Trias valora un acuerdo con Maragall para ir juntos en Barcelona
El entorno del exalcalde planea con el PDeCAT una lista conjunta con ERC, en la que sólo estaría al frente del consistorio durante la mitad del mandato
17 noviembre, 2018 00:00El independentismo no sabe qué hacer en Barcelona. El caos comienza a ser evidente. Esquerra Republicana ha ratificado a su candidato, Ernest Maragall, y no quiere saber nada de listas conjuntas, ni en la capital catalana ni en las europeas ni en ningún otro lado. Pero el mundo que rodea a Carles Puigdemont, con el proyecto de la Crida Nacional per la República, busca una salida conjunta con el PDeCAT, con el nombre de Laura Borràs, tras la decisión de Joaquim Forn de participar en la lista, pero no como cabeza de cartel. Y el PDeCAT acaba de descubrir que en las encuestas que realiza el mejor situado es…. Xavier Trias. Y ante eso ha surgido una propuesta, que vería bien el exalcalde convergente: un acuerdo con Esquerra, para repartirse el cargo sólo por dos años.
Ni el PDeCAT ni la Crida saben qué hacer. El nombre de la consejera de cultura, Laura Borràs está presente, pero, ¿qué se puede hacer si en las encuestas ese electorado potencial se sigue acordando de Trias? El entorno del político convergente, que fue mano derecha de Jordi Pujol, y que en los últimos años se ha inclinado hacia el independentismo, ha pensado en una posibilidad. Sólo podría volver al ruedo si se pudiera llegar a una candidatura conjunta con ERC con el compromiso de que --las opciones de ganar son altas, en función de los diferentes sondeos que se han publicado-- se compartiera el mandato.
Como hizo el PSC
Trias estaría al frente los dos primeros años del mandato municipal, y Ernest Maragall los dos años siguientes, con lo que Esquerra podría preparar, incluso, un candidato más joven que tuviera el apoyo de esa misma mayoría independentista, siguiendo el ejemplo que el PSC practicó en el pasado cuando impulsó en las alcaldías a Joan Clos y a Jordi Hereu, como sustitutos de Pasqual Maragall y del propio Clos, respectivamente en el último tramo del mandato municipal.
Fuentes de los partidos independentistas corroboran esa posibilidad, que se valora, como otras que siguen sobre la mesa a la espera de saber cómo se reorganiza el espacio postconvergente.
Xavier Trias y Ada Colau
Ganar a Colau
Esquerra quiere salir de esas propuestas. Con Ernest Maragall al frente, se confía en ganar las elecciones, y quedar por delante de Ada Colau y de Manuel Valls. Y con los votos en la mano, ya se buscarán acuerdos que garanticen la alcaldía al exconsejero socialista. Pero el mundo postconvergente sigue presionando. Y la guinda ha llegado con la opción de Trias.
El PDeCAT sigue sorprendido. Tras unas elecciones primarias que ganó la exconsejera Neus Munté, ahora el partido está en disposición de negociar una candidatura con Puigdemont que tiene diferentes elementos en juego. Joaquim Forn, --en prisión y a la espera del juicio-- está dispuesto a formar parte de la lista, --más para cerrarla como una imagen simbólica de peso-- pero no para liderarla, a no ser que cambie de decisión en las próximas semanas. Y Puigdemont ante esa circunstancia, ha pensado en Laura Borràs, provocando un gran malestar en Ferran Mascarell, dispuesto en los últimos días a explicar su propio proyecto político, para demostrar que piensa en la ciudad, a diferencia del resto de candidatos.
El republicano Alfred Bosch y Xavier Trias
Esperando a Puigdemont
En esa tesitura llega la opción de Trias, que aparece como el mejor posicionado por los propios electores del PDeCAT. El exalcalde sigue teniendo una buena imagen, de gestor serio y amable, bien conectado con los barrios más fieles a la Convergència tradicional. Esos electores, los que ya tuvo en el pasado más reciente, se podrían inclinar por Manuel Valls, que pretende recoger ese espíritu catalanista de orden. Eso lo sabe Trias, y también el PDeCAT, pese a que el propio Trias diga a sus interlocutores que en caso de duda siempre se inclinaría por Ada Colau que por el ex primer ministro francés.
Un caos interno el que vive el PDeCAT y la Crida, lo que demuestra la falta de orientación del propio Puigdemont y la imposibilidad todavía de la dirección del PDeCAT de tomar decisiones autónomas sin la sombra del expresidente de la Generalitat.