Malestar en la UB por la plaza universitaria de Borràs
Logra un puesto de profesora titular, como funcionaria del Estado, que la universidad no convocaba desde hace 15 años y tras ser suspendida como agregada, la figura que creó Mas-Colell
29 marzo, 2021 00:00¿Qué ha pasado con Laura Borràs, flamante presidenta del Parlament? Borràs tomó posesión, justo el mismo día que se estrenaba en ese cargo institucional en la Cámara catalana, de la plaza de profesora titular en la UB en el cuerpo de funcionarios del Estado, una plaza que hacía más de 15 años que no se convocaba, y a la que solo Borràs se había presentado. El malestar entre los profesores de la UB no deja de aumentar, al entender que ha habido alguna influencia que explique esa circunstancia. Borràs, que había sido suspendida para ser profesora agregada, la figura que creó Andreu Mas-Colell con la Ley de Universidades catalana de 2002, en la propia UB, logra ahora una plaza que se había desterrado y que la universidad no ofrecía desde hacía tres lustros.
Es funcionaria del Estado, como profesora titular en la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona (UB), dentro del área de Didáctica de la Lengua y Literatura, tras un proceso que se ha mantenido en secreto en los últimos meses, y que ha tenido como responsables al anterior rector de la UB, Joan Elías, y a la decana de la facultad Roser Boix, con Ramon Tremosa como titular del Departamento de Empresa, del que depende la secretaría de Universidades. A esa plaza, convocada de forma extraordinaria, solo se presentaba ella.
La responsabilidad de la decana
Borràs no había obtenido la plaza de agregada en el departamento de Teoría de la literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Barcelona, que es lo que pretendía. Pero ha encontrado acomodo en la Facultad de Educación, que tiene a Roser Boix como decana y a Joan Perera como director del departamento de Educación Lingüística y Literaria. Según el mecanismo interno universitario, a Boix y Perera les correspondió pedir que se habilitara esa plaza al rectorado de la UB, para conformar, posteriormente, el concurso y el tribunal, con una única demandante: Laura Borràs.
Una plaza titular, perteneciente a los cuerpos funcionariales del Estado, no se convocaba desde hacía una media de 17 años, en función de cada facultad. En algunas, como Derecho, hace 20 años que no se otorga. Y es que la política universitaria de la Generalitat ha sido la de disuadir la petición de esas plazas, y reclamar que las distintas facultades se acojan a las figuras que se crearon con la Ley de Universidades de Mas-Colell, la de lector y la de agregado. Con ello, en la práctica, se ha buscado una separación en el cuerpo de profesores entre Cataluña y el resto de España, una especie de estructura de estado.
Una "disfunción"
¿Quién animó a Borràs a optar por ese camino para tener una plaza fija de profesora titular como funcionaria del Estado español? Los académicos que han intentado saber qué ha pasado apuntan a Ramon Tremosa como el gran cómplice de Borràs. Tremosa, como profesor titular en la Facultad de Economía de la UB, conoce a la perfección los vericuetos de la burocracia universitaria.
Fuentes conocedoras del funcionamiento interno recuerdan reuniones de hace muy pocos años, en 2018, en las que el Departamento de Empresa –en manos en aquel momento de Àngels Chacón-- tildaba de una “disfunción” a los que aspiraban a plazas de titular, dentro de la vía estatal. Se consideraba que en Cataluña obtener ese tipo de plazas era tan “disfuncional” como la Guardia Civil, si se tiene en cuenta que son los Mossos d’Esquadra los que ejercen de policía integral en la comunidad. Y se orientaba, desde la secretaría de universidades, a no optar ni promover esas plazas. Borràs, en cambio, ha logrado algo que ha causado una enorme perplejidad interna en la Universidad de Barcelona.
Sin larga carrera académica y docente
La excepcionalidad es enorme. Una plaza como la de Borràs no se convocaba por parte de la universidad catalana desde hace muchos años. En las facultades de la UB se hace referencia a 15, 17, e incluso, 20 años, en el caso de la Facultad de Derecho. ¿Por qué ahora?, se pregunta el personal docente.
La Generalitat, con Mas-Colell al frente como secretario de Universidades en los últimos gobiernos de Jordi Pujol, puso en marcha un nuevo modelo laboral con la intención de que fueran las propias universidades las que contrataran a los profesores. Las dos figuras, la de lector --con una vigencia de cinco años, como primer escalón para los docentes, con un salario precario-- y la del agregado, el equivalente a la plaza de titular de la universidad española. Lo que pudo ser una opción innovadora para contratar a profesores sin necesidad de que fueran funcionarios, se convirtió en una práctica habitual con la que la Generalitat ahorró recursos. Sin embargo, y de forma súbita, y sin que Laura Borràs pueda acreditar una larga carrera académica y de docencia, la presidenta del Parlament ya es funcionaria del Estado, como titular en una facultad de la UB.