Las 'traiciones' en el voto benefician a Maragall y Collboni

Siempre en todas las elecciones se produce un voto útil. Las traiciones en el voto, las apuestas transversales, permiten consolidar liderazgos y las opciones para gobernar. Es lo que está sucediendo en el interior de las fuerzas políticas catalanas, de cara a los comicios a la alcaldía de Barcelona, que se celebran el próximo domingo. La cuarta entrega de la encuesta de Crónica Global, que da la victoria al independentismo, con Ernest Maragall como posible alcalde, muestra cómo esas fugas de voto pueden ser cruciales, y que tienen a dos beneficiarios: el propio Maragall y el socialista Jaume Collboni. 

La cuestión más importante es la fragmentación del mundo posconvergente. La marca de Junts per Catalunya, que tiene como candidatos a Joaquim Forn y Elsa Artadi, sufre una enorme erosión. A falta de una semana para las elecciones, la marca que lidera Carles Puigdemont sólo fideliza al 39,7% de sus votantes. Un tercio se inclina por Esquerra Republicana, y hasta el 9,3% se va hacia la opción de Jordi Graupera, que, gracias a ello, podría entrar en el Ayuntamiento de Barcelona con dos concejales.

Menos simpatía por Forn

Eso beneficia las opciones de Ernest Maragall, que se alzaría hasta las 12 o 14 concejales, logrando apoyos distintos, y no únicamente procedentes de los electores militantes del republicanismo. Tiene relación con el grado de simpatía que ha alcanzado el partido y que se plasma en otro dato crucial.

Y es que hasta el 65,4% de los votantes de Junts per Catalunya expresan su simpatía por Ernest Maragall, mientras que a la inversa es muy diferente: sólo el 29,6% de los republicanos muestra su simpatía por el candidato de JxCat, Joaquim Forn.

Collboni, a costa de Valls

El otro beneficiario claro de esas fugas de voto es el socialista Jaume Collboni, a costa de Cs. Hasta el 23,1% de los electores de Ciudadanos se fugarían a la lista socialista, y eso explica en gran medida el crecimiento de Collboni, según la encuesta de Crónica Global, y, al mismo tiempo, las pocas opciones de Manuel Valls.       

También se producen otras fugas en distintas direcciones. Las de la CUP, que podría quedar fuera del ayuntamiento al no lograr traspasar la barrera del 5%. Hasta el 26,5% de ese electorado se pasaría a Barcelona en Comú, el partido de Ada Colau.

Fragmentación del voto de JxCAT / CG

En el otro lado aparece el PP, que, pese a la campaña de Josep Bou, que ha ido a más conforme han avanzado los días, se quedaría también fuera del consistorio.

Las traiciones, que se producen en función del tipo de elección, también se están produciendo desde los beneficiarios de los grandes trasvases, como ERC y PSC, a otros partidos. Los republicanos asisten a un desvío de electores propios hacia Ada Colau, en un porcentaje que alcanza el 15,8%. Mientras que los socialistas que apuestan por Colau en estos comicios se quedan en el 13,8%.

Fragmentación del voto del PSC / CG