Pascal: "Debatir sobre el 50% de votos cuando las empresas cierran es ciencia ficción"
La recién elegida candidata del PNC a las elecciones catalanas afirma que su prioridad no es "ni el referéndum ni el plebiscito" sino la recuperación económica
22 octubre, 2020 00:00Marta Pascal (Vic, 1983) acaba de ser elegida candidata del Partit Nacionalista de Catalunya (PNC) a unas elecciones catalanas que no considera plebiscitarias. Se define como independentista, pero “es imposible un proyecto nacional en Cataluña si no somos capaces de trabajar por el bienestar de las personas”.
Pascal asegura en una entrevista en Crónica Global que su partido, una versión catalana del PNV, es un proyecto a medio plazo.
Pregunta: Acaba de ser designada candidata de PNC a las elecciones catalanas que previsiblemente se celebrarán el 14 de febrero. El independentismo las enfoca de nuevo como un plebiscito. ¿Qué opina?
Respuesta: Eran unas elecciones necesarias, me hubiera gustado que no se hubieran convocado debido a la inhabilitación del presidente Torra, pero no me parecen que tengan que ser plebiscitarias. Son las elecciones que tienen que escoger un Govern que ponga como prioridad salir de la crisis económica, recuperar el país. Tenemos talento y capacidad para hacerlo.
P: Ha asegurado que su prioridad es la recuperación económica. ¿En qué situación está Cataluña tras el mandato de Torra?
R: Una situación de emergencia política, sanitaria y económica. Y esto requiere capacidad de poner sobre la mesa soluciones que hasta ahora no han estado ahí. El país necesita una fuerza política como el PNC que establezca las prioridades. He leído que casi 12.000 empresas pueden cerrar en los próximos seis meses, con lo que esto supone para gente que se va a quedar en el paro. Esto como país no nos lo podemos permitir. Cuando hablan de confrontación inteligente y plebiscito mientras la gente está sufriendo y tenemos en sistema sanitario colapsado, es un sinsentido. No hay coherencia entre lo que necesita la sociedad y lo que dicen los políticos.
P: El think tank El País de Demà, que da apoyo al PNC, presentó 300 propuestas para la reconstrucción post-Covid. ¿Cuáles son las medidas más urgentes, el plan de choque?
R: Lo que tiene que hacer la Generalitat es dar estabilidad y confianza, porque ahora lo que hace es poner problemas encima de la mesa en lugar de soluciones. Nosotros proponemos un plan ambicioso a nivel económico. Bajar impuestos. Un plan de recuperación económica y reindustrialización en Cataluña. Y exigir al Gobierno español que cumpla con sus obligaciones, que pague lo que nos debe. Y, entre todos, iniciar un proceso nuevo en el que los autónomos que están sufriendo y los empresarios tengan estabilidad y evidentemente que estas 1,2 millones de personas que están en paro o en un ERTE vean la administración como alguien que aporta soluciones. Nosotros también somos partidarios de la colaboración entre lo público y lo privado, que se tienen que ayudar y no darse la espalda. Asumiendo que la actividad económica la genera el mundo empresarial, los autónomos, los emprendedores, y no el mundo público. Pero en paralelo hay toda una tarea de potenciar la industrialización, la investigación, las infraestructuras, donde la Generalitat debe ejercer el liderazgo.
P: En una entrevista con Crónica Global, el líder del PSC, Miquel Iceta, aseguró que Madrid había pasado a Cataluña y que Valencia nos iba a adelantar también. ¿Cataluña, motor español y europeo, se está quedando atrás?
R: Es evidente que Madrid, como capital, ha llevado a cabo un proceso de centralización que los territorios periféricos lo hemos sufrido. Es verdad que el contexto internacional no nos ayuda y que la degradación institucional de la Generalitat en los últimos años va a la contra, pero no me gustan esos mensajes de derrota y fatalistas. El país tiene capacidad y potencia desde el punto de vista del talento, de mirar hacia proyectos europeos para salir adelante. Es una cuestión de confianza, de inversión y de dejar al lado esta situación de crispación, de polarización, y poner una prioridad. Que el sistema sanitario funcione, que la economía y las infraestructuras, también. Y a partir de aquí, de forma ambiciosa, que las empresas que se fueron vuelvan.
Marta Pascal durante la entrevista con Crónica Global / CG
P: ¿Qué perfil de candidatos lleva en su equipo?
R: Es un perfil de personas que tengan compromiso con nuestro proyecto. No es un proyecto de partido, sino de país. La pluridisciplinariedad nos interesa. Diferentes perfiles económicos, sanitarios. Personas que estén pendientes de las personas, y no de las estructuras de los partidos o de los intereses de los partidos que han estado gobernando. No somos un partido asambleario, pero quiere ser una formación más abierta de lo que son las organizaciones políticas actuales.
P: ¿Qué papel tendrá El País de Demà? ¿Será una plataforma de apoyo al estilo Ciutadans pel Canvi?
