Los líderes de los principales partidos alrededor de Cataluña / FOTOMONTAJE DE CG

Los líderes de los principales partidos alrededor de Cataluña / FOTOMONTAJE DE CG

Política

El independentismo catalán, protagonista de los programas electorales del 28A

Los principales partidos de ámbito nacional reconocen la gravedad de la crisis provocada por el secesionismo pero difieren sobre cómo afrontarla

23 abril, 2019 00:00

El procés independentista ha estado en el centro del debate político nacional en los últimos años. La gravedad del desafío secesionista ha obligado a todos los partidos a posicionarse sobre esta cuestión y ha generado algunos acuerdos importantes --como la aplicación del 155 tras la declaración unilateral de independencia-- pero también sonoros enfrentamientos.

De cara a las generales del 28A, la crisis provocada por el nacionalismo catalán y las propuestas sobre cómo afrontarla siguen protagonizando los programas electorales. ¿Pero qué es lo que propugnan al respecto los principales partidos de ámbito nacional con posibilidades de formar parte de un gobierno?

PSOE: “Diversidad en la unidad”

En su programa [aquí, en PDF], el PSOE dedica un apartado al “modelo territorial”, aunque hay que avanzar hasta la página 148 de las 297 del texto para encontrarlo. En él, se define como uno de los “principales impulsores” del Estado autonómico “frente a una derecha que siente nostalgia del pasado centralista y a los que se han adentrado en aventuras independentistas”. Así, aboga por “una España democrática, plural, abierta, europea y moderna, que reconoce la diversidad en la unidad, la España de todos”.

Los socialistas señalan que “ante la crisis actual del modelo territorial, derivada del crecimiento de las aspiraciones independentistas en Cataluña [es la única cita a esta comunidad en todo el programa, además de una referencia a los atentados del 17A], ante la inacción del Gobierno del PP, nos corresponde liderar la búsqueda de una salida a dicha crisis”. Y su propuesta pasa por “un funcionamiento más integrado del modelo, de forma que la mayoría de la población de todos los territorios se sienta partícipe”.

“Plurinacionalidad”, sin citarla explícitamente

El PSOE apela a las declaraciones de Santillana del Mar (2003), Granada (2013) y Barcelona (2017) como referencia para impulsar reformas del modelo de Estado. Cabe destacar que en esta última [aquí, en PDF] se apuntaba que es “necesario avanzar hasta reconocer plenamente su carácter plurinacional” [de España]. Sin embargo, en el programa del 28A no aparece explícitamente el término plurinacional ni sus derivados. Lo que sí dejan muy claro es que “ni desde el derecho de autodeterminación ni desde un estado de excepción territorial con carácter permanente a través del artículo 155 CE, puede construirse el futuro”.

Entre las propuestas para mejorar la “lealtad institucional”, la “igualdad”, la “cohesión” y la “colaboración” entre las CCAA y el Gobierno, el PSOE plantea impulsar la conferencia de presidentes, las conferencias sectoriales, los convenios de colaboración y el Senado.

Reconocer las “singularidades”

El PSOE también propone aumentar la participación de las CCAA “en las actuaciones y decisiones del Gobierno de España”, una “clarificación del reparto competencial”, “una mejor delimitación de las competencias del Estado y de las CCAA, “establecer en la Constitución, para darle la mayor transparencia, la forma de operar de los mecanismos de nivelación financiera y de garantía del principio de solidaridad territorial”.

Finalmente aboga por “el reconocimiento de las singularidades de los distintos territorios en sus propios Estatutos de Autonomía”, lo que se traduce en “una definición más precisa de los aspectos identitarios, históricos, culturales, políticos y lingüísticos, así como a una organización institucional y territorial adaptada a las peculiaridades de cada comunidad en cuanto no afecte al funcionamiento de otros territorios”.

Cataluña y España (o al revés, como prefieran) en la era de Sánchez e Iceta

Cataluña y España (o al revés, como prefieran) en la era de Sánchez e Iceta

Los líderes del PSC y del PSOE, Miquel Iceta y Pedro Sánchez / EFE

PSC: reforma constitucional federal

El PSC, socios del PSOE en Cataluña, en su Manifiesto Electoral 28A [aquí, en PDF], señala que “es hora de superar el conflicto azuzado por el independentismo”. Por ello, proponen “pasar la página de la confrontación y el bloqueo y abordar decididamente, mediante la política, la definición de un proyecto integrador” que pase por “el diálogo en el marco de la ley”, “el acuerdo y el consenso alrededor de un proyecto común”. “No podemos permitirnos excluir a la mitad de los ciudadanos y ciudadanas ni fomentar el enfrentamiento entre territorios”, añaden.

