La Guardia Civil ya detectó que el 'procés' hacía agua
La Operación Anubis ya auguraba las profundas divergencias y traiciones entre los distintos líderes de las fuerzas soberanistas
1 febrero, 2018 00:00El sumario de la llamada Operación Anubis (la investigación de los prolegómenos del referéndum ilegal del pasado 1-O) ya aportaba indicios y datos reveladores de las divergencias que se empezaban a acumular entre los distintos sectores y sensibilidades del soberanismo.
Tal y como adelantó Crónica Global, el 31 de julio del 2017 Francesc Homs llamó a través de su teléfono móvil particular a su amigo el expresidente del comisionado para la transición política de Cataluña Carles Viver Pi-Sunyer. La llamada se produjo a las 20 horas, 7 minutos y 18 segundos. Desde principio de año, Viver Pi-Sunyer estaba siendo investigado por el juez de instrucción número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez. El magistrado le investigaba, junto al exjuez Santiago Vidal, por manejar datos personales ilegales de cara al referéndum ilegal del 1-O.
Pinchado por la Guardia Civil
En aquella conversación, Homs se mostraba abatido, quejoso, enfadado y entristecido con sus compañeros de partido político. “Me han dejado tirado, Carles, tirado”, le dijo en más de una ocasión. Homs se refería a la cúpula del PDeCAT con cuyos líderes no se sentía identificado, según sugirió.
Homs le daba a entender a su amigo, en una conversación donde se evidenciaba la confianza que uno y otro se profesaban, que, desde la sentencia del Supremo contra él (marzo del 2017), le habían dejado "solo, apartado".
La agenda Moleskine
El sumario de Anubis desgrana el documento Enfocats y lo contrasta con las anotaciones que aparecieron en la agenda del entonces número dos del exvicepresidente Oriol Junqueras Josep Maria Jove (la famosa agenda Moleskine).
En ella se explican los desencuentros entre las facciones soberanistas vinculadas al PDeCAT y a ERC. En una de las reuniones recogidas en los informes de la Guardia Civil y a la que asistieron Artur Mas, Junqueras, Marta Rovira y otros destacados líderes independentistas, se puso de manifiesto las marcadas discrepancias y reproches personales entre todos los partidos, grupos y sensibilidades que se conjuraron para la celebración del 1-O. En una de estas reuniones, el sector del PDeCAT espetó a sus colegas de ERC: “Nosotros ya nos implicamos (en referencia al 9N) y ahora sois vosotros los que tenéis que dar la cara”.