R: Nosotros empezamos este proyecto sin hablar de liderazgos ni de marcas, sino de programas. Con El País de Demà pensamos cómo nos imaginábamos la Cataluña de 2030. Esto no era coyuntural. Teníamos vocación de que ese think tank impulsado por Toni Garrell siga trabajando como motor de ideas, no solo en un espacio político determinado, sino para la sociedad catalana en su conjunto. Nosotros nos hemos nutrido del conocimiento de más de 300 personas que trabajaron en ese programa. El proyecto del PNC va mucho más allá de una lista electoral y de una coyuntura de un partido. El PNC es un proyecto ambicioso a medio plazo. Queríamos crear un espacio político que hasta ahora no existía en Cataluña con gente que está ahora en sus profesiones, en la sociedad civil, en la política, pero que entendemos que este país necesita un cambio. Han pasado muchas cosas en la última década.
P: Dice que PNC es un espacio nuevo. Pero es inevitable identificarlo con el PDECat. Usted ha escrito un libro sobre su trayectoria en ese partido ¿En qué momento decidió dejarlo? ¿Fue una mala experiencia?
R: Como bien dice, yo no hice un hilo-tuit, sino un libro en el que explico mi posicionamiento sobre el PDECat. Estaba y estoy muy convencida de que en Cataluña faltaba una fuerza política centrada, que agrupe el catalanismo, el soberanismo y el independentismo. Gente de centro radical con mucha exigencia ante la administración, pero también con mucha experiencia en lo privado, de trabajar a toda máquina para mejorar la sociedad, con vocación europeísta y voluntad de ser útiles a los ciudadanos a través de soluciones. Nacemos lejos de la bronca política que se está produciendo ahora mismo. No solo en el Parlament, sino también en el Congreso. Esto hasta ahora no ha existido. Nosotros no somos la copia de nada. Partimos de la idea de que la política puede transformar la sociedad.
P: Ha dicho en varias ocasiones que, ahora, la prioridad no es el referéndum.
R: Nuestra prioridad para solucionar el conflicto en Cataluña es un referéndum acordado con el Estado. Es nuestro objetivo, junto a solucionar la situación de los presos, sea mediante una amnistía, el indulto o la modificación del Código Penal. Porque, hasta entonces, no se va a normalizar la situación en Cataluña. Pero nuestra prioridad ahora mismo no es hablar de referéndum, ni de plebiscito, ni de un 50% de votos, es hablar o dar soluciones a 1,2 millones de personas que están en el paro con ERTE. La mitad de los jóvenes catalanes están cobrando menos de 1.000 euros. Nos hemos reunido con representantes de los 4.000 MIR que hay en Cataluña y nos dicen que cobran 16.000 euros al año, guardias aparte, lo cual es un sueldo absolutamente precario. Esta situación la vemos también en la universidad catalana y en los autónomos. Esto es inaceptable en un país que quiere jugar en primera división.
P: Pero el PNC es un partido nacionalista...
R: Como partido nacionalista, tenemos nuestros ideales y queremos que Cataluña sea un Estado normal dentro de la UE. Pero, mientras esto no se produzca, no nos van a encontrar ni en la confrontación, ni en el despiste de los intereses de los partidos, de ver quién se reparte una silla u otra. Nos van a encontrar en las soluciones. Y entendemos que esto es urgente. Tampoco vamos a caer en la etiquetas de “tú eres más independentista o eres menos”, “eres un traidor” o “eres autonomista”. Nos interesa que la gente vuelva a trabajo, que el país funcione.
P: Lograr un 50% de votos ¿daría más fuerza a la idea de la independencia de Cataluña?
R: Mi aspiración, como independentista que soy, es que este país lo consigamos entre todos. No se puede construir solo con quienes votaron el 1 de octubre. Se tiene que construir con los 7,5 millones de catalanes. Con lo cual, siempre me parecerá poco el 50% o el 60%. Pero me parece ciencia ficción que el debate político ahora esté en el 50% cuando hay gente que tiene que cerrar la persiana y mañana no la va a poder abrir, o cuando el banco de alimentos está absolutamente colapsado, o los hospitales catalanes están saturados. Nos dirán que esto es despistar. No, es ser coherente. Es imposible un proyecto nacional en Cataluña si no somos capaces de trabajar por el bienestar de las personas. Con lo cual, dispuesta a hablar de los porcentajes cuando toque, pero ahora mismo creo que la prioridad es recuperar el país.
P: ¿Qué le parece el cierre de bares y restaurantes decretado por el Govern? Los empresarios denuncian que se ha hecho de espaldas al sector.
R: Se ha hecho de forma improvisada. Cuando veo manifestaciones en la plaza Sant Jaume, pienso que algo no se ha hecho bien. Es evidente que la situación es complicada, que hay que hacer compatible la gestión de la pandemia con la situación económica y esto requiere muchos equilibrios. No todos vamos a estar contentos. Pero el sector explica claramente que no recibió información de la Generalitat, que fue una decisión improvisada, que el Govern estaba hablando de abrir los locales de ocio nocturno y en 24 horas ya cerraban. Había muchos rumores... Yo creo que la gestión podría ser mejor, porque hay mucha gente que está sufriendo. Y creo que 40 millones de euros como plan de choque es absolutamente ínfimo que no responde a la realidad. Y me temo que con la burocracia a la que nos tienen acostumbrados, pues esto va a llegar mal y tarde. Todos tenemos que hacer una reflexión acerca de la gestión.