Sin entrar en mucho detalle, los socialistas catalanes apuestan por “un gran pacto sobre autogobierno y financiación”, además de “la defensa de nuestra Constitución y su reforma” con el objetivo de construir una España “más federal” que “defienda y promueva los diversos sentimientos de identidad” en la que “Cataluña se sentirá cada día más cómoda y protagonista”.

PP: “Fortalecer” la nación

El PP abre su programa [aquí, en PDF] con toda una declaración de principios: “España es una nación de ciudadanos libres e iguales”. Y lo desarrolla explicando que se trata de “una nación que debemos preservar y fortalecer ante el desafío contra la unidad que se mantienen vivo en Cataluña pero que se alienta también en otras partes de España”. Esta es la primera de las siete veces en las que se cita a Cataluña en el texto, y todas ellas relacionadas con el procés independentista o sus consecuencias.

“La Constitución y la democracia nunca han dejado de estar amenazadas por sus enemigos. Hoy estos son el nacionalismo y el populismo. Sólo desde una decidida acción política a través de todas las instituciones podremos derrotarles del mismo modo que en el pasado lo hicimos con otras grandes amenazas. La España de los balcones lanzó un mandato claro. Un mandato basado en la necesidad de reforzar y hacer respetar los elementos que configuran nuestra identidad nacional, especialmente los símbolos --la bandera y la corona-- y la lengua común a todos, el español”, añade.

Pablo Casado, presidente del PP / EFE

Pablo Casado, presidente del PP / EFE

El candidato del PP, Pablo Casado / EFE

Aplicar el 155

Los populares se comprometen a reforzar “la presencia del Estado en todas las CCAA”, para lo que ampliarán los recursos materiales y humanos a disposición de las delegaciones del Gobierno. Además, impulsarán “una legislación que establezca normas armonizadoras que aseguren la unidad de mercado, con el fin de evitar la aparición de obstáculos que puedan fragmentarlo, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”.

El PP asegura que aplicará, mediante el artículo 155 de la Constitución y “por el tiempo que resulte inexcusable, cuantas medidas sean necesarias para “recuperar la legalidad constitucional, y para proteger el correcto ejercicio de la autonomía en Cataluña”. Unas medidas que velarán con “especial atención por un adecuado ejercicio de las competencias en educación, régimen penitenciario, medios públicos de comunicación y hacienda pública”.

No más competencias a las CCAA

El PP promete reformar el Código Penal “para volver a tipificar como delito la convocatoria de referéndum ilegal”, modificar la Ley del Indulto “para prohibirlo en los casos de delitos de rebelión y sedición”, asegurar la competencia exclusiva del Estado en las relaciones internacionales (por lo que “se clausurarán todos los organismos e instituciones que socaven esta competencia exclusiva”) y reforzar la coordinación de Policía Nacional y Guardia Civil con las policías autonómicas.

Los populares también paralizarán “la cesión de nuevas transferencias a las CCAA”, agravarán las sanciones a las autoridades que incumplan la ley de banderas, cortarán la financiación pública a los partidos que atenten contra la unidad del país y recuperarán las competencias sobre las prisiones cedidas a la Generalitat.

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, en una imagen reciente

Albert Rivera, líder de Ciudadanos, en una imagen reciente

El líder de Cs, Albert Rivera / EFE

Cs: 155 y controlar el gasto de la Generalitat

El primer punto del programa de Cs también deja clara sus prioridades: “Defender la unidad de España y garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos”. Y en su primer apartado, añade: “Aplicaremos el artículo 155 hasta asegurar el restablecimiento de la Constitución en Cataluña para garantizar la convivencia entre todos los catalanes, así como el respeto a las leyes y las sentencias judiciales. No podemos tolerar por más tiempo que Torra y los separatistas utilicen las instituciones públicas para sembrar el odio y el enfrentamiento entre los catalanes. Por eso, plantearemos la aplicación del artículo 155 de forma inmediata para garantizar la convivencia en Cataluña, la neutralidad de los espacios públicos y el acatamiento de la Constitución por parte de la Generalitat”.

