataluña, que pasó de 8 a 12 escaños en las generales de 2000 (y que se recuperó muy significativamente en las autonómicas de 2003) y, lejos de fortalecer al nacionalismo, produjo un significativo retroceso político y social de éste, cuyo estado actual tiene un origen muy posterior. Quiero recordar que entre 1996 y 2003 la suma de CiU y ERC descendió en votos y en escaños en las elecciones autonómicas y en las elecciones generales. En las autonómicas, desde 1.625.000 hasta 1.568.000 votos, desde 73 hasta 69 escaños y desde el 50,4% del voto válido hasta el 47,3%. En las generales, desde 1.314.000 en 1996 hasta 1.160.000 en 2000, de 17 a 16 escaños y desde el 25,7% del voto sobre censo hasta el 21,9".

El artículo íntegro no tiene desperdicio.

Alicia Giménez Bartlett ha ganado el premio Planeta.

16 de octubre, santos Eduvigis, Margarita María de Alacoque, Gerardo Mayela, Anastasio de Pamiers y Beltrán de Comminges.