El 'pequeño Nicolás' del 'procés'

Ha sido la comidilla de las redes sociales estas Navidades. El pasado 27 de diciembre, Ivan Aguilar, un economista muy influyente en sectores soberanistas, cerró sus cuentas y perfiles sociales de Twitter y Linkedin. Lo hizo en medio de una fuerte polémica sobre su supuesto avatar fake. “No tengo nada que decir. Muchas gracias”, se limita a responder tras ser contactado por Crónica Global. Dirigentes independentistas como Ramon Tremosa o Germà Bel le habían dado su bendición. Sin embargo, Aguilar es acusado ahora de inflar su currículo, pues sus trabajos académicos no aparecen por ningún lado. Y por eso le comparan con el pequeño Nicolás, el joven madrileño que se infiltró en las altas esferas políticas y económicas vinculadas al PP y la CEOE.

Aseguran que Aguilar tenía una buena relación con la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, y que incluso ha viajado hasta Waterloo para rendir tributo a Carles Puigdemont. Una visita obligada para todo aquel que pretenda medrar en la política secesionista. 

Si estuvo a punto de lograr un cargo en las filas de La Crida Nacional es algo que fuentes soberanistas apuntan, pero que el entorno de Puigdemont no aclara... Lo cierto es que el auge y caída de Aguilar --¿temporal?-- está rodeado de misterio y de un cruce de reproches entre sus defensores y detractores.

Aguilar había participado en numerosos foros económicos, programas de radio y era asiduo columnista en El Nacional y Via Empresa, donde se presentaba como economista por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), analista senior de una consultora estadounidense. Los artículos publicados en esta web económica pueden leerse en este enlace.

De la historia de Aguilar da buena cuenta el periodista Quique Badia Masoni en la web médium.com. Badia ha llevado a cabo una intensa investigación sobre este gurú económico del procés, formado como jugador de ajedrez en el Club Sant Josep de Badalona.

Ivan Aguilar, el segundo por la izquierda, en una conferencia sobre el mercado laboral

Fuentes de ese centro explican a este medio que Aguilar “entró en el club con 14 años y hace ya ocho años que ya no está con nosotros. Ha jugado en otros clubes y, a día de hoy, no sabemos nada de él”. Consideran que su historia es, cuando menos, “extraña”. Pero son prudentes.

El tiempo dirá si las historias surgidas entorno a esta persona son reales o forman parte de una leyenda urbana. Una herencia en Cuba, trabajos para el Bundesbank, presuntas malas praxis... Pese a ello, en las redes sociales ha recibido apoyos porque, más allá de la certeza de su currículo profesional, sus defensores aseguran que se trata de una persona muy cualificada.