Esteve Escuer, propietario de la empresa Intus, durante su declaración en el juicio del 'caso Palau' / EP

Esteve Escuer, propietario de la empresa Intus, durante su declaración en el juicio del 'caso Palau' / EP

Política

Intus, la empresa que pasa de cobrar de Millet a cobrar de ERC

Esteve Escuer, exdirigente de CDC, es propietario de la agencia que gestiona de forma irregular la emisora de Sant Pol de Mar

29 marzo, 2021 00:00

Estudi de Comunicació Intus se ha hecho con la gestión de la emisora municipal de Sant Pol de Mar (Barcelona). La adjudicación no tendría mayor transcendencia si no fuera porque se ha conocido a raíz de una sentencia judicial que enmienda la cesión y por el controvertido pasado de su propietario.

El Tribunal Contencioso-Administrativo número 14 de Barcelona ha declarado ilegal y, por ende, anula el contrato que entre el Ayuntamiento de la localidad y la compañía. El que permitía que el grupo dirigido por Esteve Escuer se encargase de la emisora locales. Falla en contra de ello en base a la Ley General de Comunicación Audiovisual en Cataluña, la norma que establece que, de forma inequívoca, las radios municipales deben ser gestionadas de forma directa por el consistorio y solo salvo unos supuestos muy limitados se pueden externalizar. La institución que encabeza Albert Zanca (ERC) no los habría cumplido.

Sentencia pendiente de ejecución

La sentencia considera probado que el Ayuntamiento de Sant Pol incurrió en una notoria infracción de los establecido en la legislación vigente. Establece que solo es posible la gestión directa, sin subterfugios ni atajos para saltarse el imperativo legal.

Se trata de una resolución pendiente de ejecución que pone en evidencia la transversalidad de Intus. Y es que Escuer, su propietario, es un exdirigente de CDC que saltó a la palestra pública por el caso Palau. Su declaración ante el tribunal que instruía la trama corrupta vinculada al partido puso en un brete a la organización.

Cobro de ‘mordidas’ de Millet

Expresdiente de CDC en Ametlla del Vallès (Barcelona), Escuer reconoció como testigo que el entonces presidente del Palau de la Música, Félix Millet, sufragó gastos de varias campañas electorales de su partido a nivel local. Cabe recordar que es en esta localidad donde se encuentra la mansión del acusado. 

Fèlix Millet, Jordi y Gemma Montull y el extesorero de CDC Daniel Osàcar en el juicio del caso Palau / EUROPA PRESS

Fèlix Millet, Jordi y Gemma Montull y el extesorero de CDC Daniel Osàcar en el juicio del caso Palau / EUROPA PRESS

El empresario audiovisual, que tras la desaparición del partido militó primero en PDCat y después en JxCat, admitió que el 27 de febrero de 2007 recibió de Millet “en efectivo” un total de 13.000 euros. Esta cantidad se usó para sufragar la publicidad de la campaña local de ese año de CDC. Alegó que se pensaba que era dinero personal del expresidente y no de la trama del Palau y que, tras conocer su origen, lo reembolsó a la institución cultural.

Información hallada en el Palau

Escuer, miembro del consejo nacional de CDC, fue citado de en un primer momento como responsable civil a título lucrativo ante el titular del Juzgado de Instrucción 30 de Barcelona, Josep Maria Pijuan, por esta transacción, que partía de una cuenta bancaria a nombre del Orfeó Català. Los detalles del cobro se descubrieron en una carpeta hallada en el Palau de la Música bajo el epígrafe Campaña CiU Esteve Escuer. Elecciones l’Ametlla mayo 2007 en la que figuraba una especie de recibo firmado por el dirigente local del partido con esta afirmación: “He recibido de Fèlix Millet la cantidad de trece mil euros”.

Escuer ha mantenido viva su vinculación con el entorno neoconvergente. Además de su militancia, que es notoria a través de sus perfiles de redes sociales, ha participado de forma activa en actos de este espacio político. Entre otros, en el homenaje que recibió Jordi Pujol por su 90 cumpleaños.

Con todo, en el plano profesional su productora audiovisual se ha acercado a un consistorio de ERC para ampliar sus negocios. Pero ha incurrido de nuevo en una ilegalidad que ha sido enmendada en los tribunales.