La formación naranja se compromete a mejorar “los instrumentos para proteger a los españoles de los golpes de Estado en el siglo XXI”, porque “el golpe de Estado de los separatistas catalanes de otoño de 2017 tenía un objetivo claro: liquidar la Constitución y sustituir la legalidad vigente por un marco legal alternativo, saltándose los procedimientos democráticos y vulnerando los derechos fundamentales de millones de catalanes”. Por ello, actualizarán “el delito de sedición y rebelión en el Código Penal” y reforzarán “los instrumentos de la Ley de Seguridad Nacional y de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para asegurar que la labor de los Mossos d’Esquadra responde a la defensa leal de la Constitución y que no se destina ni un sólo euro de dinero público a financiar ninguna actividad vinculada al procés separatista”.

Fijar las competencias y recalcular el cupo vasco

Cs también propone “reforzar las competencias del Estado para garantizar la igualdad entre todos los españoles y la unidad de mercado”, “fijar la distribución de competencias entre el Estado y las CCAA, sin posibilidad de transferencia”, “reformar el Senado como cámara de representación territorial”, “suprimir la posibilidad de anexión de Navarra por el País Vasco recogida en la disposición transitoria cuarta” y establecer “el requisito de que los partidos tengan que conseguir como mínimo el 3% del voto nacional para entrar en el Congreso”.

Finalmente, la formación naranja apuesta por una “reforma de la financiación autonómica con el objetivo de conseguir un modelo más justo, equitativo y transparente” y acabará con “el privilegio que supone el actual cálculo arbitrario e insolidario del cupo vasco”.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, interviene en el acto con el que el partido inicia su campaña electoral / EFE

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, interviene en el acto con el que el partido inicia su campaña electoral / EFE

El candidato de Podemos, Pablo Iglesias / EFE

Podemos: “Referéndum pactado”

Podemos relega a la parte final de su programa [aquí, en PDF] la cuestión territorial y la afronta de forma muy somera, aunque dedica un punto a lo que denomina “resolución democrática del conflicto catalán”. “La gestión viable del conflicto en Cataluña pasa por construir un proceso de reconciliación que permita el diálogo y llegar a acuerdos. Apostamos por un referéndum pactado en el que Podemos defenderá un nuevo encaje para Cataluña en España”, señala.

Según la formación morada, “este es un país plurinacional en el que la inmensa mayoría de sus pueblos conviven con fraternidad y deben poder elegir su destino”, pero añaden que “a su vez, hay que tener claro que los problemas no se resuelven a garrotazos ni de manera unilateral”.

“Derecho a la autodeterminación”

Por su parte, En Comú Podem --los socios de Podemos en Cataluña--, apuestan en su programa [aquí, en PDF] por la “la transformación de España en un Estado plurinacional y el reconocimiento de Cataluña como nación y de su derecho a la autodeterminación”. Para ello defienden “la búsqueda de amplias mayorías sociales y el máximo consenso entre las fuerzas políticas catalanas, el pronunciamiento democrático de la ciudadanía de Cataluña y la mejora del autogobierno de Cataluña”. Además, plantean la “libertad de los presos políticos” y clarificar los delitos de rebelión y sedición.

En Comú Podem reclama un referéndum independentista regulado por una ley de claridad que establezca mayorías cualificadas y una posterior negociación “entre las partes”. También plantean nuevas transferencias, un “blindaje” de las competencias de la Generalitat y “recuperar” los puntos del Estatuto declarados inconstitucionales por el TC.

El líder de Vox, Santiago Abascal / EFE

El líder de Vox, Santiago Abascal / EFE

El líder de Vox, Santiago Abascal / EFE

Vox: “Suspensión de la autonomía catalana”

Vox abre su programa [aquí, en PDF] con el punto “España, unidad y soberanía”, en el que se compromete a la “suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales”. También propugna la “ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía”. Así como “dotar de la máxima protección jurídica a los símbolos de la nación, especialmente la bandera, el himno y la Corona”, un “agravamiento de las penas por las ofensas y ultrajes a España y sus símbolos o emblemas”.

Vox propone la “supresión de las policías autonómicas y, hasta que se haga efectiva, alcanzar la equiparación salarial real entre el Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y las policías autonómicas”, y subraya que “todas las FCSE dependerán en última instancia del Gobierno Central”. Además, abogan por “transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división. Un solo gobierno y un solo parlamento para toda España. Como paso previo: devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica”. Finalmente, prometen la “supresión del Concierto Económico Vasco y el Convenio Navarro y la incorporación de ambas regiones y sus diputaciones forales al régimen común”.