Dispositivo de los Mossos d'Esquadra para cortar el paso a grupos de radicales independentistas en Via Laietana / EFE

Dispositivo de los Mossos d'Esquadra para cortar el paso a grupos de radicales independentistas en Via Laietana / EFE

Política

Los Mossos estallan: "El 'procés' nos ha destrozado"

Agentes de la policía autonómica, que impidieron el asalto al Parlament sin efectivos suficientes, se revuelven contra el Govern por alentar la violencia de los CDR y Arran

2 octubre, 2018 00:00

Mossos d'Esquadra acorralados en el Parlament sin suficientes efectivos para hacer frente a los independentistas radicales. La gota que ha colmado el vaso. 

La Policía Autonómica estaba llamada a ser una de las columnas vertebrales del futuro "estado catalán". Pero la politización de sus mandos y la falta de efectivos se habían convertido en un cóctel explosivo que anoche estalló con el asalto de los violentos a la sede de la Cámara catalana. Un asalto que sorprendió a los Mossos sin suficientes brigadas antidisturbios, por lo que tuvieron que recurrir a agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (UCE) provistos de cascos y escudos.

"En este momento, sólo dos unidades y medio de BRIMO cubriendo Barcelona junto con ARRO y USC. ¡Es inadmisible como Interior y su mala planificación está poniendo en riesgo la integridad de nuestros compañeros dejando las calles sin efectivos. Inaceptable y vergonzoso! Los compañeros de seguridad ciudadana están realizando en BCN tareas de orden público por la falta de efectivos sin tener ni la formación, ni el material apropiado, poniendo en riesgo su seguridad! ¿Cómo es posible que nadie preveyera lo que en un día como hoy podría pasar?". Así resumía el Sindicat Autònom de Policia la situación vivida a las puertas del Parlament. Por su parte, el Sindicat de Mossos d'Esquadra pedía explicaciones por la falta de previsión.

El Sindicat Autònom de Policia resume la situación vivida a las puertas del Parlament

El Sindicat Autònom de Policia resume la situación vivida a las puertas del Parlament

El Sindicat Autònom de Policia resume la situación vivida a las puertas del Parlament

Horas antes, Quim Torra jaleaba a los Comités de Defensa de la República (CDR) que el sábado se habían enfrentado a los Mossos. Lo hizo en un día mítico para el secesionismo: el 1 de octubre. Jalear a los CDR  --“gracias por apretar”, les dijo-- dio la puntilla a un cuerpo policial que desde hace meses reclama mantenerse al margen de la política. El presidente de la Generalitat no lo ha entendido así y “gracias” a su errática gestión, ha logrado que incluso los minoritarios sectores secesionistas de la Policía Autonómica --unos 400 efectivos en un cuerpo de 17.000 agentes-- le den la espalda.

“Como cuerpo estamos destrozado. Hace un mes éramos unos héroes. Ahora unos traidores por hacer nuestro trabajo el pasado sábado”, explica a Crónica Global un portavoz sindical. Se refiere a la carga de la BRIMO, la unidad antidisturbios de los Mossos, para evitar que los CDR y Arran, los cachorros de la CUP se enfrentaran con los manifestantes convocados por el sindicato policial Jusapol, que agrupa a guardias civiles y policías nacionales. “Torra ha perdido a los Mossos”, añade esta fuente.

Saludar a los acampados y luego desalojarles

Y es que los cambios de discurso del presidente de la Generalitat se han hecho extensivos a un asunto tan delicado como la seguridad ciudadana. “Torra fue a saludar a los acampados de la plaza Sant Jaume y, horas después, los Mossos recibían la orden de desalojarles”, lamenta un mosso.

La policía autonómica está convencida de que la CUP y los CDR querían provocar que los agentes cargaran el pasado sábado para visualizar que ellos sí desobedecen y desafían a la ley. Los comités pidieron la dimisión de Torra y del consejero de Interior, Miquel Buch, por “haber masacrado a los nuestros”. El expresidente Carles Puigdemont calificó de “error” la actuación de los antisistema, mientras que ayer Torra alentaba a los CDR en su discurso institucional desde Sant Julià de Ramis (Girona).  “Gracias a los CDR que apretáis y hacéis bien en apretar", dijo.

Las palabras del Presidente dispararon las peticiones de dimisión, en este caso por parte de la oposición política y de organizaciones como Sociedad Civil Catalana.

Por su parte, los Mossos utilizaban las redes sociales para criticar a sus mandos políticos a vueltas con el 1-O. Así, mientras Sindicat de Policíes de Catalunya (SPC) exigía a Buch que garantice la seguridad de los agentes, Unió de Mossos per la Constitució afeaba a Torra que aliente a los grupos violentos. Por diferentes motivos, Mossos per la República Catalana, a través de su portavoz, Albert Donaire, también arremetía contra el Govern por permitir la manifestación de Justapol en lugar de "construir la república".

“El Govern creía que éramos los chicos para todo, incluso para incumplir la ley, tras la el traumático procesamiento de Josep Lluís Trapero. Pero había una barrera que no se podía traspasar. De lo contrario seríamos una banda armada”, explica un agente, quien precisa, respecto a los hechos del pasado sábado, que "en un Estado de derecho, las manifestaciones se comunican, no se autorizan". Confiesa sentirse escandalizado por las palabras de Buch y la dirigente republicana Marta Rovira, que permanece huida en Suiza. La prófuga de la justicia manifestó su descontento con la concentración de Jusapol. "Les falta cultura democrática", afirma.

Torra, y los Mossos lo saben, arrastra la herencia de Artur Mas, que se convirtió en rehén político de la CUP. Ahora, la reputación y el futuro de un cuerpo policial llamado a ser uno de los pilares de la república catalana no está en manos de los altos cargos de la Consejería de Interior, sino de los movimientos antisistema y de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).